Las huellas de un naufragio espa?ol en el fin del mundo
Investigadores argentinos localizan los restos de la fragata Pur¨ªsima Concepci¨®n, hundida en Tierra del Fuego en 1765. Sus 193 tripulantes sobrevivieron
Hace 253 a?os, los 193 tripulantes de la fragata espa?ola Pur¨ªsima Concepci¨®n burlaron a la muerte por poco. En la madrugada del 10 de enero de 1765, la embarcaci¨®n naufrag¨® frente a las costas de Tierra del Fuego, en el extremo sur de Am¨¦rica. Hab¨ªa una visibilidad nula y el barco encall¨® en las rocas. Los n¨¢ufragos consiguieron llegar a tierra y sobrevivieron all¨ª tres meses, los que tardaron en construir una peque?a goleta con la que volverse a embarcar. Un equipo de investigadores argentinos liderado por la arque¨®loga submarina Dolores Elkin ha localizado restos del naufragio y evidencias de la convivencia pac¨ªfica de los marinos con ind¨ªgenas nativos. Ahora buscan fondos para volver a sumergirse e intentar llegar a los ca?ones de la fragata hundida.
"En 2014 encontramos las primeras pistas y en diciembre pasado hicimos una campa?a espec¨ªfica destinada al naufragio y al campamento de los n¨¢ufragos", dice Elkin a EL PA?S. Los restos del naufragio est¨¢n a poca profundidad, apenas seis metros, pero son aguas heladas en una zona muy peligrosa. "Hay rocas, escollos, rompientes y un oleaje muy fuerte", describe Elkin.
El Pur¨ªsima Concepci¨®n era una fragata mercante e iba armada, algo habitual en la ¨¦poca. En la ¨²ltima campa?a, los investigadores usaron un magnet¨®metro, un instrumento para medir la fuerza y la direcci¨®n de un campo magn¨¦tico, con el que creen haber localizado la artiller¨ªa naufragada. "Encontramos una se?al muy intensa, que casi seguro que responde a los ca?ones, pero no lo pudimos comprobar porque las condiciones de buceo eran muy complicadas", explica la cient¨ªfica del Conicet.
Desplazarse hasta Caleta Falsa, casi en la punta de Tierra del Fuego, tampoco es f¨¢cil. No hay camino y requiere una caminata a caballo de tres d¨ªas desde la estancia m¨¢s cercana o acercarse por mar, lo que obliga a una log¨ªstica compleja. Para la pr¨®xima campa?a, a¨²n sin fecha, esperan contar con colegas espa?oles, como los del Centro de arqueolog¨ªa subacu¨¢tica de C¨¢diz, con los que ya est¨¢n trabajando.
Entre los hallazgos con los que cuentan hasta el momento hay balas de ca?on, fragmentos de madera, metal, restos de cer¨¢mica y una punta de flecha de vidrio. "El vidrio era un material ex¨®tico que tiene que haber llegado a ese lugar en esa embarcaci¨®n", se?ala la investigadora. La punta de flecha confirma la relaci¨®n que establecieron los n¨¢ufragos y los habitantes de esa zona y que documentaron en sus diarios algunos de los marinos. "Hoy a la ma?ana nos visit¨® un grupo de 40 indios", detallan los documentos. Otro grupo de ind¨ªgenas presenci¨® la primera misa que el sacerdote del Pur¨ªsima Concepci¨®n realiz¨® en tierra.
En el diario de Jos¨¦ de Ayesta, conservado en el Museo Naval de Madrid, se relata el momento del naufragio. "El primer golpe nos levant¨® a todos los que est¨¢bamos durmiendo", escribi¨® De Ayesta. Las rocas hab¨ªan abierto una v¨ªa de agua que termin¨® por hundir la embarcaci¨®n. "Sacando el nav¨ªo a ocho brazas de agua con la tierra muy cerca se recurri¨® a la bomba y se hallaron que hac¨ªa dos brazas de agua, y armadas cuatro bombas trabajamos todos en achicarla hasta las 8 del d¨ªa", relat¨® el tripulante sobre los intentos por salvar la fragata que hab¨ªa zarpado de C¨¢diz rumbo a El Callao, en Per¨².
Tras hacer puerto en Montevideo en diciembre de 1764, la nave inici¨® el viaje hacia el sur para doblar por el cabo de Hornos, pero nunca lleg¨® al Pac¨ªfico. "Encall¨® el nav¨ªo y quedamos perdidos en la Isla del Fuego en la costa de los tres hermanos y cinco leguas a barlovento del estrecho de Maire, seg¨²n las cartas n¨¢uticas", detall¨® el cronista.
En el siglo XVIII, la zona estaba rodeada de bosque; hoy es un p¨¢ramo. Tampoco hay presencia de ind¨ªgenas: las distintas etnias originarias de Tierra del Fuego fueron masacradas a fines del XIX.
La "historia de ¨¦xito" del Pur¨ªsima Concepci¨®n atrap¨® a Elkin. Miles de barcos naufragaron en el R¨ªo de la Plata y a lo largo de la costa ba?ada por el Atl¨¢ntico desde la llegada de los primeros espa?oles, en el siglo XVI, pero son excepcionales los casos en los que toda la tripulaci¨®n salv¨® la vida y regres¨® a su casa. Despu¨¦s de tres meses varados en Tierra del Fuego, zarparon en la goleta que hab¨ªan construido y llegaron a Buenos Aires el 25 de abril. Los investigadores rastrean las huellas que dejaron.
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