De Teresa de Calcuta al grafiti: los or¨ªgenes de Ricardo Anaya
El candidato presidencial de Por M¨¦xico al Frente, que solo ha participado en una elecci¨®n en dos d¨¦cadas, ha catapultado su carrera con base en su profunda ambici¨®n
Calificar de mete¨®rica la trayectoria pol¨ªtica de Ricardo Anaya (Naucalpan, Estado de M¨¦xico, 1979) ser¨ªa quedarse corto. El expresidente del PAN y candidato de Por M¨¦xico al Frente, de 39 a?os, persigue a las carreras al l¨ªder de los sondeos, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador rumbo a los comicios del 1 de julio. Todav¨ªa lejos de su adversario del Movimiento de Regeneraci¨®n Nacional (Morena), Anaya mantiene su mirada fija en la presidencia anclado en los rasgos que han marcado su breve carrera: una ambici¨®n profunda y un intenso tes¨®n. Este car¨¢cter catapult¨® a un discreto pero astuto pol¨ªtico de provincias con estudios de maestr¨ªa en Derecho Fiscal y un doctorado en Ciencia Pol¨ªtica a los principales reflectores de la pol¨ªtica nacional.
Hace algunos d¨ªas, Anaya cont¨® una historia a sus simpatizantes en San Juan del R¨ªo, un municipio de Quer¨¦taro, el Estado al centro de M¨¦xico donde creci¨® e inici¨® su carrera pol¨ªtica. El candidato relat¨® en un mitin la f¨¢bula de un joven viajero que cargaba una pesada mochila. En un pueblo recomendaron al forastero visitar a un viejo sabio. Al llegar a su casa el joven se sorprendi¨® al ver que este viv¨ªa sin muebles. Solo ten¨ªa una cama y libros. El viejo le explic¨® que esa forma de vida era porque ¨¦l, como el viajero, tambi¨¦n estaba de paso. ¡°Todo lo que traemos puesto es prestado¡±, dijo el sabio. Lo importante es el conocimiento y, seg¨²n Anaya, ¡°la satisfacci¨®n de siempre poder ayudar a alguien¡±.
La an¨¦cdota motivacional no es nueva. Anaya la escuch¨® por primera vez hace 18 a?os, cuando realiz¨® su primera campa?a para convertirse en diputado local. El candidato ten¨ªa entonces 21 a?os. A¨²n no finalizaba la licenciatura en Derecho, pero se sinti¨® capaz de ir a buscar un esca?o a Pinal de Amoles, un remoto distrito serrano en el que no viv¨ªa y que se encontraba a 150 kil¨®metros de su casa. ¡°Dame una oportunidad¡±, pidi¨® Anaya al presidente local del PAN, Sim¨®n Guerrero y a Francisco Garrido, quien se convirti¨® en el padre pol¨ªtico del hoy candidato presidencial.
As¨ª es como Anaya, un enjuto hombre blanco de clase media hijo de una arquitecta y un ingeniero qu¨ªmico y empresario de zapater¨ªas, lleg¨® a una zona de alta marginaci¨®n. ¡°?Y este de d¨®nde es?¡±, preguntaban los habitantes a Jacob Morado, un panista local. ¡°Yo dec¨ªa que era mi sobrino y ¨¦l me comenz¨® a decir ¡®t¨ªo¡¯¡±, cuenta el operador, un hombre cuya tez blanca permiti¨® fingir el parentesco. Morado recuerda que Anaya repasaba los libros de sus clases de Derecho bajo la sombra de un ¨¢rbol mientras llegaban los simpatizantes a sus m¨ªtines.
Solo un joven inexperto y quiz¨¢ entonces algo iluso pod¨ªa encarar con optimismo una misi¨®n destinada al fracaso. Pinal de Amoles, una buc¨®lica localidad de la Sierra Gorda, era un basti¨®n del PRI. En 1997 el PAN obtuvo solo 725 votos. ¡°Ricardo pensaba que pod¨ªa ganar¡±, cuenta Antonio Rangel, su actual operador pol¨ªtico y una de las amistades m¨¢s antiguas de un pol¨ªtico que ha sido reiteradamente acusado de traicionar a sus cercanos. En las elecciones del 2 de julio de 2000, Ricardo Anaya perdi¨® la diputaci¨®n con 2.303 votos, un 25% de los sufragios. El PRI triunf¨® con 3.582. Aquella es la ¨²nica elecci¨®n a la que Anaya ha concurrido de forma directa. Su posterior carrera legislativa se form¨® a trav¨¦s de la v¨ªa plurinominal, que permite a los diputados llegar al Congreso por el voto indirecto. ¡°Es algo del temperamento de Ricardo. A m¨ª nunca se me habr¨ªa ocurrido ir por la v¨ªa plurinominal¡±, cuenta Garrido, quien se convirti¨® en gobernador de Quer¨¦taro en 2003 y quien califica aquella aventura de Anaya como una ¡°campa?a testimonial¡±.
