Horas decisivas para Europa y Mercosur
Un tratado de libre comercio entre los dos bloques contrastar¨ªa con el repliegue comercial que se verifica en todo Occidente
El pr¨®ximo lunes, en Bruselas, se definir¨¢ la suerte de un proceso que se arrastra, en c¨¢mara lenta, desde hace 18 a?os. Los t¨¦cnicos de la Uni¨®n Europea y del Mercosur podr¨ªan aprobar el texto b¨¢sico de un Tratado de Libre Comercio entre los dos bloques. Si eso ocurre, una semana m¨¢s tarde los ministros de Relaciones Exteriores suscribir¨ªan el cap¨ªtulo pol¨ªtico de ese acuerdo. La demora en alcanzar ese resultado es una se?al de los niveles de proteccionismo que imperan a ambos lados del Atl¨¢ntico. Pero la novedad ser¨ªa luminosa. Contrastar¨ªa contra el repliegue comercial que se verifica en todo Occidente. Sobre todo en los Estados Unidos. Y lo m¨¢s curioso: ser¨ªa un ¨¦xito diplom¨¢tico que dos presidentes, Michel Temer y Mauricio Macri, alcanzan desde una gran debilidad.
La negociaci¨®n comercial es una carrera de obst¨¢culos. Ya se hab¨ªa removido el del sector agr¨ªcola, centrado en los cupos de carne admitidos por Europa, cuando apareci¨® la resistencia sudamericana a abrir el mercado automotor. La disputa ha sido tan dura que la negociadora de la Uni¨®n, Sandra Gallina, ofreci¨® un informe cargado de pesimismo a los europarlamentarios especializados en esta transacci¨®n. Encabezados por el espa?ol Ignacio Salafranca, esos legisladores fueron hasta ahora uno de los principales soportes que ha tenido el entendimiento.
La reticencia del Mercosur es, sobre todo, de Brasil. Muy comprensible: pone a disposici¨®n un mercado gigantesco. Para el caso de los autos, reclama siete a?os sin tocar el arancel externo actual, del 35%. Del a?o siete al quince esa barrera ir¨ªa descendiendo hasta llegar a cero. Durante los primeros siete a?os se conceder¨ªa un cupo para que ingresen autom¨®viles europeos con una tarifa del 17,5%. El cupo empez¨® siendo m¨ªnimo: 350 millones de d¨®lares. Europa reclama un statu quo de tres a?os, no de siete. Y llegar a cero en 10 a?os, no en 15. Para el per¨ªodo inicial el cupo de exportaciones deber¨ªa ser mayor.
Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay no defienden a las terminales automotrices. Son casi todas europeas. Su preocupaci¨®n son los autopartistas, que no podr¨ªan competir con los del otro lado del Atl¨¢ntico. Los negociadores de ambos bloques admiten, as¨ª y todo, que la diferencia podr¨ªa superarse.
Despejado el problema de los autom¨®viles, aparece un nudo dif¨ªcil de desatar: la industria farmac¨¦utica, sobre todo la argentina. Los laboratorios europeos se quejan de que patentar un medicamento en la Argentina demanda un tr¨¢mite infinito. Tambi¨¦n denuncian ataques a la propiedad intelectual con la fabricaci¨®n de copias. Es dif¨ªcil que alguien ceda. Superar este enfrentamiento requerir¨¢ de una gran voluntad pol¨ªtica. En especial, de Mauricio Macri. No ser¨ªa su primer conflicto con los laboratorios locales. Ya tuvo uno cuando decidi¨® algo tan sensato como que las compras estatales de remedios se hicieran con concurso de precios.
La elaboraci¨®n del acuerdo debe resolver un inventario interminable de cl¨¢usulas destinadas a mantener protecciones: reglas de origen, normas fitosanitarias, denominaciones. Son cercos m¨¢s o menos elegantes que disimulan que lo que se denomina ¡°libre comercio¡± es siempre comercio administrado.
Los t¨¦cnicos est¨¢n presionados por la pol¨ªtica. En agosto los brasile?os estar¨¢n sumergidos en una campa?a electoral de dudoso desenlace. En una flamante encuesta de CNI/Ibope, Jair Bolsonaro y Marina Silva son los candidatos con mayor intenci¨®n de voto. Bolsonaro con un 17% y Marina con un 13%. Ninguno de los dos es un campe¨®n del comercio libre. Por eso es relevante que el tratado sea aprobado antes de que Temer abandone la presidencia de Brasil.
En la Argentina las elecciones presidenciales ser¨¢n en octubre del a?o pr¨®ximo. Aun as¨ª no es inocua una eventual postergaci¨®n de las negociaciones. La crisis econ¨®mica que se desencaden¨® en abril ha puesto en duda la reelecci¨®n de Macri, que parec¨ªa inexorable. Asoma la hip¨®tesis, todav¨ªa muy brumosa, de un sucesor peronista. Si esta alternativa se consolida, ser¨¢ sobre una ola de desencanto de las pol¨ªticas liberalizadoras del actual Gobierno. Un clima desfavorable para un pacto de apertura comercial.
Este horizonte incierto explica la premura. Si el pr¨®ximo lunes se aprueba un esquema m¨ªnimo de acuerdo, habr¨¢ que esperar por lo menos dos a?os para que esa innovaci¨®n tenga efectos pr¨¢cticos. Todav¨ªa falta negociar la letra chica de los aranceles y cupos provisorios. Y que los Parlamentos les den el visto bueno.
Esa parsimonia no debe disimular que el tratado representar¨ªa un giro copernicano, sobre todo para el Mercosur. Ese bloque, que es uno de los m¨¢s proteccionistas del planeta, iniciar¨ªa un proceso gradual pero sostenido de integraci¨®n con mercados que le exigir¨ªan m¨¢s competencia y mejor institucionalidad. Grandes conquistas de largo plazo que ser¨ªan imposibles si en los ¨²ltimos 10 a?os no se hubiera producido un cambio relevante en el cono sur: la multiplicaci¨®n en Brasil de empresas grandes y con capacidad para competir a nivel global, sobre todo en el terreno agroindustrial.
Los europeos que alientan el tratado, liderados por los empresarios espa?oles, que ya tienen gran presencia en el Mercosur, emiten tambi¨¦n un mensaje llamativo. Contrastan con el inesperado proteccionismo anglosaj¨®n del Brexit y de Donald Trump. Y levantan la bandera de la apertura y la integraci¨®n frente a las corrientes que, tambi¨¦n en Europa continental, predican la clausura.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Michel Temer
- Argentina
- Gobierno Brasil
- Brasil
- Gobierno
- Latinoam¨¦rica
- Acuerdo Mercosur-UE
- Tratados UE
- Mercosur
- Tratados Libre Comercio
- Relaciones comerciales
- Tratados internacionales
- Libre comercio
- Comercio internacional
- Relaciones internacionales
- Relaciones econ¨®micas
- Uni¨®n Europea
- Comercio
- Organizaciones internacionales
- Europa
- Relaciones exteriores
- Edici¨®n Am¨¦rica