La guerra silenciosa
Las pol¨ªticas suicidas de Donald Trump constituyen una invitaci¨®n al populismo
A lo largo de una guerra silenciosa que desafortunadamente ya estall¨®, esta vez no veremos fotograf¨ªas de ciudades destruidas por los obuses lanzados por la aviaci¨®n enemiga, no, no habr¨¢ otra Hiroshima ni Nagasaki ni Pearl Harbor; no oiremos el macabro sonido de las sirenas al anunciar la proximidad de otro bombardeo ni observaremos las luces de los reflectores al escrutar el cielo durante las noches ag¨®nicas en busca de los aeroplanos asesinos de sociedades inocentes ni se proceder¨¢ al recuento de ca¨ªdos o heridos cuando los motores de la muerte se pierdan en medio de una pavorosa humareda en la inmensidad del infernal firmamento. No, esta guerra ser¨¢ distinta: en lugar de millones de muertos habr¨¢ millones de desempleados, quienes en su justificada desesperaci¨®n, bien podr¨ªan votar por otro l¨ªder populista dotado de una eficiente capacidad para mentir y prometer un futuro imposible de materializar, solo para volver a precipitar una ruina mayor a la existente.
Estados Unidos tendr¨¢ que pagar miles de millones de d¨®lares por ciertas importaciones vitales que realizaba a trav¨¦s de sus antiguos socios comerciales
Trump, genio o loco, instalado en Su Lucha (Mein Kampf), deton¨® una temeraria guerra de aranceles en la b¨²squeda de un proteccionismo suicida apartado del acelerado proceso de globalizaci¨®n mundial. Resulta imposible negar la existencia de sesudos consejeros presidenciales, quienes en su momento, deber¨ªan haber asesorado a Trump respecto a las consecuencias comerciales, sociales, financieras y tributarias de imponer barreras arancelarias en aras de proteger a su pa¨ªs, seg¨²n ¨¦l atacado y explotado por el mundo entero. ?Al jefe de la Casa Blanca atenazado por una pat¨¦tica xenofobia, no le parecen los mexicanos? ?No¡? ?Pues a levantar un muro! ?En su paranoia industrial, no est¨¢ conforme con los libres mercados? ?No¡? ?Pues a erigir barreras arancelarias y a amurallar a Estados Unidos, ignorando las desventajas padecidas por los chinos cuando construyeron la Gran Muralla solo para provocar un atraso inimaginable al haber dado las espaldas al mundo!
Trump, en su megaloman¨ªa, lleg¨® a pensar que al disparar los aranceles del acero y del aluminio en contra de los productores internacionales de dichos insumos, ?los pa¨ªses afectados al dejar de captar miles de millones de d¨®lares de divisas se iban a quedar aterrorizados por los manotazos y palabrer¨ªa del inquilino de la Casa Blanca? No existe enemigo peque?o, primera lecci¨®n de p¨¢rvulos que Trump no aprendi¨® nunca, en el entendido, claro, est¨¢, que ni la Uni¨®n Europea ni China ni Canad¨¢ ni M¨¦xico, sus socios del TLC, son, en modo alguno, peque?os que ¨¦l desprecia en su car¨¢cter de amo del mundo¡
El contraataque ya empez¨®: Estados Unidos tendr¨¢ que pagar miles de millones de d¨®lares por ciertas importaciones vitales que realizaba a trav¨¦s de sus antiguos socios comerciales. Lo anterior se traducir¨¢ en inflaci¨®n, de la misma manera en que las exportaciones yanquis se ver¨¢n afectadas, desde que los pa¨ªses consumidores de sus productos buscar¨¢n proveedores m¨¢s baratos y confiables, lo cual implicar¨¢ una ca¨ªda importante en la captaci¨®n de divisas y en el empleo. ?De qu¨¦ vivir¨¢n los norteamericanos destinados a surtir los pedidos de casi todo el mundo si estos ¨²ltimos se cancelan? Solo que hay m¨¢s: la Uni¨®n Europea va a producir sus propias armas y dejar¨¢ de importarlas de Estados Unidos con cifras que alcanzan 14 billones de d¨®lares. China, por su parte, impondr¨¢ grav¨¢menes a las importaciones yanquis por 50 billones de d¨®lares, sin olvidar que sus transacciones de petr¨®leo las har¨¢ en yuanes respaldados en oro y adem¨¢s dejar¨¢ de comprar bonos del Tesoro de Estados Unidos, hecho in¨¦dito que har¨¢ las veces de un poderoso detonador de otra guerra no menos alarmante: la financiera. M¨¦xico aumentar¨¢ sus aranceles en aquellos productos consumidos por estadounidenses adoradores de Trump, estrategia que supone para estos el incremento puntual de precios, una carga financiera adicional destinada a cobrar un cargo extra por las pol¨ªticas de su querido de l¨ªder.
La guerra silenciosa se traducir¨¢ en inflaci¨®n y desempleo, en contracci¨®n del gasto p¨²blico, en el desplome de la captaci¨®n de divisas, en efervescencia social y descontento que los populistas universales sabr¨¢n aprovechar sin duda alguna. ?Un resumen? Las pol¨ªticas suicidas de Trump constituyen una invitaci¨®n al populismo que bien podr¨ªa volver a regresar las manecillas del reloj de la historia¡
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