Si cae Merkel, cae Europa
La UE se halla asediada desde fuera por Trump y Putin y desde dentro por la xenofobia
Europa se acerca a horas decisivas. Sus intereses, sus principios y sus valores se hallan bajo fuego enemigo. Desde fuera, a cargo de Trump y de Putin. Desde dentro, a cargo de los populistas xen¨®fobos que han alcanzado el Gobierno o participan de las mayor¨ªas gubernamentales en un buen n¨²mero de pa¨ªses, especialmente en Polonia y Hungr¨ªa. Y ahora m¨¢s recientemente en Italia, pa¨ªs fundador de la UE y anfitri¨®n del Tratado de Roma en 1957, s¨²bitamente gobernada por una gran coalici¨®n populista que rechaza las restricciones presupuestarias impuestas por el euro y las pol¨ªticas europeas de asilo exigidas por la llegada desordenada de migrantes a sus costas.
Si el presidente de Estados Unidos declara guerras comerciales, destruye los acuerdos multilaterales ¡ªcomo el del clima o el nuclear con Ir¨¢n¡ª, abandona las instituciones internacionales ¡ªcomo la Unesco o el Comit¨¦ de Derechos Humanos de la ONU¡ª y hace mofa de los valores liberales que han sustentado la amistad entre europeos y estadounidenses desde la II Guerra Mundial; el frente de los europeos populistas boicotea las pol¨ªticas de migraci¨®n, obstaculiza la consolidaci¨®n del euro y erosiona la democracia representativa, la divisi¨®n de poderes y los derechos humanos.
El doble ataque, desde fuera y desde dentro, ha dejado el proyecto europeo en manos de Francia y Alemania, pa¨ªses que lo concibieron hace 70 a?os para superar su enemistad hist¨®rica, y que ahora ya solo pueden contar con Espa?a entre los socios de envergadura, despu¨¦s de la sucesiva deserci¨®n de la Polonia ultraconservadora, el Reino Unido del Brexit y la Italia del antieurope¨ªsmo y de la antipol¨ªtica de la Liga y el Movimiento 5 Estrellas.
De poco le puede servir a Macron la ayuda inesperada en Europa del nuevo Gobierno socialista espa?ol
No es la Uni¨®n Europea la ¨²nica construcci¨®n institucional en peligro como resultado del asalto interior y exterior de los populismos. Tambi¨¦n se resquebraja la Alianza Atl¨¢ntica, m¨¢s antigua en su fundaci¨®n, m¨¢s extensa en cuanto a composici¨®n e incluso m¨¢s esencial en su tarea de asegurar la paz y la estabilidad en su calidad de organizaci¨®n militar. En el caso de la OTAN, a la deriva iliberal que experimentan Hungr¨ªa y Polonia se suma la escalada autoritaria de Erdogan desde el fallido golpe militar de agosto de 2016, con lo que son ya tres los socios atl¨¢nticos desviados del ideario fundacional de la Alianza.
Es cierto que la OTAN integr¨®, en nombre del combate contra la Uni¨®n Sovi¨¦tica durante la Guerra Fr¨ªa, a tres reg¨ªmenes autoritarios: el Portugal de Oliveira Salazar, la Grecia de los coroneles y la Turqu¨ªa kemalista. Pero su evoluci¨®n posterior, tras la desaparici¨®n del bloque comunista, situ¨® la defensa de la democracia y de los valores liberales en el coraz¨®n mismo de la Alianza. No es por tanto la discusi¨®n sobre la carga presupuestaria excesiva que recae sobre los espaldas de Washington, tal como la denuncia Trump con insistencias, lo que pone en peligro el futuro del lazo transatl¨¢ntico, sino el escaso compromiso de la actual Casa Blanca con los valores liberales, cuando no su abierta hostilidad hacia quienes los defienden y la simpat¨ªa hacia los aut¨®cratas que los atacan.
Nada expresa mejor la nueva actitud de Washington que el trato preferente a personajes como Kim Jong-un o Putin, y el desprecio que se reserva para los aliados y amigos, como el canadiense Trudeau, la alemana Merkel o el surcoreano Moon Jae-in, puenteado con el acuerdo nuclear con Pyongyang, que incluye la suspensi¨®n de los ejercicios conjuntos de los Ej¨¦rcitos de Corea del Sur y de Estados Unidos. Seg¨²n la exasesora de Obama en asuntos internacionales Celeste Wallander, ¡°la OTAN podr¨ªa sobrevivir a los devaneos populares con el fascismo en Europa (aunque mejor evitar esos experimentos), pero no podr¨¢ sobrevivir si la democracia liberal desaparece en Estados Unidos¡± (Foreign Affairs, julio-agosto 2018).
