G¨¦rard Boulanger, un abogado contra el colaboracionismo
Logr¨® la condena de Maurice Papon, ¨²nico alto funcionario franc¨¦s encarcelado por la deportaci¨®n de jud¨ªos a la Alemania nazi
Es dif¨ªcil pasear por las calles de Par¨ªs, o de cualquier ciudad de Francia, sin toparse con alguna placa conmemorativa que recuerde que en una casa, en una esquina o en una plaza murieron franceses ¡ªcomunistas, miembros de la resistencia, intelectuales o simples ciudadanos¡ª asesinados por los nazis que ocuparon el pa¨ªs durante la II Guerra Mundial. Cuesta algo m¨¢s encontrar un recordatorio de la otra cara de la historia francesa de esa ¨¦poca, la de la estrecha colaboraci¨®n del r¨¦gimen de Vichy del mariscal P¨¦tain con la Alemania de Adolf Hitler y su responsabilidad en la deportaci¨®n de decenas de miles de jud¨ªos que acabaron en campos de exterminio nazis. G¨¦rard Boulanger no se limit¨® a denunciar ese cap¨ªtulo siniestro de Francia. Fue el principal art¨ªfice de una condena considerada hist¨®rica, la de Maurice Papon, el ¨²nico alto funcionario franc¨¦s encarcelado por ¡°complicidad en cr¨ªmenes contra la humanidad¡± por su papel en la deportaci¨®n de jud¨ªos entre 1942 y 1944. El abogado y defensor de los derechos humanos, de 69 a?os, falleci¨® el viernes en su Burdeos natal a causa de un c¨¢ncer. Los homenajes a un hombre que en los ¨²ltimos a?os se dedic¨® tambi¨¦n a defender a los inmigrantes sin papeles y a los demandantes de asilo no han cesado desde entonces.
En 1981, Maurice Papon (1910-2007) estaba en lo m¨¢s alto de su larga carrera dentro del Estado, ocupando la cartera de Presupuestos que le hab¨ªa asignado el Gobierno de Val¨¦ry Giscard d¡¯Estaing tres a?os antes. Hasta que en mayo de ese a?o, el semanario Le Canard Encha?n¨¦ revel¨® su papel en la deportaci¨®n de jud¨ªos durante el r¨¦gimen de Vichy. Como secretario general de la prefectura de Gironda (suroeste) en los a?os de la ocupaci¨®n nazi y encargado de los ¡°asuntos jud¨ªos¡±, Papon fue el responsable de ejecutar las ¨®rdenes alemanas de trasladar entre 1942 y 1944 a 1.690 jud¨ªos del campo de internamiento de M¨¦rignac, abierto por el r¨¦gimen de Vichy, al de Drancy, en las afueras de Par¨ªs, desde donde fueron deportados a campos de concentraci¨®n.
G¨¦rard Boulanger, entonces un joven abogado de Burdeos, present¨® en diciembre de ese mismo a?o las primeras denuncias ante la justicia contra el para entonces ya exministro. Acab¨® representando a casi toda la parte civil del proceso. Le cost¨® m¨¢s de 15 a?os, pero Boulanger logr¨® finalmente que Papon se sentara en octubre de 1997 ante un tribunal que, seis meses m¨¢s tarde, lo conden¨® a diez a?os de c¨¢rcel.
¡°Fue el proceso de un crimen de oficina, de un asesino de estilogr¨¢fica¡±, recordaba hace solo un a?o el abogado y defensor de derechos humanos en una entrevista, cuando se cumpl¨ªa una d¨¦cada de la muerte de Papon. Un juicio que, agreg¨® el abogado, no habr¨ªa sido quiz¨¢s posible antes en una Francia a la que le cost¨® d¨¦cadas asumir su pasado m¨¢s oscuro y reconocer que la responsabilidad no fue solo de los otros. ¡°Un franc¨¦s, alto funcionario, prefecto, diputado, ministro¡ se le ped¨ªa al Estado que condenara al Estado¡±, destac¨® Boulanger, que recordaba tambi¨¦n que hasta 1995, cuando lo hizo Jacques Chirac, ning¨²n presidente hab¨ªa reconocido la responsabilidad de Francia en la deportaci¨®n de jud¨ªos.
La Liga de Derechos Humanos, de cuya direcci¨®n nacional Boulanger form¨® parte en los a?os ochenta, lament¨® la muerte de un ¡°militante intransigente de los derechos humanos¡± cuya lucha por las v¨ªctimas de Papon ¡°permiti¨® una victoria de los derechos sobre el olvido¡±.
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