Petro, el discurso y las coincidencias contra el sistema

Gustavo Petro asegura que quiere cambiar Colombia. Ese es el supuesto inicial de su declaraci¨®n de intenciones y lo que, de momento, le ha valido el apoyo de los sectores populares y de muchos j¨®venes, al menos seg¨²n las encuestas. Lo ha hecho con una estrategia que apela a algunos consensos amplios, que sobre el papel son casi universales, como la lucha contra el cambio clim¨¢tico, contra las mafias, la desigualdad o la superaci¨®n del eje de izquierda y derecha.

Este discurso, que de entrada coincide con un sentido com¨²n sin especial sofisticaci¨®n, no es nuevo y suele darse en todos los contextos de impugnaci¨®n del sistema vigente. Ocurri¨®, en otros momentos o con otras premisas, en el Ecuador de la revoluci¨®n ciudadana de Rafael Correa, en Espa?a con el intento de Podemos de romper el mapa tradicional de partidos y pasa en M¨¦xico con Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Tambi¨¦n recurri¨® a una melod¨ªa parecida el chavismo, del que Petro se desmarca ahora p¨²blicamente incluso con m¨¢s claridad que cierta izquierda europea que se niega a condenar el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro, por convicci¨®n, desconocimiento o ¨Ces la opci¨®n menos valiente- porque cree que supondr¨ªa una concesi¨®n a sus adversarios pol¨ªticos.

Las comparaciones no gustan a ning¨²n dirigente, conservador o progresista, aunque todos, sin excepci¨®n, se atienen a un guion. M¨¢s todav¨ªa durante una campa?a electoral. El aspirante de Colombia Humana aprovecha las cr¨ªticas, los ataques y las acusaciones de sus contrincantes, tan leg¨ªtimas como su derecho a rebatir, para redoblar la confrontaci¨®n y escalar posiciones en las encuestas.

Aqu¨ª es donde su discurso se vuelve m¨¢s sofisticado. Petro busca canalizar un malestar ciudadano alentado en buena medida por las formaciones tradicionales e intenta presentarse, a cada paso, como ¨²nica alternativa a ese descontento. Para ello se resiste, con m¨¢s vehemencia que los dem¨¢s candidatos, a ceder el control del marco en el que defiende sus argumentos. Trata de sujetar el significado que m¨¢s les convenga de las palabras. La constante tensi¨®n con los medios no es una mera reacci¨®n a los cuestionamientos de los periodistas. Tiene el objetivo de crear un modelo de comunicaci¨®n paralelo, sobre todo en las redes sociales, que, por muy eficaz que resulte, no es m¨¢s que otro canal para instrumentalizar pasiones y construir una suerte de identidad de pueblo.

La polarizaci¨®n de la campa?a presidencial colombiana, reflejo en ¨²ltima instancia del clima de la sociedad, puede llevar a segunda vuelta a dos l¨ªderes en las ant¨ªpodas: Petro y el uribista Iv¨¢n Duque. Eso a pesar de que en el pa¨ªs haya un abanico m¨¢s amplio de matices pol¨ªticos -Sergio Fajardo, Humberto de la Calle, Germ¨¢n Vargas Lleras- que, seg¨²n la mayor¨ªa de las encuestas, se quedar¨¢n en la estacada. Si se produce finalmente esa disputa, cabe esperar que el establishment que el primero quiere desmontar se ponga en alerta. Al mismo tiempo, se disparar¨¢n las alarmas de quienes no quieren que un aspirante del Centro Democr¨¢tico llegue a la presidencia. Y en definitiva, los millones de ciudadanos que el 27 de mayo se decanten por otras opciones tendr¨¢n mucho m¨¢s dif¨ªcil ir a votar el 17 de junio.