Macri y Pi?era relanzan en Buenos Aires las relaciones entre Argentina y Chile

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Argentina y Chile firman el m¨¢s ambicioso acuerdo comercial en 20 a?os

Mauricio Macri y Sebasti¨¢n Pi?era son amigos. Se conocen de cuando ambos eran dirigentes de f¨²tbol, el primero en Boca Juniors y el segundo en Colo-Colo. Ambos se acompa?aron luego en sus carreras pol¨ªticas. Pi?era lleg¨® por primera vez a la presidencia de Chile en 2010, cuando Macri era jefe de Gobierno de Buenos Aires. Antes de asumir, visit¨® la capital de Argentina y Macri lo present¨® como el precursor del giro liberal de Am¨¦rica Latina, por ese entonces dominado por gobiernos de izquierda. Pi?era no coincidi¨® con el fin de esa era, como imaginaba Macri, pero s¨ª con su ocaso. En esta nueva presidencia, el chileno puede decir, al fin, que la regi¨®n est¨¢ a su favor. Y lo ha dejado claro junto a Macri en Buenos Aires.

El presidente chileno decidi¨® visitar a su par argentino en su primera gira internacional. Fue un gesto de amistad y tambi¨¦n el relanzamiento de las relaciones bilaterales, muy malas durante el kirchnerismo y en proceso de reconstrucci¨®n durante los a?os en que Macri coincidi¨® con Michelle Bachelet. ¡°Espero que esto sea el principio de algo verdaderamente hist¨®rico en la integraci¨®n", dijo Pi?era desde la Casa Rosada.

Macri y Pi?era coinciden en su manera de ver el progreso econ¨®mico de un pa¨ªs. Los exitosos son aquellos que abren sus econom¨ªas al mundo e impulsan el comercio. En ese mundo, Argentina y Chile tienen mucho para compartir. Los dos presidentes anunciaron en Buenos Aires que en dos semanas enviar¨¢n para su aprobaci¨®n en sus respectivos Parlamentos el acuerdo comercial que firmaron en noviembre del a?o pasado. Entonces, lo presentaron como el m¨¢s ambicioso jam¨¢s acordado entre ambos, un verdadero ¡°paso a la modernidad¡±, como lo defini¨® el canciller argentino, Jorge Faurie.

El acuerdo elimin¨® sobre todo las trabas sanitarias y burocr¨¢ticas que hasta ahora limitaban el comercio bilateral. Abri¨® tambi¨¦n la puerta, por primera vez, a que empresas de ambos pa¨ªses participen en las licitaciones de obra p¨²blica de su vecino. Se trat¨®, en el fondo, de una puerta hacia algo que interesa a ambos: Argentina hacia un acercamiento mayor a la Alianza del Pac¨ªfico, que Chile comparte con Colombia, M¨¦xico y Per¨²; Chile, hacia el Mercosur, el bloque que Argentina integra con Brasil, Paraguay y Uruguay.

La buena sinton¨ªa entre Macri y Pi?era ser¨¢ fundamental para avanzar en la integraci¨®n interbloques, algo que ambos consideran fundamental para el desarrollo de sus econom¨ªas. Un punto fundamental fue, esta vez, los acuerdos energ¨¦ticos. La relaci¨®n bilateral en ese punto siempre fue conflictiva. Chile tuvo una ¨¦poca en la que depend¨ªa del gas que le compraba a Argentina. Para facilitar las transacciones del combustible, ambos pa¨ªses construyeron un gasoducto a trav¨¦s de la cordillera de los Andes. Pero cuando la crisis energ¨¦tica asol¨® Argentina, las ventas se cortaron. Chile apost¨® entonces a las energ¨ªas renovables y ahora ya no necesita de su vecino. El gasoducto, en tanto, sirve para transportar el gas que Argentina compra en Asia y llega por agua hasta las costas chilenas del Pac¨ªfico. ¡°Hemos dado vuelta la llave y el gas va en sentido contrario¡±, contaba risue?o un senador chileno en la Casa Rosada. M¨¢s all¨¢ de la broma, el tema energ¨¦tico ocup¨® buena parte del viaje de Pi?era a Buenos Aires. ¡°Necesitamos un modelo m¨¢s seguro. Que un pa¨ªs sirva de respaldo del otro¡±, dijo Pi?era.

Los acuerdos incluyeron tambi¨¦n temas de integraci¨®n f¨ªsica- como el paso andino de Agua Negra-, de lucha contra el narcotr¨¢fico y el ciberdelito y de defensa del medio ambiente, con proyectos de reservas naturales binacionales. Pi?era viaj¨® adem¨¢s con 20 empresarios que exploraron posibles inversiones, sobre todo en energ¨ªas no renovables, la gran apuesta de Macri. El chileno defini¨® esta nueva etapa de entendimiento como una segunda transici¨®n, que sigue a la primera de los 80 y 90, cuando ambos pa¨ªses pasaron de dictaduras a democracias.

Hay confianza, mucha, entre ambos presidentes, por la amistad que se profesan. ¡°La buena sinton¨ªa entre presidentes sin duda facilita los acuerdos¡±, dijo el senador democristiano Jorge Pizarro, integrante de la comitiva que viaj¨® a Buenos Aires. Habr¨¢ que esperar que las intenciones se transformen en hechos.