Los cuadros pol¨ªticos de Pinal de Amoles recuerdan el poder de oratoria de Anaya. ¡°Hac¨ªa hincapi¨¦ en lo religioso y en la doctrina social cristiana¡±, dice Morado. El joven Anaya citaba la labor de Teresa de Calcuta y sembraba sus discursos con el ¡°h¨¢gase tu voluntad¡± de Tom¨¢s de Aquino para apelar a un electorado conservador que hoy en d¨ªa cuelga mantas en el pueblo para pedir a las mujeres no ponerse el DIU por ser abortivo.
La capacidad argumentativa de Anaya ha dejado huella en la actual campa?a. Su elocuencia lo hizo triunfador en el primer debate presidencial, el 22 de abril. El hoy candidato comenz¨® a interesarse en la oratoria en el instituto San Javier, una preparatoria marista a la que lleg¨® despu¨¦s de ser expulsado del ?lamos, un colegio del Opus Dei. Anaya conoci¨® all¨ª a su grupo de amigos, autodenominado El Circo. Sus compa?eros lo apodaron pronto El Cerillo (f¨®sforo) por su corte a m¨¢quina y el color del pelo. En el San Javier aprendi¨® a debatir del mejor tribuno, To?o Rangel. ¡°Me llamaba por las noches para preguntarme por la entonaci¨®n¡±, cuenta Rangel. Despu¨¦s de tres a?os de coaching, el alumno super¨® al maestro. Anaya quit¨® a Rangel el primer puesto del concurso de oratoria en el ¨²ltimo a?o de la preparatoria.
Ese tes¨®n, hay quienes lo llaman testarudez, fue determinante para que Anaya iniciara su camino pol¨ªtico. Su carrera comenz¨® en 1997 cuando Francisco Garrido visit¨® su preparatoria para pedir el voto de los j¨®venes y convertirse en el primer alcalde del PAN en Quer¨¦taro. Garrido triunf¨®. A los pocos d¨ªas de su victoria se encontr¨® sentado afuera de su oficina a un ni?o que le era familiar. Lo hab¨ªa visto en el Club Campestre, donde viv¨ªa la clase acomodada de la ciudad. El ni?o, Anaya, se present¨® durante cuatro d¨ªas consecutivos para pedir trabajo al alcalde electo. Un poco harto del pedig¨¹e?o y convencido por su entonces esposa, Garrido le ofreci¨® el Instituto Municipal de la Juventud. Como ¨²nica condici¨®n le exigi¨® que no dejara los estudios universitarios. ¡°Para mi sorpresa sac¨® puro 10¡±, cuenta Garrido en su oficina.
Anaya aprendi¨® en su primer cargo a hacer pol¨ªticas p¨²blicas. Viaj¨® a Jalisco y a Ciudad de M¨¦xico para copiar modelos. Organiz¨® conciertos con grupos de rock y ska como La Matatena y Pante¨®n Rococ¨® en las zonas populares de la ciudad. Tambi¨¦n combati¨® la propagaci¨®n del grafiti imponiendo multas de 6.000 pesos (300 d¨®lares al cambio de hoy). El cargo le permiti¨® investigar lo suficiente para dedicar al tema su tesis de licenciatura. ¡°Chacal es una de las palabras m¨¢s t¨ªpicas del vocabulario de los taggers del centro del pa¨ªs, y aunque no es del todo original, fue retomada con desenfreno en el marco del movimiento que engloba a taggers, skaters y skaceros¡ Dicho vocablo es empleado con diversos significados y abarca casi todo lo que en el movimiento graffitero se considera negativo¡±, escribi¨® Anaya en su tesis. Un conocido acerc¨® el manuscrito de 228 p¨¢ginas al escritor Carlos Monsiv¨¢is, quien termin¨® escribiendo el pr¨®logo e incluyendo a Anaya en una ¡°nueva generaci¨®n de investigadores convencidos de la renovaci¨®n perpetua de las ciudades¡±.
