Una represi¨®n sin sentido
Todo di¨¢logo debe darse lejos de la manipulaci¨®n y el enga?o y estar dirigido a volver a la democracia plena y el respeto a los derechos humanos
En Nicaragua el r¨¦gimen est¨¢ usando la violencia desproporcionada y sin sentido para reprimir la justa protesta ciudadana encabezada por los j¨®venes que est¨¢n siendo masacrados por fuerzas paramilitares y policiales. Centenares han sido apresados y no se sabe de su paradero.
El reclamo, que empez¨® ante la imposici¨®n de medidas en el sistema de la seguridad social que afectan a empresas de todo tama?o, a trabajadores y ancianos, se ha convertido en un clamor popular por el restablecimiento de la democracia y la libertad conculcadas. Me sumo a este reclamo y junto con miles de nicarag¨¹enses, que forman la inmensa mayor¨ªa del pa¨ªs, exijo el cese de la violencia, que se libere a los presos, que se de cuenta de los desaparecidos y que no se siga asesinando a la gente indefensa.
Todo di¨¢logo debe darse lejos de la manipulaci¨®n y el enga?o y estar dirigido a volver a la democracia plena y el respeto a los derechos humanos. La comunidad internacional y los organismos de derechos humanos deben contribuir a detener la represi¨®n y el derramamiento de sangre, a que se de la plena libertad de prensa y a que cese la violencia oficial, condiciones que se deben cumplir de manera urgente e inmediata antes del inicio de cualquier di¨¢logo con el Gobierno.
Sergio Ram¨ªrez es escritor y fue vicepresidente de Nicaragua. Hoy recibe el premio Cervantes.
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