La batalla de El Hierro por ser 100% renovable

Marco S¨¢nchez perfora con soltura los laterales de una placa solar que dar¨¢ electricidad a una casita entre las colinas. En esta zona de El Hierro, una de las islas m¨¢s peque?as de Canarias y la m¨¢s alejada de la pen¨ªnsula, todav¨ªa no ha llegado el tendido el¨¦ctrico. ¡°Empec¨¦ con esta actividad en 2012¡±, cuenta el hombre de 42 a?os tras apagar su taladro y dejar espacio a los sonidos de la naturaleza. ¡°Desde entonces he notado que cada d¨ªa hay m¨¢s inter¨¦s por el tema de las energ¨ªas renovables en la isla, ya sea por necesidad o por conciencia ecol¨®gica¡±. M¨¢s al norte, cerca de la capital de la isla de tan solo 268 kil¨®metros cuadrados, se levanta la central hidroe¨®lica de Gorona del Viento, un proyecto innovador que ha convertido a El Hierro en un laboratorio de energ¨ªas limpias.

Cinco aerogeneradores, dos dep¨®sitos de agua, cuatro turbinas hidr¨¢ulicas y una central de bombeo conforman el experimento renovable que arranc¨® en 2014 en la isla. La clave de este proyecto de 82 millones de euros est¨¢ en combinar la rebeld¨ªa del viento con la docilidad del agua estancada y as¨ª atajar el punto d¨¦bil de las energ¨ªas renovables: el almacenamiento. ¡°Una parte de la energ¨ªa que produce el parque e¨®lico va directamente a los clientes y otra a unas bombas que suben agua desde un dep¨®sito inferior casi al nivel del mar a uno superior a una cota de 700 metros¡±, explica Juan Pedro S¨¢nchez, consejero delegado de la central. Cuando no hay viento, se genera electricidad con el salto de agua de un embalse a otro. Gracias a este sistema, el pasado febrero la isla cumpli¨® un hito: logr¨® abastecerse durante 18 d¨ªas seguidos con energ¨ªa 100% renovable.

En El Hierro los paisajes se alternan tan r¨¢pido como el clima. Valles de con¨ªferas relevan a acantilados y arrecifes negros de lava volc¨¢nica, mientras el calor de la costa desvanece ante la bruma de la monta?a que alcanza los 1.500 metros en su cima m¨¢s alta. Estas peculiaridades geogr¨¢ficas fueron determinantes a la hora de dise?ar el complejo hidroe¨®lico. El cr¨¢ter de un volc¨¢n fue vaciado y convertido en el dep¨®sito superior de agua; en las colinas que cobijan Valverde, la capital de la isla donde el viento nunca cesa de soplar, se instalaron los aerogeneradores que tienen capacidad para generar 11 megavatios (MW) para una isla de algo menos de 11.000 habitantes con una necesidad de 7 MW en los picos de m¨¢s demanda.

El objetivo es que la central genere el 100% de energ¨ªa limpia durante todo el a?o. En 2017, proporcion¨® el 47% de la electricidad que se consumi¨® en la isla, 17 puntos por encima que 2015; el resto se cubre con una central de di¨¦sel anexa a la planta. ¡°Con los ¨²ltimos ajustes esperamos superar el 60% en 2018 y seguir subiendo¡±, asegura S¨¢nchez. Para lograrlo habr¨¢ que implementar medidas tambi¨¦n fuera de Gorona del Viento, explica la presidenta del Cabildo Insular de El Hierro, Bel¨¦n Allende (Agrupaci¨®n Herre?a Independiente ¨C AHI). La instituci¨®n posee el 60% de las acciones de la central; el 30% est¨¢ en manos de Endesa y el Gobierno de Canarias tiene el 10%.

