La basura de Mosc¨² provoca una oleada de protestas en las ciudades aleda?as
5.000 manifestantes exigen el cierre del vertedero Yadrovo, una fuente de gases t¨®xicos y nauseabundos olores
Las abusivas pr¨¢cticas de Mosc¨² para librarse de la basura que producen sus 20 millones de habitantes ha unido a las peque?as y vetustas ciudades de la provincia en contra de los vertederos instalados en sus inmediaciones para servir a una megal¨®polis incapaz hasta ahora de organizar el reciclado de sus desperdicios.?
A 100 kil¨®metros al noroeste de la capital, se encuentra Volokolamsk, de 22.000 habitantes, fundada en el siglo XII y es la villa m¨¢s antigua de la provincia. El domingo, 5.000 personas se concentraron al pie del Kremlin local para exigir el cierre del vertedero Yadrovo, una fuente de gases t¨®xicos y nauseabundos olores, situado a 2,5 kil¨®metros de la ciudad y a 20 metros del pueblo de Yadrovo. Las protestas contra los vertederos a donde va a parar la basura moscovita ¡ªentre 10 millones y 12 millones de toneladas de residuos anuales¡ª?se han registrado tambi¨¦n en las ¨²ltimas semanas en ciudades como Kolomna (20 detenidos tras un intento de cortar el tr¨¢fico) Dm¨ªtrovo y Klin.
En Volokolamsk decenas de ni?os con mareos y v¨®mitos tuvieron que ser atendidos cl¨ªnicamente en uno de las ¨²ltimas fugas de gases del vertedero Yadrovo. Los m¨¦dicos quitaron importancia a su malestar, y las autoridades provinciales piden paciencia para mejorar las condiciones del vertedero. Los vecinos de Volokolamsk no se f¨ªan y rechazan totalmente los planes de la provincia de ampliar Yadrova para mejor distribuir la basura. ¡°Cerrar¡±, ¡°cerrar¡±, gritan frente a la administraci¨®n, flanqueada por un busto de Lenin. Los manifestantes piden tambi¨¦n la libertad de Artiom Liub¨ªmov, uno de los organizadores del mitin, que fue detenido la v¨ªspera. Un grupo de activistas tambi¨¦n fueron detenidos despu¨¦s del mitin, cuando organizaron una caravana hacia Mosc¨².
En el mitin dominan las voces infantiles, como las de Ania, de nueva a?os, y Vika, de ocho, que sostienen una pancarta ¡°En Siria hay ni?os, en Ucrania hay ni?os y nosotros, ?qu¨¦ somos?¡±. Las dos ni?as van a la escuela numero 4 de Volokolamsk y, seg¨²n cuentan, tienen que ponerse m¨¢scaras ¡°en la escuela y en casa¡± para defenderse de los efluvios de la basura.
¡°Volokolamsk no es un campo de concentraci¨®n. Dejen de intoxicarnos¡±, pod¨ªa leerse en una pancarta. ¡°No a la mafia de la basura¡±, se le¨ªa en otra. El problema de la basura de la provincia de Mosc¨² ha empeorado con el tiempo por la falta de un planteamiento sistem¨¢tico sobre c¨®mo eliminar los residuos. En la provincia hay ahora 15 vertederos, despu¨¦s de que el gobernador cerrara otros 24, y tambi¨¦n tres grandes instalaciones de incineraci¨®n. Lo que no hay es un sistema de separaci¨®n de residuos en diversas categor¨ªas para reciclarlos como en otras ciudades europeas.
En 2017, en respuesta a la interpelaci¨®n de unos ciudadanos descontentos durante el programa ¡°l¨ªnea directa¡±, el presidente, Vlad¨ªmir Putin, mand¨® cerrar el vertedero de Balashija, cercano a Mosc¨² y con capacidad para 600.000 toneladas de basura al a?o. El cierre de Balashija oblig¨® a repartir la basura a ¨¦l destinada a otras instalaciones de la provincia. El resultado han sido las protestas por las cargas suplementarias de basura que han ido a parar a otros vertederos pr¨®ximos. Adem¨¢s, los intentos de las autoridades provinciales de Mosc¨² de trasladar la basura a otras provincias han puesto en guardia a las regiones lim¨ªtrofes con la capital, como Tver, por ejemplo.
