Trump redobla la presi¨®n a China al proponer una fuerte subida de aranceles
El presidente pide aumentar del 10% al 25% el gravamen a importaciones a EE UU de bienes chinos por valor de 200.000 millones de d¨®lares
Estados Unidos pasa al ataque en su guerra comercial con China. El presidente Donald Trump propuso este mi¨¦rcoles a la Oficina del Representante de Comercio Exterior aumentar del 10% al 25% el tipo arancelario a importaciones a EE UU de bienes chinos por valor de 200.000 millones de d¨®lares. La decisi¨®n todav¨ªa no es firme y estar¨¢ en estudio hasta septiembre. Pero la propuesta de m¨¢s que duplicar la tasa impositiva del 10%, anunciada hace tres semanas, manda un rotundo mensaje de Trump a Pek¨ªn de que est¨¢ dispuesto a casi todo en su cruzada por revertir el d¨¦ficit comercial con el gigante asi¨¢tico.
La ofensiva de la Administraci¨®n republicana contra China, que llega en un momento de distanciamiento diplom¨¢tico con Pek¨ªn, dispara la tensi¨®n arancelaria entre las dos mayores econom¨ªas del mundo, y se une a las otras guerras comerciales lanzadas por Trump contra Europa, M¨¦xico y Canad¨¢. El anuncio llega solo una semana despu¨¦s de que el republicano congelara la disputa con la Uni¨®n Europea: Washington decidi¨® no imponer nuevos aranceles a Bruselas, que tampoco contraatacar¨¢, pero se mantienen los impuestos estadounidenses al acero y aluminio, y la represalia europea.
¡°No se ha tomado una decisi¨®n final¡±, explic¨® un alto cargo del Gobierno en una conferencia telef¨®nica con periodistas. Insisti¨® en que el objetivo es forzar a China a ¡°cambiar su comportamiento¡± comercial, critic¨® que Pek¨ªn se ha limitado a responder a los castigos y dijo que Washington sigue abierto a negociaciones.
Los grav¨¢menes a m¨¢s de 6.000 productos chinos cuyo valor de exportaci¨®n ronda los 200.000 millones de d¨®lares golpear¨ªan presumiblemente a bienes de consumo, alimentaci¨®n y maquinaria. Ser¨ªa la siguiente fase de las anteriores penalizaciones. EE UU ya ha impuesto a China un arancel del 25% a importaciones por valor de 34.000 millones de d¨®lares y ya avanz¨® que castigar¨¢ al mismo tipo otros bienes por valor de 16.000 millones.
El republicano, que gan¨® las elecciones de 2016 con un discurso proteccionista y aislacionista, conf¨ªa en que redoblar la contundencia forzar¨¢ a China a hacer concesiones de calado. Trump ha puesto a Pek¨ªn en el centro de su diana al considerarlo el mayor motivo del declive de EE UU, que ¨¦l pregona y afirma estar remediando. El presidente sostiene que China ha aprovechado sin piedad el aperturismo mercantil de Washington en las ¨²ltimas d¨¦cadas y ha conseguido proteger sus productos, mientras EE UU sufre un d¨¦ficit en la balanza comercial con el gigante asi¨¢tico de unos 370.000 millones de d¨®lares, el mayor del mundo.
¡°Se aprovechan de nosotros¡±, lament¨® Trump hace dos semanas en una entrevista, ¡°y eso no me gusta. Desde hace a?os no me gusta¡±. ¡°Los chinos nos han estado estafando durante demasiado tiempo¡±, agreg¨®, ¡°quiero que les vaya bien pero la situaci¨®n es muy injusta¡±.
La guerra comercial se remonta a la primavera de 2017, cuando Trump orden¨® investigar las importaciones de acero chino. En aquel verano pidi¨® tambi¨¦n que se estudiasen las supuestas pr¨¢cticas comerciales desleales de China poniendo el ojo, especialmente sobre el robo de propiedad intelectual, que seg¨²n Washington le produce p¨¦rdidas anuales a su pa¨ªs de entre 200.000 y 600.000 millones de d¨®lares.
El intercambio de pu?etazos tributarios se desat¨® en enero de 2018 con el castigo de EE UU a los paneles solares y a las lavadoras chinas. En marzo la Administraci¨®n Trump grav¨® la llegada de acero y aluminio de distintos pa¨ªses, incluida China. Pek¨ªn reaccion¨® con nuevos impuestos multimillonarios a productos estadounidenses. Desde entonces se ha producido un vertiginoso toma y daca. En medio de negociaciones bilaterales que no terminan de llegar a buen puerto ¨Cincluida la tregua arancelaria en mayo¨C, c¨ªclicamente Washington golpea y Pek¨ªn responde.
La medida de calado m¨¢s reciente lleg¨® el 10 julio cuando Trump dispar¨® la presi¨®n sobre China al ordenar a Comercio Exterior activar el proceso para imponer un gravamen del 10% (el que este mi¨¦rcoles propuso aumentar al 25%) a productos por valor de 200.000 millones de d¨®lares. D¨ªas antes Pek¨ªn hab¨ªa ordenado castigar con nuevos impuestos productos de EE UU que suman 34.000 millones de d¨®lares en exportaciones a China. Si llegasen a cumplirse todas las sanciones que se han venido anunciado desde inicios de 2018, el volumen de negocio entre ambos pa¨ªses que se ver¨ªa afectado rondar¨ªa los 500.000 millones de d¨®lares.
El modelo europeo
La Casa Blanca considera que el acuerdo preliminar con la UE aumenta la presi¨®n a China. Washington y Bruselas pactaron abordar en la Organizaci¨®n Mundial del Comercio asuntos relacionados con el robo de propiedad intelectual o la actuaci¨®n de compa?¨ªas estatales. En una entrevista televisiva el domingo, el director del Consejo Econ¨®mico Nacional, Larry Kudlow, dijo que China se est¨¢ quedando ¡°aislada¡±. Sin embargo, Kudlow es de las voces dentro de la Administraci¨®n que abogan por una negociaci¨®n m¨¢s prudente con Pek¨ªn y que ha quedado eclipsada por la influencia sobre Donald Trump de los partidarios de la mano dura, como el asesor Peter Navarro o el jefe comercial de EE UU, Robert Lighthizer.
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