Los testigos de Jehov¨¢ deber¨¢n pedir permiso cuando recojan datos puerta a puerta

Los testigos de Jehov¨¢ deber¨¢n informar a los ciudadanos con los que tratan de los datos que han recogido sobre ellos y pedirles su consentimiento para guardarlos y utilizarlos. As¨ª lo ha decidido este martes una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE. Los jueces comunitarios creen que la informaci¨®n que almacenan los miembros de esta comunidad religiosa, como cualquier otra, no debe quedar exenta de cumplir la norma de protecci¨®n de datos europea, y la forma de obtenerla ha de ajustarse a las reglas.

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Cuando un usuario completa un formulario para unirse a una red social a trav¨¦s de Internet, marca una casilla en la que, si as¨ª lo desea, cede voluntariamente su informaci¨®n personal. Hasta ahora, eso no suced¨ªa cuando predicadores de los testigos de Jehov¨¢, en su recorrido casa por casa, tomaban notas de sus entrevistas. En ellas constan, muchas veces sin conocimiento de sus interlocutores, datos como el nombre y la direcci¨®n, u otros especialmente sensibles como la situaci¨®n familiar o la religi¨®n del inquilino de la casa.

La justicia europea, preguntada al respecto por un tribunal finland¨¦s, ha dictaminado que deber¨¢n adaptar su forma de organizarse para conseguir adeptos. "Una comunidad religiosa es responsable, junto con sus miembros predicadores, del tratamiento de los datos personales efectuado por estos ¨²ltimos en una actividad de predicaci¨®n puerta a puerta", explica el fallo.

El art¨ªculo 9 del reglamento europeo de protecci¨®n de datos (RGPD) estipula que las organizaciones y empresas no pueden tratar informaci¨®n personal en la que se incluya la raza, opiniones pol¨ªticas, convicciones religiosas u orientaciones sexuales, pero establece como ¨²nica excepci¨®n que el interesado d¨¦ su consentimiento expl¨ªcito, una petici¨®n de permiso que no es habitual en la actividad de los testigos de Jehov¨¢.

"El RGPD se aplica con independencia de que los datos se capten en el entorno f¨ªsico o en internet. Hay que dejar muy claro que su protecci¨®n afecta al honor y a la intimidad de las personas y que se basa en su consentimiento, especialmente en el caso de los datos m¨¢s protegidos, como son los relativos a creencias religiosas", aclara el experto en derecho digital Borja Adsuara.

En la pr¨¢ctica, la sentencia les obliga, en primer lugar, a que expliquen a los ciudadanos con los que conversen qu¨¦ informaci¨®n van a almacenar, y a continuaci¨®n, a que autoricen su uso. Tambi¨¦n a extremar la precauci¨®n sobre las personas que tienen acceso a la misma. Los magistrados estiman que no es relevante si est¨¢ anotada a bol¨ªgrafo o forma parte de un archivo de Excel. "El concepto de fichero comprende datos personales recogidos durante una actividad de predicaci¨®n puerta a puerta que incluya nombres, direcciones y otra informaci¨®n relativa a las personas visitadas, siempre que los datos est¨¦n estructurados seg¨²n criterios determinados que permitan recuperarlos f¨¢cilmente para su utilizaci¨®n posterior".

Todo hace indicar que la obligaci¨®n fijada por el tribunal dificultar¨¢ la recogida de datos por parte de los testigos de Jehov¨¢, dado que se enfrentar¨¢n a eventuales reticencias de las personas con las que se entrevistan a aceptar aparecer en ficheros. El cambio en la forma en que hasta ahora obtienen y almacenan los datos depender¨¢ del celo que muestren las autoridades en comprobar que cumplen con las normas.

La protecci¨®n de los datos se ha convertido en una de las prioridades de la Uni¨®n Europea en los ¨²ltimos tiempos. El uso de informaci¨®n personal por parte de multinacionales tecnol¨®gicas aparece como una de las grandes l¨ªneas de negocio presentes y futuras para compa?¨ªas como Google, Facebook o Amazon, pero en paralelo al rentable manejo de los datos ha crecido la preocupaci¨®n sobre sus movimientos sin autorizaci¨®n, sobre todo desde el esc¨¢ndalo de Cambridge Analytica. Ante esa tesitura, la UE ha puesto en marcha la norma m¨¢s garantista del mundo con la informaci¨®n privada, en vigor desde el pasado 25 de mayo.