El mitin de Volokolamsk era autorizado. El alcalde, Piotr L¨¢zarev, de filiaci¨®n comunista y elegido por votaci¨®n popular, interviene ante los reunidos. Los manifestantes piden el cese del gobernador Andr¨¦i Vorobev, al que interpelaron duramente cuando apareci¨® por aqu¨ª a principios de marzo despu¨¦s de una de las m¨¢s potentes emisiones de gases. Vorobev es el hijo del general Yuri Vorobev, estrecho colaborador de Sergu¨¦i Shoig¨², que antes de ser ministro de Defensa fue brevemente gobernador de la provincia de Mosc¨². En el mitin hay alusiones a la tragedia de K¨¦merovo, donde el incendio de un centro comercial la semana pasada costo la vida a m¨¢s de 60 personas, entre ellas muchos ni?os. ¡°Tuleiev se ha ido, ?y t¨², Vorobev?¡±, reza un cartel, en el que se alude a la dimisi¨®n del gobernador de K¨¦merovo, Aman Tul¨¦iev, comunicada este fin de semana.
Alguna de las chispas del mitin alcanzan al jefe del Estado. Junto a una pared sobre la que se hab¨ªan colocado peluches infantiles en recuerdo del incendio de K¨¦merovo pod¨ªa leerse ¡°Putin, no necesitamos sus flores sobre nuestras tumbas¡±. ¡°Putin ven a nuestra ciudad y respira con nosotros y con nuestras familias¡±, se le¨ªa en una pancarta.
¡°A los habitantes de Volokolamsk nadie les pregunt¨® nada¡±, exclama un orador. ¡°El gobernador no hizo nada y solo cuando comenzaron a hospitalizar a ni?os se llevaron las manos a la cabeza¡±, prosigue. ¡°Exigimos las elecciones directas del gobernador y de los responsables de los distritos. Basta de mentir y robar¡±, sentencia coreado por la multitud, la misma que hace unos d¨ªas oblig¨® a dimitir al jefe del distrito, Yevgueni Gavr¨ªlov, un funcionario nombrado a dedo. En la jerarqu¨ªa de la provincia, las autoridades municipales de Volokolamsk, de car¨¢cter electo, se someten a las del distrito del mismo nombre, que han sido nombradas de hecho, y estas se subordinan al gobernador, que en teor¨ªa es elegido, pero que es controlado por la Administraci¨®n presidencial mediante un sistema de filtros insuperables sin el visto bueno del Kremlin.
¡°No se tendr¨ªa que haber llegado a esta situaci¨®n. En 1979 se cre¨® el vertedero, que estaba calculado para las necesidades del distrito y la ciudad. La basura no era mucha, pero todo cambi¨® en 2011 cuando las autoridades del distrito vendieron el vertedero, de tres o cuatro hect¨¢reas de superficie, y otras 30 hect¨¢reas de tierra a empresas privadas que comenzaron a ampliarlo, Al extenderse, el vertedero transgredi¨® la zona de seguridad y penetr¨® en el pueblo de Yadrovo, explica L¨¢zarev. ¡°Y comenzaron a llegar de 200 a 300 camiones al d¨ªa cargados de basura sin que supi¨¦ramos de d¨®nde, y el vertedero se transform¨® en el equivalente de un edificio de nueve pisos¡±.
El olor espanta al turismo
¡°Estamos restaurando nuestro Kremlin y nuestras iglesias y tenemos monumentos que ense?ar. Queremos que nos incluyan en la ruta del Anillo de Oro, pero ese olor mata la posibilidad de que vengan los turistas¡±, dice a este peri¨®dico el alcalde Piotr L¨¢zarev, seg¨²n el cual las manifestaciones contra la basura en su ciudad sacaban a la calle a un m¨¢ximo de 200 personas hace un a?o y ahora sacan a varios miles.
¡°Hemos notado el problema del vertedero sobre todo en este ¨²ltimo a?o y lo m¨¢s importante es que no nos dicen qu¨¦ basura nos traen y no nos dan garant¨ªas. Cuando hay una fuga, los ciudadanos que conocen mi n¨²mero de tel¨¦fono me avisan, y soy yo el que llamo al servicio de emergencias y los servicios sanitarios del distrito y ellos son los que deben reaccionar para evitar una cat¨¢strofe¡±.
Los habitantes de Volokolamsk subrayan que no se interesan por la pol¨ªtica y que lo ¨²nico que quieren es aire puro. Pero la pol¨ªtica se mete en sus vidas, como demuestra la detenci¨®n de Artiom Liubimov y del grupo de activistas que el domingo por la tarde organizaron una columna de coches en direcci¨®n a Mosc¨². En la estaci¨®n de tren de Volokolamsk, un contingente de polic¨ªas de uniforme apostados frente a todas las puertas del tren y dirigido por unos individuos de paisano, revisa los documentos de los periodistas que han llegado a la ciudad para asistir al mitin e incluso intentan hacerles subir a un autob¨²s. Los polic¨ªas, no obstante, desisten en su intento cuando los periodistas exigen que expliquen claramente las razones de su ¡°invitaci¨®n¡±.
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