Allende aclara que El Hierro nunca opt¨® por ¡°un desarrollo basado en el monoproducto del turismo¡± como otras islas; al contrario, apost¨® por un crecimiento sostenible para alcanzar la autosuficiencia de un territorio lejano de los circuitos econ¨®micos y pol¨ªticos del archipi¨¦lago?y de la pen¨ªnsula. Declarada reserva de la biosfera en 2000, impulsora de la agricultura ecol¨®gica y de la pesca sostenible, El Hierro quiere ahora potenciar el coche el¨¦ctrico. ¡°Somos un laboratorio en potencia¡±, concluye la pol¨ªtica insularista.

Gracias a Gorona del Viento, El Hierro ha prescindido de 6.070 toneladas de di¨¦sel en 2017, equivalentes a 40.000 barriles de petr¨®leo. Asimismo, ha reducido las emisiones de gas de efecto invernadero en 40.000 toneladas desde 2015 y ha aportado su granito de arena en la lucha contra el cambio clim¨¢tico, que hace tiempo dej¨® en evidencia las contradicciones de un crecimiento basado en los combustibles f¨®siles y oblig¨® a acelerar una transici¨®n hacia un modelo m¨¢s respetuoso con el medio ambiente.

En estos momentos, la Comisi¨®n, el Consejo y el Parlamento Europeo, instituci¨®n que ha financiado este reportaje, est¨¢n negociando el llamado paquete de invierno, las futuras directivas que guiar¨¢n la transici¨®n energ¨¦tica a partir de 2030 para cumplir con los objetivos clim¨¢ticos de Par¨ªs. Las renovables, el ahorro energ¨¦tico y el empoderamiento del consumidor son algunos de los temas que est¨¢n encima de la mesa ¡°para conseguir un mercado m¨¢s abierto y competitivo para el beneficio del consumidor y para incentivar nuevas formas de generar energ¨ªa¡±, resume el let¨®n Kri?j¨¡nis Karin?, eurodiputado popular y ponente de la directiva sobre el mercado interior de la electricidad.

Pedro Linares, catedr¨¢tico de la Universidad Pontificia Comillas, asegura que ¡°la UE lleva muchos a?os siendo l¨ªder en los planteamientos de reducci¨®n de emisiones de gases de efecto invernadero¡±. ¡°A 2030 hay un compromiso de reducirlas en un 40% con respecto a los niveles de 1990, y entre un 80% y un 95% para 2050¡±. Para lograrlo, las instituciones coinciden en que la generaci¨®n de energ¨ªa a trav¨¦s de fuentes renovables tiene que rebasar la meta del 20% que la UE fij¨® para 2020, pero no hay consenso sobre el objetivo: la Euroc¨¢mara propone subirla al 35% para 2030, mientras el Consejo y la Comisi¨®n sugieren un m¨¢s t¨ªmido 27%.

¡°Europa se juega su credibilidad ante el mundo con esta directiva¡±, mantiene el eurodiputado espa?ol Jos¨¦ Blanco, ponente de la directiva sobre renovables. Si se rebajan las exigencias, insiste el socialista, no se lograr¨¢n las metas fijadas para 2050. Jorge Morales es a¨²n m¨¢s severo. Ingeniero especializado en renovables, considera que el 35% ¡°supondr¨ªa dejar todos los esfuerzos para la etapa 2030-2050¡±. S¨ª coincide con Blanco en la necesidad de blindar el autoconsumo, eliminar el llamado impuesto al sol y reforzar la seguridad jur¨ªdica para afianzar las inversiones verdes.

¡°Los retornos de las inversiones en renovables necesitan mucho tiempo; si en el camino se cambian las reglas del juego los problemas son importantes¡±, contextualiza Alberto Ramos, docente de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid. El eurodiputado luxemburgu¨¦s Claude Turmes (Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea), responsable de la directiva sobre gobernanza, explica c¨®mo los cambios regulatorios retroactivos introducidos en 2012 en Espa?a ¡°socavaron la confianza de los inversores¡± y frenaron la instalaci¨®n de renovables, abocando al pa¨ªs al incumplimiento de los objetivos de 2020. ¡°Es un claro ejemplo de lo que debe evitarse al dise?ar pol¨ªticas energ¨¦ticas¡±, zanja.

