La Cumbre de las Am¨¦ricas, una oportunidad para atacar la corrupci¨®n y fortalecer la democracia

La VIII Cumbre de las Am¨¦ricas (13 y 14 de abril) abordar¨¢ el tema "Gobernanza Democr¨¢tica en la Lucha contra la Corrupci¨®n". La tem¨¢tica no podr¨ªa ser m¨¢s oportuna para el momento que vive nuestra regi¨®n, pues en ning¨²n otro per¨ªodo de nuestra historia, nuestros sistemas democr¨¢ticos fueron tan visiblemente sacudidos por el fen¨®meno de la gran corrupci¨®n.

La gran corrupci¨®n no es un fen¨®meno nuevo en la regi¨®n, pero la de car¨¢cter transnacional del esquema Odebrecht puede calificarse como una modalidad sui generis, revelada por la Operaci¨®n Lava Jato. Presente en m¨¢s de 100 pa¨ªses, Transparencia Internacional tiene amplio conocimiento sobre los grandes esquemas de corrupci¨®n, por lo que evitamos definirla como "mayor esquema de corrupci¨®n". Despu¨¦s de todo, la corrupci¨®n es un fen¨®meno oculto y, por lo tanto, s¨®lo podemos ver y medir aquella que fall¨®. Adem¨¢s, es com¨²n que incluso los esquemas descubiertos no lo sean en su completa extensi¨®n, lo que hace temerario cualquier intento de un ejercicio comparativo.

Si bien por ello no podemos calificar el caso Odebrecht como el mayor esquema de corrupci¨®n ya revelado, es s¨ª posible clasificarlo como el m¨¢s sofisticado de la historia del capitalismo moderno. Otros c¨¦lebres dise?os de corrupci¨®n transnacional, como el caso Siemens, ayudan a evidenciar c¨®mo el esquema Odebrecht fue en si mismo extraordinario. Siemens y Odebrecht corrompieron gobiernos en un n¨²mero comparable de pa¨ªses y ambas empresas contaban con ¨¢reas o departamentos internos para cuidar y administrar sus operaciones criminales. Lo que las diferencia sin embargo es la personalizaci¨®n y estandarizaci¨®n de los m¨¦todos utilizados en cada caso. Mientras la empresa alemana variaba su modus operandi de acuerdo con el contexto de cada pa¨ªs, la brasile?a desarroll¨® un m¨¦todo mucho m¨¢s "estandarizado", a fin de pagar sobornos y extraer beneficios il¨ªcitos en los diferentes territorios en los que desarroll¨® su actividad.

La sofisticaci¨®n extraordinaria del esquema Odebrecht, reside precisamente en esto, en el sistema plug and play que ha puesto en pr¨¢ctica. Este sistema funcion¨® con cuatro ejes centrales: (1) el "departamento de transacciones estructuradas" (la estructura de gesti¨®n interna para operar el soborno a gran escala) y su red de empresas ficticias; (2) la promoci¨®n comercial de altas autoridades brasile?as entre los gobiernos, especialmente entre los ideol¨®gicamente alineados; (3) el cr¨¦dito subsidiado para exportaci¨®n de corrupci¨®n del Banco Nacional de Desarrollo Econ¨®mico y Social (BNDES); (4) los profesionales de marketing pol¨ªtico, que ya tra¨ªan consigo los engranajes listos para el lavado de los sobornos a distribuir. Este sistema calzaba perfectamente en un punto de encaje espec¨ªfico en todos los pa¨ªses: las campa?as electorales. Fue a trav¨¦s del financiamiento pol¨ªtico - una dimensi¨®n altamente vulnerable en todos nuestros pa¨ªses - que el sistema plug and play se comenzaba desplegar en cada caso.

Odebrecht confes¨® haber pagado 788 millones de d¨®lares en soborno en al menos 12 pa¨ªses: dos africanos y nueve latinoamericanos, m¨¢s Brasil. Hay indicios de que tales montos, distribuidos a cientos de pol¨ªticos, puede haber sido mucho mayor y haber alcanzado, en casi la totalidad de estos pa¨ªses, incluso el nivel presidencial, como ha ocurrido en el Per¨². Es este el tama?o del mal que la corrupci¨®n transnacional de Odebrecht caus¨® a estas j¨®venes y fr¨¢giles democracias.

La Operaci¨®n Lava Jato, al revelar la gran estandarizaci¨®n del mecanismo utilizado por Odebrecht, ayud¨® tambi¨¦n a revelar patrones de deficiencias recurrentes en los sistemas pol¨ªticos, financieros y de control de la corrupci¨®n en nuestros pa¨ªses, adem¨¢s de deficiencias propias del sistema interamericano. En todos los casos se advierten deficiencias y vac¨ªos en la legislaci¨®n y funcionamiento de las instituciones ligadas, prioritariamente, a la financiaci¨®n de campa?as pol¨ªticas, a los procesos de contrataci¨®n p¨²blica y a los sistemas judiciales, afectados por diferentes carencias y falta de independencia. En el ¨¢mbito interamericano, los desdoblamientos de la Operaci¨®n Lava Jato explicitaron la inoperancia de los mecanismos de cooperaci¨®n penal previstos para la persecuci¨®n de la corrupci¨®n transnacional, reproduciendo los problemas ya evidenciados para enfrentar otros cr¨ªmenes globalizados, como el tr¨¢fico de drogas y armas.

Per¨² y Brasil tienen responsabilidades especiales en esta VIII Cumbre de las Am¨¦ricas. Como pa¨ªs anfitri¨®n, Per¨² recibe la visita de todos los participantes de todo el continente para discutir sobre democracia y corrupci¨®n, en un momento particularmente dif¨ªcil a partir de la crisis pol¨ªtica que provoc¨® recientemente la ca¨ªda del ex presidente Pedro Pablo Kuczynski, lo que se suma a todas las investigaciones en curso y que involucran nada menos que a cuatro ex presidentes supuestamente involucrados en las operaciones de Odebrecht. La delegaci¨®n brasile?a llegar¨¢ a Lima bajo el mando de un presidente acusado y cargando el peso de un pa¨ªs percibido como exportador de corrupci¨®n. Por otro lado, aunque todav¨ªa lejos de la perfecci¨®n, son precisamente estos pa¨ªses donde las reacciones de sus sistemas jurisdiccionales han mostrado mayores avances, destac¨¢ndose los resultados m¨¢s contundentes en Brasil. As¨ª, ambos pa¨ªses tienen la oportunidad de orientar los debates para formular propuestas tangibles que resulten en compromisos anticorrupci¨®n ambiciosos y efectivos, posibilitando que los sistemas nacionales e interamericano puedan enfrentar con ¨¦xito esta lacra que constituye una de las mayores amenazas contempor¨¢neas a los reg¨ªmenes democr¨¢ticos.

Los desaf¨ªos son inmensos, pero Transparencia Internacional cree que la oportunidad de esta Cumbre no puede ser desperdiciada y, por ello, ha elaborado y presentado propuestas concretas de reforma a las delegaciones nacionales. Conjuntamente con la sociedad civil de nuestros pa¨ªses, presionaremos para que nuestras autoridades cumplan su papel, y aprovechen este espacio ¨²nico para hacer avanzar la lucha contra la corrupci¨®n y fortalecer los sistemas democr¨¢ticos en las Am¨¦ricas.

Bruno Brand?o es director ejecutivo de Transparencia Internacional Brasil y Walter Alb¨¢n es director ejecutivo de Pro¨¦tica (cap¨ªtulo peruano de Transparencia Internacional)