La estancia en el Ayuntamiento ayud¨® a Anaya, sobre todo, a conocer al equipo de colaboradores que a¨²n hoy conforma su n¨²cleo cercano: Edgar Mohar, Micaela Rubio, Sonia Rocha y Marcela Torres Peimbert, la exesposa de Garrido. ¡°A Ricardo le quitaron los pa?ales para irse con Paco Garrido¡±, dice Agust¨ªn Alcocer, quien ense?¨® Teor¨ªa de las Obligaciones a Anaya en la universidad y quien lo recuerda como un atento alumno que ped¨ªa a sus compa?eros apagar los tel¨¦fonos celulares en un gesto de deferencia al profesor.
Garrido hall¨® valor en su pupilo. En 2003 lo hizo director de su campa?a para el Gobierno de Quer¨¦taro. Garrido triunf¨® y convirti¨® a Anaya en su secretario particular. Su principal funci¨®n era coordinar y preparar las juntas del Gabinete. Tambi¨¦n lo hizo administrador de un importante programa de ayuda comunitaria que ten¨ªa un millonario presupuesto con el que deb¨ªa tejer una red clientelar en el Estado y asegurar la continuidad del PAN en el Gobierno. ¡°Ricardo es muy bueno operando para que las cosas pasen¡±, cuenta el abogado y empresario. Anaya tambi¨¦n hablaba del futuro con su mentor. ¡°Su hoja de ruta era ser senador, gobernador de Quer¨¦taro y despu¨¦s quiz¨¢ buscar la presidencia¡±, cuenta Garrido.
Anaya est¨¢ casado desde 2005 con Carolina Mart¨ªnez Franco. Ambos se conocen del Club Campestre de Quer¨¦taro y se hicieron novios desde j¨®venes, cuando ¨¦l ten¨ªa 18 a?os y ella 17. Mart¨ªnez Franco es hija de Donino Mart¨ªnez Diez, un importante empresario de origen espa?ol due?o de restaurantes, hoteles y negocios inmobiliarios en la capital de Quer¨¦taro. Esto permite a la familia Anaya Mart¨ªnez tener una desahogada solvencia. En 2015 el presidente del PAN dijo en una entrevista que su esposa recib¨ªa unos 20.000 d¨®lares mensuales por las empresas de su familia pol¨ªtica. Los negocios de Donino, sin embargo, tambi¨¦n sobrevuelan las pol¨¦micas del candidato. Entre ellas el supuesto lavado de dinero en la compraventa de una nave industrial. Anaya ha sido acusado de aprovecharse de su cargo en el Gobierno de Garrido, de 2003 a 2009. ¡°Si hubiera tenido informaci¨®n privilegiada se la hubiera dado a mis hermanos, no al suegro de Ricardo¡±, bromea el exgobernador. ¡°A mucha gente le ha ido muy bien con las bienes ra¨ªces en Quer¨¦taro, no solo a Donino¡±, asegura Garrido.
El prestigio de Anaya como operador recibi¨® un duro golpe en las elecciones locales de 2009. Tras una desastrosa campa?a, dirigida por ¨¦l y lastrada por un mal candidato, el PAN perdi¨® el poder despu¨¦s de 12 a?os. ?l salv¨® el naufragio arrop¨¢ndose en una diputaci¨®n local, asegurada nuevamente por la v¨ªa plurinominal, y haci¨¦ndose del control de un partido dividido y lastimado por la derrota.
Anaya no desaprovecha las oportunidades cuando se le presentan. Una puerta se le abri¨® en 2010 con el juego de la sucesi¨®n del PAN en Ciudad de M¨¦xico. Esa fue su irrupci¨®n en la pol¨ªtica nacional. Se convirti¨® por tercera ocasi¨®n en coordinador de campa?a. Ahora para Roberto Gil, un diputado cercano al presidente Felipe Calder¨®n, quien quer¨ªa convertirse en presidente del partido. El asalto fracas¨® y Calder¨®n, en una operaci¨®n para sanar heridas internas, compens¨® al equipo con puestos en el Gobierno. Gil se fue a Los Pinos para ser secretario particular y Anaya se convirti¨® en subsecretario de Turismo. En ese contexto se dio el desembarco de Anaya en la capital. Los hombres leales al mandatario Calder¨®n ve¨ªan a un aliado en el pol¨ªtico queretano. El joven meteoro de la pol¨ªtica mexicana a¨²n ten¨ªa mucha de su ambici¨®n por mostrarles.