Un precursor de los tiempos

Tom¨¢s Padr¨®n recuerda con una sombra de conmoci¨®n el periplo que llev¨® al nacimiento de Gorona del Viento. Presidente del Cabildo con AHI durante 28 a?os e ingeniero de formaci¨®n, en 1981 fue destinado al reci¨¦n inaugurado departamento de renovables de Unelco, la compa?¨ªa el¨¦ctrica que entonces operaba en la isla, ahora absorbida por Endesa. ¡°Un grupo de ingenieros vio posible instalar una central a trav¨¦s del viento complementada con un salto de agua (¡­), y a m¨ª me ilusion¨® como t¨¦cnico y como pol¨ªtico¡±.

A los tres a?os de llegar a la presidencia del Cabildo, el plan de Gorona fue archivado. En los ochenta, las renovables no hab¨ªan entrado con fuerza en la agenda internacional y un territorio ultraperif¨¦rico como El Hierro, que pertenece a?la provincia de Santa Cruz de Tenerife, no ten¨ªa ni influencia ni dinero para ponerlo en marcha. Empez¨® entonces un largo peregrinaje por las instituciones nacionales y europeas para conseguir financiaci¨®n. Una reuni¨®n en 2001 con Loyola de Palacio, en esa ¨¦poca comisaria europea de Energ¨ªa y Transporte, y un encuentro fortuito en los pasillos del Congreso con Zapatero cambiaron la sucesi¨®n de los eventos.?

¡°Luch¨¦ tanto para reducir la dependencia de la isla...¡±, recuerda Padr¨®n sentado en un sill¨®n asomado a un amplio ventanal en su casa en Valverde. Antes de que la central se pusiera en marcha, El Hierro depend¨ªa exclusivamente del combustible f¨®sil transportado en petroleros que en caso de temporal no pod¨ªan atracar en el puerto, lo que se traduc¨ªa en apagones y limitaba la posibilidad de tener agua potable en una isla azotada por las sequ¨ªas.

Sin embargo, no todos en la isla comparten el mismo entusiasmo. Marco S¨¢nchez vuelve a apagar su taladro y explica que hay muchas necesidades que deber¨ªan haberse cubierto antes de construir Gorona del Viento. ¡°Servicios como la l¨ªnea de tel¨¦fono y ADSL, la cobertura m¨®vil y la depuraci¨®n de agua est¨¢n muy limitados¡±, rebate.

Otros herre?os, como Carlos ?lamo, consideran que el proyecto conforma una pieza clave para que la isla crezca y cree empleo. Profesional de la hosteler¨ªa, afirma que la central ha supuesto ¡°el comienzo de una nueva etapa¡± al colocar la isla en el mapa internacional. Tanto Gran Canaria como Tenerife se disponen a instalar modelos similares y Gorona del Viento recibe visitas de pol¨ªticos e investigadores de todo el mundo. ¡°Es importante diferenciar entre una ciudad y un territorio aislado en el medio del Atl¨¢ntico. Es muy dif¨ªcil que una isla tenga una penetraci¨®n de renovables superior al 20%¡±, asegura Gonzalo Piernavieja, viceconsejero de Industria de Canarias y director de I+D+i del Instituto Tecnol¨®gico de Canarias. ¡°Somos l¨ªderes mundiales¡±.

Padr¨®n cuenta que los antiguos pobladores de El Hierro veneraban un ¨¢rbol, llamado Garo¨¦, que destilaba agua gracias a las nubes que se quedaban atrapadas en sus hojas. ¡°En el siglo XXI, nos encontramos con unos garo¨¦s tecnol¨®gicos, que son los molinos de Gorona¡±, ejemplifica.?¡°Creemos que nuestra apuesta, que en aquellos tiempos no ten¨ªa ninguna relevancia, hoy s¨ª es una referencia (...) que cumple un objetivo importante en esa lucha entre las f¨®siles y las renovables. Y la apuesta la ganar¨¢n las renovables".