Nicaragua llora a sus muertos entre denuncias de violaciones a los derechos humanos
Ortega convoca a un di¨¢logo nacional mientras c¨²pulas empresariales exigen esclarecer la represi¨®n de la semana pasada, que ha dejado al menos 38 muertos
Desde el pasado lunes Managua se ha convertido en un enorme altar para homenajear a las v¨ªctimas de la violencia de la semana pasada, cuando miles de personas salieron a las calles contra una reforma al Seguro Social. El Gobierno del presidente Daniel Ortega reprimi¨® con dureza las protestas. Centenares de personas se re¨²nen cada d¨ªa en puntos c¨¦ntricos de la capital para improvisar altares y llorar a los muertos, una cifra que va en aumento. El Centro Nicarag¨¹ense de Derechos Humanos (CENIDH) ha informado a EL PA?S que ha podido confirmar una a una 38 v¨ªctimas mortales, mientras que la Comisi¨®n Permanente de Derechos Humanos (CPDH) dijo el jueves que contabilizan 63 muertos. La cifra puede aumentar debido a las denuncias de personas desaparecidas. Es, en todo caso, el episodio m¨¢s sangriento de la historia reciente de Nicaragua.
La Fiscal¨ªa anunci¨® al final de la tarde del pasado jueves que abrir¨¢ una investigaci¨®n para esclarecer lo sucedido la semana pasada, cuando iniciaron las manifestaciones contra una reforma al Seguro Social en Nicaragua impuesta sin consenso por el presidente Daniel Ortega. Dado el control del mandatario en todas las instituciones del Estado, el anuncio de la Fiscal¨ªa carece de garant¨ªas de imparcialidad. Aunque Ortega dio marcha atr¨¢s con las reformas, las manifestaciones contin¨²an en Managua y otras ciudades del pa¨ªs con centenares de nicarag¨¹enses que exigen castigo a los culpables de lo que definen como una "masacre", el fin del r¨¦gimen de Ortega, una "salida ordenada" del Ejecutivo y la instauraci¨®n de un gobierno provisional que garantice una transici¨®n pac¨ªfica.
Ortega convoc¨® a un di¨¢logo nacional para solucionar la crisis y pidi¨® a la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) que act¨²e como mediadora. Los obispos han mantenido jornadas intensas para convocar a personalidades del pa¨ªs a que participen, aunque han advertido de que no puede haber di¨¢logo sin un compromiso del Gobierno para esclarecer la violencia de la semana pasada. "El di¨¢logo nacional es un riesgo", dijo Silvio B¨¢ez, obispo auxiliar de Managua y una de las voces m¨¢s cr¨ªticas contra la actuaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional durante las manifestaciones. "Los Obispos no nos dejaremos instrumentalizar y solo buscaremos lo mejor para Nicaragua. Que los criminales que han asesinado y torturado a nuestros j¨®venes no piensen que el di¨¢logo nacional ser¨¢ un manto de impunidad. Ante todo verdad y justicia", advirti¨® el obispo.
La CEN anunci¨® para este s¨¢bado una "peregrinaci¨®n" nacional. Ha convocado a todas sus parroquias a marchar en la capital, para lo que ha solicitado al Gobierno que se les permita contratar a autobuses del transporte p¨²blico. Se espera que esta manifestaci¨®n sea tan masiva como la del lunes, cuando decenas de miles de nicarag¨¹enses marcharon en Managua exigiendo el fin del r¨¦gimen de Ortega.
Los organismos de derechos humanos est¨¢n desbordados para precisar la cantidad de asesinados durante las trifulcas. El CENIDH ha movido a sus activistas a comprobar informaciones que afirman que en los hospitales p¨²blicos yacen cad¨¢veres heridos de bala, que no han sido declarados por las autoridades. Esta semana el Gobierno anunci¨® la liberaci¨®n de decenas de presos capturados en las manifestaciones. Fueron liberados en la carretera, con las cabezas rapadas, andrajosos y semidesnudos. Varios de ellos denunciaron vejaciones y maltratos. Human Rights Watch emiti¨® este viernes un duro pronunciamiento contra el Gobierno de Ortega acus¨¢ndolo de cometer "graves abusos" contra los manifestantes y exigi¨® a la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) que presiona al Ejecutivo sandinista para que permita a la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que visite Nicaragua para "investigar la situaci¨®n" del pa¨ªs. El organismo recuerda que la semana pasada fueron atendidos por la Cruz Roja al menos 435 heridos, de los que 242 fueron hospitalizados. "Las personas que cometan actos violentos deben rendir cuentas ante tribunales independientes, pero tambi¨¦n deben ser investigados los polic¨ªas que hayan empleado fuerza excesiva contra los manifestantes", dijo Jos¨¦ Miguel Vivanco, director de HRW para las Am¨¦ricas.
Las c¨¢maras empresariales del pa¨ªs mantienen su distanciamiento del Gobierno de Ortega. El pasado jueves exigieron que se castigue a los responsables por las muertes de la semana pasada y "que los cr¨ªmenes no queden en la impunidad", a la vez que apoyan las manifestaciones que se registran todos los d¨ªas en Managua y otras ciudades importantes de Nicaragua.
Las m¨¢s conmovedoras de esas protestas son las vigilias que los manifestantes organizan al caer la tarde en la capital para honrar a los muertos. La noche del jueves fue en honor al periodista ?ngel Gahona, asesinado en la caribe?a Bluefields mientras cubr¨ªa las protestas en esa ciudad. El mi¨¦rcoles se llev¨® a cabo una enorme vigilia en la c¨¦ntrica rotonda Jean Paul Genie, donde decenas de personas improvisaron altares con fotos de los muertos en el lugar donde estuvieron los "?rboles de al Vida", enormes estructuras de metal instaladas en Managua por la vicepresidenta Rosario Murillo y s¨ªmbolo del poder en Nicaragua, que han sido derribadas por los manifestantes. A esta manifestaci¨®n lleg¨® Silvia Sirias, quien dijo que lleva una semana participando en las protestas organizadas en Managua. "Decid¨ª que por mis hijos voy a llegar a las ¨²ltimas consecuencias", dijo Sirias. "Si el presidente Ortega tuviera un poquito de verg¨¹enza ya se hubiera ido", concluy¨®.
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