Y t¨² m¨¢s

El Instituto Electoral hizo un favor a los mexicanos al reducir el debate casi media hora por la ausencia de Margarita Zavala. El segundo encuentro televisado entre los cuatro candidatos a la presidencia de M¨¦xico present¨® un formato difuso con continuas interrupciones donde los periodistas Yuriria Sierra y Le¨®n Krauze realizaron permanentes intervenciones sin dejar que ninguno desarrollara una sola idea m¨¢s all¨¢ de los dos minutos. Entre los dos ocuparon el espacio que reclamaban los mexicanos a seis semanas de las elecciones.

Paralelamente El Bronco, el candidato independiente hasta de s¨ª mismo, robaba los minutos que demandaban los dem¨¢s con comentarios entre lo jocoso y lo irrealizable; desde expropiar un banco a ¡°mochar¡± la mano de los ladrones.

Sobre el papel, los temas no eran poca cosa: frontera, migraci¨®n, cultivos il¨ªcitos, legalizaci¨®n de drogas, comercio exterior, Centroam¨¦rica...algunos de los problemas medulares de M¨¦xico. La realidad fue que a la misma hora en que los cuatro intercambiaban navajazos Netflix destilaba amor en el momento que Luis Miguel disfrutaba de una felaci¨®n en la serie que cautiva a los mexicanos. No hay argumento que pueda con esa escena a pesar de la competencia en vulgaridad que en otro canal ofrec¨ªan los candidatos.

¡°Demagogo¡±, ¡°canallita¡±, ¡°farsante¡±, ¡°mafia del poder¡±, ¡°loco¡±, ¡°c¨ªnico¡±, ¡°hip¨®crita¡± o ¡°riqu¨ªn¡± fueron algunos de los ep¨ªtetos que se escucharon la noche del domingo. A la hora que el ¡®Sol¡¯ de M¨¦xico pasaba de una novia a otra, Luisito Rey dejaba de ser el hombre m¨¢s odiado del pa¨ªs para enfocarse en los cuatro hombres que ocupaban todas las televisiones. El debate incluso tuvo escenas que rozaron el matonismo cuando Ricardo Anaya se puso frente a L¨®pez Obrador para increparle y este respondi¨® con un chiste sobre su cartera.

En cuanto a las propuestas, se repitieron las frases de siempre: ¡°la mejor pol¨ªtica exterior es la pol¨ªtica interior¡± de Obrador; ¡°tus ideas son viejas¡±, de Anaya; ¡°M¨¦xico se enfrenta a un modelo del pasado frente al nuestro del futuro¡±, de Meade o ¡°la gente est¨¢ cansada de ustedes¡±, de El Bronco. En plena incertidumbre sobre el futuro del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, los mexicanos se acostaron sin saber que har¨¢ el pr¨®ximo presidente de M¨¦xico o c¨®mo encarar¨¢ al fen¨®meno Donald Trump.

Lo que deb¨ªa ser un formato para dar la voz al pueblo y a los votantes tampoco logr¨® su objetivo salvo en las redes sociales, donde la etiqueta del Instituto Electoral sobre el debate super¨® los 88 millones de repeticiones en Twitter.

Fue aqu¨ª, entre los escrutadores del enga?o, donde se revel¨® r¨¢pidamente una de las manipulaciones de la noche cuando Jos¨¦ Antonio Meade critic¨® a L¨®pez Obrador por incluir a la ind¨ªgena Nestora Salgado en sus listas. Salgado fue polic¨ªa comunitaria y estuvo detenida ilegalmente acusada de secuestro. Salgado fue, en realidad, una presa pol¨ªtica, como incluso Naciones Unidas demostr¨®. A¨²n as¨ª el cinco veces ministro durante los Gobiernos de Calder¨®n y Pe?a Nieto pareci¨® por momentos un estadista mientras los otros dos se sacaban los ojos ante los espectadores.

Ignorando la salud de los votantes, la de L¨®pez Obrador se convirti¨® tambi¨¦n en uno de los temas del debate. Anaya le reproch¨® que recurra ¡°a un m¨¦dico que no tiene ni Obama¡± y L¨®pez Obrador respondi¨® que es el candidato de m¨¢s edad y, por tanto, de m¨¢s experiencia, pero que est¨¢ ¡°bien de salud¡±.

Ninguno de los ataques al l¨ªder de Morena le movi¨® un pelo y estuvo muy lejos de la bomba nuclear que Anaya y Meade necesitaban para intentar recortar los casi 20 puntos que les lleva el tabasque?o de ventaja. Una de las pocas propuestas conocidas fue el nombramiento, en caso de victoria, de la acad¨¦mica Alicia B¨¢rcenas ante la ONU con la ¨²nica misi¨®n ¡°de proteger a nuestros migrantes¡±.

A la hora de las conclusiones todos pusieron rostro y tono de firmeza para dirigirse a los mexicanos , pero el da?o ya estaba hecho. La abstenci¨®n y Luis Miguel fueron los claros vencedores del debate.