Duque y Petro comienzan a buscar alianzas en un escenario polarizado

La primera vuelta de las elecciones presidenciales del domingo en Colombia dej¨® un mensaje n¨ªtido sobre las expectativas de los ciudadanos. El triunfo del candidato uribista, Iv¨¢n Duque, que se disputar¨¢ la presidencia con el aspirante antiestablishment Gustavo Petro el 17 de junio, supone un castigo para el centro y el proyecto pol¨ªtico del actual mandatario, Juan Manuel Santos. Los resultados muestran tambi¨¦n una polarizaci¨®n entre las dos candidaturas m¨¢s enfrentadas entre s¨ª, en la derecha y en la izquierda del espectro. No obstante, los dos contrincantes deber¨¢n ahora dirigirse tambi¨¦n a los votantes tradicionalmente m¨¢s moderados para asegurase la victoria.?

Duque logr¨® el 39,1% de los votos en unos comicios con una participaci¨®n del 53,38%, un r¨¦cord para el pa¨ªs andino. Super¨® incluso los apoyos obtenidos en 2006 por su mentor, el expresidente ?lvaro Uribe. Su discurso estaba centrado en la recuperaci¨®n econ¨®mica. No obstante, para los colombianos el aspirante del Centro Democr¨¢tico representaba, entre todas las opciones, las posiciones m¨¢s conservadoras y el rechazo al proceso de negociaci¨®n con la antigua guerrilla liderado por el propio Uribe. Fue portavoz de la campa?a del no antes del plebiscito de 2016, su posici¨®n se impuso entonces por la m¨ªnima y el domingo mejor¨® esos resultados por m¨¢s de un mill¨®n de sufragios.

El exsenador, que fue exconsejero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington, tiene un estilo que difiere claramente del de su padre pol¨ªtico, que sigui¨® el recuento desde su finca de Rionegro, cerca de Medell¨ªn. No obstante, las dudas ahora giran en torno a su capacidad para emanciparse de Uribe, a quien debe en buena medida su impulso electoral, y fortalecer su perfil.

Duque no pretende enterrar el acuerdo de paz, aunque s¨ª propone modificaciones importantes relacionadas con la justicia transicional y la participaci¨®n en pol¨ªtica de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Com¨²n, el partido nacido del grupo insurgente. Este planteamiento choca no solo con Santos, que en una reciente entrevista con EL PA?S asegur¨® que ese proceso es ¡°irreversible¡±, sino tambi¨¦n con los otros tres candidatos que quedaron fuera de la competici¨®n.

Se trata del profesor y exalcalde de Medell¨ªn Sergio Fajardo, que se qued¨® a medio paso de la segunda vuelta; Germ¨¢n Vargas Lleras, hasta marzo del a?o pasado vicepresidente con Santos; y Humberto de la Calle, negociador de los acuerdos alcanzados con las FARC.

¡°Gobernar para todos¡±

A ellos, sobre todo a sus votantes, deben dirigirse ahora tanto Duque como Gustavo Petro, exalcalde de Bogot¨¢ y exguerrillero del M-19, un movimiento desmovilizado hace casi tres d¨¦cadas. El primero defendi¨®, tras conocer los resultados, una gesti¨®n ¡°sin retrovisor¡±, lanz¨® un gui?o a Fajardo y a Vargas Lleras y expres¨® su respeto por De la Calle. ¡°Queremos gobernar con todos y para todos los colombianos¡±, asegur¨® antes de invitar a su contrincante a tener una campa?a de segunda vuelta ¡°de altura¡±. Este enfatiz¨®: ¡°Nuestros votos son los votos de la juventud y de los excluidos a lo largo y ancho de Colombia. Pueden ustedes tener la certeza de que vamos a vencer, que se puede cambiar la historia de Colombia¡±. Un dirigente de la lista de Petro, adem¨¢s, especul¨® p¨²blicamente sobre la posibilidad de ofrecer cargos ministeriales a los aspirantes excluidos.

Precisamente, la divisi¨®n de las listas de centro fue lo que permiti¨® al exregidor de la capital situarse en segunda vuelta. La principal conclusi¨®n es que los colombianos tendr¨¢n que elegir entre dos opciones que se alejan del legado de Santos, que dejar¨¢ el testigo en agosto. Por dos razones distintas. Por un lado, la cr¨ªtica a la negociaci¨®n con las FARC, y por otro, la ruptura con su modelo productivo, que en t¨¦rminos macroecon¨®micos ha sido juzgado positivamente por los mercados.

Comienza ahora una carrera que llevar¨¢ durante las pr¨®ximas tres semanas a dos pol¨ªticos con visiones del mundo muy enfrentadas a buscar alianzas. La ventaja de Duque es, en primer lugar, la misma estructura sociol¨®gica de Colombia, donde la izquierda apenas ha tenido espacio. A eso cabe a?adir el clima en el que se ha desarrollado hasta ahora la campa?a electoral, en la que el espejo de la deriva de Venezuela ha estado muy presente.

Esta circunstancia ha forzado a Petro, que tiene de su parte el hartazgo de los ciudadanos con las clases pol¨ªticas tradicionales y las ganas de regeneraci¨®n, a distanciarse del chavismo. En un encuentro con periodistas internacionales celebrado hace semanas afirm¨® que el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro es ¡°una dictadura insostenible con efectos nocivos sobre la poblaci¨®n¡±. Pero vincul¨® esa reflexi¨®n al modelo productivo de Venezuela, pasando por alto la filosof¨ªa pol¨ªtica del expresidente Hugo Ch¨¢vez fallecido en 2013, con quien mantuvo una relaci¨®n de amistad.