Buena parte del futuro europeo se va a jugar en apenas dos semanas en Bruselas, entre la reuni¨®n del Consejo Europeo los d¨ªa 28 y 29 de junio y la cumbre de la OTAN, el 11 y el 12 de julio, reuniones a las que acudir¨¢ por primera vez el nuevo presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez. Pero la mayor expectativa es la que suscita la presencia de Trump en la segunda de las cumbres, especialmente despu¨¦s del fiasco del G7 en Qu¨¦bec, cuando el presidente estadounidense expres¨® su deseo de recuperar la presencia de la Rusia de Putin y luego retir¨® su firma del comunicado final en demostraci¨®n de su enfado por las represalias canadiense ante las agresivas medidas proteccionistas de Washington. El aspecto m¨¢s ofensivo de los aranceles sobre el acero y el aluminio impuestos por Trump a sus aliados, coincidiendo con el G7, es la utilizaci¨®n del argumento de la seguridad nacional, especialmente impropio trat¨¢ndose de socios de 70 a?os de una alianza militar.
Trump ha alentado el Brexit, mostrado sus simpat¨ªas por Le Pen, atacado las pol¨ªticas de Merkel y jaleado populismos
En la cumbre de la OTAN, Trump tendr¨¢ una nueva ocasi¨®n para profundizar en su estrategia de maltratar a los amigos y rendirse a los pies de los aut¨®cratas, de forma que es muy posible que de nuevo afee a Angela Merkel su escaso gasto militar, su super¨¢vit comercial e incluso su pol¨ªtica de inmigraci¨®n. Parte de esta tarea la han realizado ya su embajador en Berl¨ªn, Richard Grenell, y su exasesor y consejero electoral Stephen Bannon, con sus incendiarias declaraciones y actuaciones en favor de la extrema derecha populista europea. Son adem¨¢s crecientes los temores a una explosi¨®n trumpista durante la cumbre que d¨¦ al traste con la reuni¨®n y lesione gravemente las relaciones transatl¨¢nticas.
Apenas necesita demostraci¨®n la coordinaci¨®n impl¨ªcita entre Trump y Putin para destruir la idea de unidad europea. Quiz¨¢s llegar¨¢ a probarla judicialmente el fiscal especial Robert Mueller III, encargado por el Departamento de Justicia de la investigaci¨®n sobre las interferencias rusas en la campa?a presidencial. Trump ha alentado el Brexit, ha mostrado sus simpat¨ªas por Marine Le Pen en Francia, ha atacado las pol¨ªticas de asilo de Angela Merkel y ahora todav¨ªa jalea a los Gobiernos populistas de Orb¨¢n en Hungr¨ªa y de Salvini en Italia.
Solo Merkel y Macron resisten en la ¨²ltima trinchera. El flanco d¨¦bil es ahora el del Gobierno alem¨¢n, en el que el ministro del Interior, el b¨¢varo Horst Seehofer, en sinton¨ªa con los populistas de Austria, Italia y el grupo de Visegrado (Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa, Eslovaquia y Polonia), amenaza con derribar a la canciller si no cambia su pol¨ªtica de migraciones en 15 d¨ªas. Nada podr¨¢ hacer Emmanuel Macron ¨¦l solo, si se encuentra como pareja del eje franco-alem¨¢n con un Gobierno conservador derechizado para competir con la ultraderecha de la Alternativa para Alemania. De poco le valdr¨¢ tampoco la ayuda inesperada, aunque digna de agradecer, del nuevo Gobierno espa?ol de Pedro S¨¢nchez con el ejemplo de defensa de los valores europeos que ha significado el acogimiento de los refugiados del buque Aquarium, exactamente en los mismos d¨ªas en que Trump exhib¨ªa su vocaci¨®n de Herodes con los hijos de los migrantes que llegan sin papeles a las fronteras de Estados Unidos. En palabras prematuras de Merkel de 2011, si cae el euro, cae Europa, que ahora se pueden traducir de forma personalizada respecto a la pol¨ªtica de fronteras: si cae Merkel, caer¨¢ Europa.
tribuna internacional
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