El aborto, clave en la designaci¨®n de un juez para el Supremo de Estados Unidos
Trump acelera la b¨²squeda de un magistrado tras la jubilaci¨®n de Kennedy
La plaza vacante en el Tribunal Supremo se ha convertido en la gran batalla pol¨ªtica en Estados Unidos. Anthony Kennedy anunci¨® el pasado mi¨¦rcoles su jubilaci¨®n tras 30 a?os en la m¨¢xima autoridad judicial del pa¨ªs. Eso concede a Donald Trump, que ha empezado a reunirse con potenciales sustitutos, una de las mayores potestades que tiene un presidente: proponer a un candidato para un cargo vitalicio que, si es aprobado por el Senado, puede influir durante d¨¦cadas en el rumbo social de EE UU. Y Kennedy, de 81 a?os, no es un juez cualquiera. Aunque de tendencia conservadora, en muchas ocasiones su voto ha ejercido de p¨¦ndulo para blindar, junto a los juristas progresistas, la legalidad de asuntos de enorme calado, como el derecho al aborto o el matrimonio igualitario.
La jubilaci¨®n de Kennedy ha propiciado sentimientos antag¨®nicos. Los c¨ªrculos conservadores lo ven como una oportunidad de oro para afianzar su influencia en el Supremo. Los progresistas temen un retroceso monumental en asuntos sociales. El debate gira, sobre todo, alrededor de la posibilidad de que pueda verse afectada la sentencia del tribunal en 1973 que legaliz¨® el aborto en EE UU. Hay dos senadoras republicanas, del ala centrista del partido, que han apoyado en el pasado el derecho a la interrupci¨®n al embarazo. Una de ellas, Susan Collins, ha advertido que votar¨¢ contra un candidato al Supremo que sea ¡°hostil¡± con el fallo que legaliz¨® el aborto.
Trump continu¨® este martes preparando la selecci¨®n de un nominado para la vacante de Kennedy. El mandatario se reuni¨® el lunes con cuatro posibles candidatos ¡ªdedic¨® 45 minutos a cada uno de ellos por separado¡ª y el martes habl¨® con otros tres, seg¨²n explic¨® a la prensa el portavoz de la Casa Blanca Raj Shah.
En la campa?a electoral de 2016, buscando el voto religioso, Trump prometi¨® nominar a candidatos al Supremo que fueran cr¨ªticos con el derecho al aborto. El republicano anunci¨® una lista de 25 potenciales juristas conservadores, elaborada por organizaciones sociales afines, para cubrir la vacante dejada por la muerte de Antonin Scalia en 2016. Tras ganar los comicios, Trump nomin¨® a Neil Gorsuch y logr¨® con ¨¦xito su confirmaci¨®n, lo que afianz¨® la ventaja de cinco juristas conservadores frente a cuatro progresistas en el tribunal.
Las cuatro personas que el mandatario entrevist¨® el lunes son jueces federales de apelaci¨®n. Tres hombres y una mujer. Hay dos que parten con ventaja, seg¨²n fuentes conservadoras citadas por The Washington Post, aunque Trump es impredecible. Uno de ellos es Brett Kavanaugh, de 53 a?os, que trabaj¨® en la investigaci¨®n del impeachment de Bill Clinton, para el Gobierno de George W. Bush y como asistente en el Supremo. Recientemente vot¨® en contra de permitir abortar a una inmigrante indocumentada que estaba en un centro de detenci¨®n.
La otra es Amy Coney Barrett, de 46 a?os, que fue durante a?os profesora universitaria y tambi¨¦n trabaj¨® en el Supremo. Durante su votaci¨®n, el a?o pasado, para ser juez de apelaciones, los dem¨®cratas cuestionaron si su fe cat¨®lica pod¨ªa influir en sus decisiones.
La aritm¨¦tica parlamentaria es clave. El candidato que Trump nomine debe ser aprobado por el Senado. Los republicanos de Trump controlan 51 esca?os en la C¨¢mara Alta frente a 49 dem¨®cratas. Los conservadores solo se pueden permitir perder un voto. En caso de empate a 50, el vicepresidente Mike Pence, como presidente del Senado, puede desempatar la votaci¨®n. Otra complicaci¨®n para los republicanos es que John McCain lleva meses sin acudir al Senado porque est¨¢ luchando contra un avanzado c¨¢ncer cerebral y es una inc¨®gnita si podr¨ªa estar presente. El objetivo de los conservadores es que la votaci¨®n tenga lugar antes de las elecciones legislativas de noviembre, en las que corren el riesgo de perder su exigua mayor¨ªa en la C¨¢mara Alta.
La dificultad de cambiar un fallo hist¨®rico
La mayor¨ªa de expertos considera muy dif¨ªcil revertir con rapidez el fallo de 1973 del Tribunal Supremo que legaliz¨® el aborto en Estados Unidos. El mayor motivo es la doctrina contraria, salvo circunstancias excepcionales, a que un tribunal se contradiga a s¨ª mismo. Cualquier decisi¨®n de ese tipo llevar¨ªa a?os.
Lo que se considera m¨¢s factible es que un Supremo muy conservador se muestre tolerante con los esfuerzos de diferentes Estados por dificultar la interrupci¨®n del embarazo. Iowa aprob¨® recientemente una ley que proh¨ªbe la mayor¨ªa de abortos a las seis semanas de gestaci¨®n cuando el Supremo lo permite hasta las 22 semanas aproximadamente. La ley fue r¨¢pidamente recurrida y el objetivo notorio de sus promotores es que el caso llegue al Tribunal Supremo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.