Un marciano en el ¡®palazzo¡¯ Chigi

El mi¨¦rcoles por la tarde, Giuseppe Conte (Volturara Appula, 1964) sali¨® de un apartamento en el centro de Roma y par¨® un taxi en mitad de la calle: ¡°?Cree que llegamos en seis minutos al Quirinal? Tengo una cita¡±. El taxista, como la mayor¨ªa de italianos, no ten¨ªa ni la m¨¢s remota idea de qui¨¦n diablos era el tipo que apostaba contra el diab¨®lico tr¨¢fico de Roma en hora punta. Tampoco imaginaba que al final de aquella carrera en la colina del Quirinal esperaba el presidente de la Rep¨²blica, Sergio Mattarella, para encargarle ocupar el puesto de primer ministro. A la salida de la reuni¨®n, Conte pidi¨® otro taxi y continu¨® con sus citas de la tarde. Esta vez, convertido ya en una celebridad a quien se despidi¨® con aplausos. Como si fuese aquel marciano de Ennio Flaiano que aterriz¨® en Roma.

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Italia jam¨¢s hab¨ªa tenido a un primer ministro de quien nadie hubiese o¨ªdo una palabra. Una idea que sublima la premisa b¨¢sica del populismo pol¨ªtico: cualquiera puede gobernar un pa¨ªs si los ciudadanos est¨¢n detr¨¢s de ¨¦l. Por supuesto, la f¨®rmula es mucho mejor si carece de v¨ªnculos con el pasado, con la casta. Y el profesor de Derecho Privado de Florencia, divorciado, criado en la periferia italiana ¡ªas¨ª llama Luigi Di Maio (Movimiento 5 Estrellas, M5S) al pueblo de San Giovanni Rotondo donde creci¨®¡ª de quien nadie en los salones romanos ten¨ªa noticia, serv¨ªa para aparentar ese principio. Hasta cierto punto.

La elecci¨®n de Conte, exvotante de izquierdas, cat¨®lico y el primer presidente del Consejo de Ministros procedente del sur de Italia en 30 a?os (desde Ciriaco De Mita), responde tambi¨¦n a la s¨ªntesis de una serie de vetos cruzados entre el M5S y la Liga, incapaces de encontrar a un l¨ªder pol¨ªtico que no irritase al otro. Pero puede haber sorpresas. ¡°Tiene car¨¢cter y es ambicioso. Le apetece mucho llevar a cabo esta misi¨®n y cree que puede mediar y moderar los impulsos de ambas formaciones. Sabe que se juega la cara en esta historia y no quiere ir a remolque¡±, explican fuentes cercanas al Quirinal.

El oficio le costar¨¢ aprenderlo. En la oposici¨®n se quejan de su desconocimiento de las din¨¢micas parlamentarias, de su ignorancia de los dosieres europeos que est¨¢n sobre la mesa y de que, probablemente, tardar¨¢ en entender los retos internacionales que debe afrontar Italia en los pr¨®ximos meses. Pero algunas cosas ir¨¢n m¨¢s r¨¢pido. Este mi¨¦rcoles, por ejemplo, entre el primer y el segundo taxi al que se subi¨®, a Conte le dio tiempo a aprender c¨®mo se fabrica el mito del hombre corriente. Al t¨¦rmino de su entrevista, el Quirinal le hab¨ªa preparado un coche oficial con ch¨®fer para llevarle a su siguiente reuni¨®n en la C¨¢mara de Diputados. Pero a la salida le esperaban los flashes de la prensa y los asesores del M5S, a su disposici¨®n todo aquel d¨ªa, prefirieron que cogiera de nuevo un taxi, lo pagase de su bolsillo y siguiera con la puesta en escena del marciano en Roma.

Italia devora un primer ministro cada 14 meses desde hace 72 a?os. La cuesti¨®n ahora es d¨®nde se situar¨¢ Conte en esa media. Massimiliano Panarari, profesor de Comunicaci¨®n Pol¨ªtica de LUISS, la misma Universidad romana donde ense?aba el futuro premier, cree que sus cualidades son contradictorias. ¡°La sublimaci¨®n de la idea populista es que ¨¦l es un portavoz del pueblo. Sobre la base de esta teor¨ªa se elige a un ciudadano como los otros para llevarlo a cabo. Pero en realidad, a ¨¦l se le eligi¨® por sus caracter¨ªsticas como t¨¦cnico, de quien adem¨¢s se quer¨ªan exaltar sus m¨¦ritos internacionales. La idea era demostrar que son competentes. Pero no se puede ser el portavoz de los ciudadanos comunes y tener esa exigencia¡±, se?ala.

El abogado de los italianos

El propio Conte ha empezado buscando una variante sem¨¢ntica para su puesto. ¡°Ser¨¦ el abogado defensor de todos los italianos¡±, lanz¨® en su primer discurso, le¨ªdo y retocado tambi¨¦n por los principales asesores de comunicaci¨®n del M5S (incluida la preparadora televisiva que ha pulido la imagen de Di Maio en los ¨²ltimos meses). ¡°Esa frase no es su manera de expresarse, se lo sugirieron ellos¡±, se?ala una persona que estuvo ese d¨ªa presente. Un eslogan surgido del ideario de la Liga y el M5S y que da por supuesto que 60 millones de personas se encuentran en el banquillo de los acusados en Italia o que nadie les hab¨ªa tratado justamente hasta ahora. Desde las instituciones nacionales hasta la globalizaci¨®n pasando por el mercado laboral. Pero Conte no pertenece a ese mundo de indignaci¨®n.

El profesor entr¨® en el establishment jur¨ªdico toscano de la mano del profesor Umberto Tombari ¡ªcomo tantos otros colegas, ha rehusado comentar nada para este perfil¡ª, quien le present¨® a Mar¨ªa Elena Boschi, subsecretaria del Gobierno de Matteo Renzi y a otros elementos de la ¨®rbita del ex primer ministro. Luego, uno de sus asistentes, el hipot¨¦tico nuevo ministro de Justicia y fidel¨ªsimo escudero de Di Maio, Alfonso Bonafede, le introdujo en los c¨ªrculos de poder del M5S. Pero su exposici¨®n p¨²blica continu¨® siendo nula.

Luciano Fontana, director del Corriere della Sera,?excelente analista y autor del prof¨¦tico libro Un paese senza leader (Un pa¨ªs sin l¨ªder), tampoco hab¨ªa escuchado jam¨¢s su nombre. Pero reconoce en ¨¦l los elementos b¨¢sicos que permiten explicar este tiempo pol¨ªtico. ¡°Al final dos movimientos que hab¨ªan basado toda su fuerza en el voto popular, en la representaci¨®n directa del pueblo, en el l¨ªder conectado con los electores terminan fi¨¢ndose de un t¨¦cnico. Particular, porque ya estaba en el equipo de ministros. Pero un profesor que nadie de nosotros conoc¨ªa. Es una figura que subraya claramente una crisis del sistema que se vio el 4 de marzo. Ah¨ª se eliminaron todos los l¨ªderes que hab¨ªan hecho algo en la ¨²ltima legislatura. Fue el nacimiento de un nuevo mundo pol¨ªtico. Pero no est¨¢ claro cu¨¢nto durar¨¢¡±. De momento, es el del nuevo establishment.