¡°El Papa me pidi¨® perd¨®n, est¨¢ espantado con los abusos, esto es un tsunami¡±
Juan Carlos Cruz a¨²n no se recupera de su estupor. Hace tres meses, esta v¨ªctima de los abusos del sacerdote chileno Fernando Karadima protagonizaba un choque dial¨¦ctico con el Papa, que en pleno viaje al pa¨ªs austral le acusaba de lanzar ¡°infamias¡± contra el obispo Juan Barros, disc¨ªpulo de Karadima, que seg¨²n Cruz estaba presente cuando abusaba de ¨¦l. Despu¨¦s, el Papa dio un giro de 180 grados, lo invit¨® una semana a Santa Marta, su residencia, le pidi¨® perd¨®n y le crey¨®. Y ahora ha visto c¨®mo los 34 obispos chilenos dimit¨ªan forzados por Francisco. Un ¨¦xito sin precedentes que marca un hito en la lucha de las v¨ªctimas de todo el mundo. Cruz contesta por tel¨¦fono a EL PA?S, muy emocionado y confiado en que el giro del Papa es definitivo.
Pregunta. ?C¨®mo vive la noticia de la dimisi¨®n de los 34 obispos?
Respuesta. Estoy sobrepasado. Despu¨¦s de pasar una semana en casa del Papa hablando con ¨¦l horas, como si lo conociera de toda la vida, y ¨¦l tan cari?oso, ahora ver que ¨¦l en la carta a los obispos chilenos les dec¨ªa muchas cosas de las que hablamos, que las tom¨® muy en serio, como cuando habla de la corrupci¨®n de los obispos, y los acusa de esconder documentos, o de minimizar las cosas. Me emocion¨® que ¨¦l se tomase tan en serio lo que conversamos. Sent¨ª que nuestra visita no fue una cosa de protocolo, de relaciones p¨²blicas.
P. ?Qu¨¦ le cont¨®?
R. Hablamos de todo, de mi vida, de lo que me pas¨®, de la inacci¨®n de los obispos, de c¨®mo trataron de hacernos sentir culpables. A ¨¦l le dijeron que yo era una persona desquiciada. El Papa le dijo despu¨¦s a su secretario ¡°Juan Carlos no puede ser m¨¢s cari?oso, que maravilla haberlo conocido¡±.
P. ?Le explic¨® que viaj¨® a Chile enga?ado? ?l defendi¨® all¨ª que todo eran infamias.
R. Lo primero que me dijo fue ¡°te quiero pedir perd¨®n, a nombre del Papa y de la Iglesia por todo lo que has pasado. Te pido perd¨®n por m¨ª, porque fui causa de esta situaci¨®n que te caus¨® tanto dolor en estos ¨²ltimos meses¡±. Yo le contest¨¦ que no puede ser que est¨¦ rodeado de personas como el nuncio que es nefasto, al cardenal Errazuriz que lo malinforma, que es t¨®xico. Y despu¨¦s tiene obispos que son una verdadera mafia, que todo lo tapan, lo minimizan. El Papa estaba espantado. Le dije que esos hombres han hundido su imagen en Chile, por eso se encontr¨® que hab¨ªa poca gente en las misas. ?l me dijo que le encant¨® ir a Chile pero hab¨ªa visto cosas raras. Lo vi dolido por haber ido a Chile con tan mala informaci¨®n, por eso le creo.
P. ?Le cont¨® los abusos?
R. S¨ª, con mucho detalle. Yo llor¨¦ y a ¨¦l se le notaba dolido. Me puso la mano en el hombro y me dijo ¡°llora chiquillo¡±.
P. ?Le explic¨® que sigue siendo creyente?
R. S¨ª, claro. A ¨¦l le hab¨ªan dicho que yo no cre¨ªa, que era enemigo de la Iglesia. Le dije que me da mucha rabia porque yo sigo creyendo, amando a la Iglesia, pensando que esto puede cambiar. ¡°Mi fe es tremendamente importante para m¨ª, Santidad¡± le dije. Me parece espantoso que hasta eso me traten de destrozar. ¡°Eso es una maldad tremenda¡±, me contest¨®. Yo le expliqu¨¦ que quiero ser una buena persona y no puedo soportar que como me lo hicieron a m¨ª se lo hacen a miles de personas otros obispos en el mundo, y esto tiene que terminar. Le dije que ¨¦l ya tiene una buena fama de que es un hombre cercano. ¡°Usted puede tener un papado espectacular si toma el toro por las astas y da un golpe fuerte en el tema de los abusos y lanza el mensaje de que el Papa no va a tolerar m¨¢s esto¡±, le dije. ?l me contest¨® ¡°ay¨²dame a que el Esp¨ªritu Santo me gu¨ªe para yo saber bien lo que tengo que hacer¡±.
P. ?Cree que ahora se ha tomado en serio el tema de los abusos?
R. Muy en serio. Me est¨¢ llamando muchas v¨ªctimas. Para m¨ª era muy preocupante que la gente pudiera pensar que a m¨ª me hab¨ªa comprado el Vaticano, que esto era un ejercicio de relaciones p¨²blicas. Era muy importante transmitirle el sufrimiento de tanta gente, explicarle que las v¨ªctimas sufren horrores y los obispos se cubren las espaldas. Creo que lo entendi¨®, la carta es muy clara. Fustiga a los obispos. Creo que pedirle la renuncia a toda una conferencia episcopal es un paso enorme, no lo hab¨ªamos visto antes.
P. ?Este Papa podr¨ªa pasar a la historia por un giro en el tema de los abusos?
R. Creo que s¨ª. Est¨¢ dando pasos in¨¦ditos, sabe que esto lo est¨¢ viendo todo el mundo. Estoy optimista, no quiero pecar de naif pero s¨ª. Todo esto tiene un efecto tsunami, ya est¨¢ el precedente chileno, pasar¨¢ en otros pa¨ªses. Estamos muy esperanzados. Esta gente es muy malvada, lo ¨²nico que queremos en Chile es que se vayan para su casa. El Papa nos trat¨® como reyes en Santa Marta y a los obispos como ni?os. Est¨¢ claro que nos crey¨® a nosotros. Cuando viaj¨® a Chile ten¨ªa mala informaci¨®n, quiero darle una segunda oportunidad, se la merece como todo el mundo.
P. ?Hablaron de su homosexualidad y como le hicieron sufrir m¨¢s por eso?
R. S¨ª, hablamos. A ¨¦l le hab¨ªan dicho pr¨¢cticamente que yo era un perverso. Ah¨ª le expliqu¨¦ que yo no soy la reencarnaci¨®n de San Luis Gonzaga pero no soy una mala persona, trato de no hacerle da?o a nadie. Me dijo ¡°Juan Carlos, que t¨² seas gay no importa. Dios te hizo as¨ª y te quiere as¨ª y a m¨ª no me importa. El Papa te quiere as¨ª, t¨² tienes que estar feliz con quien t¨² eres¡±.
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