Trump redobla la presi¨®n sobre China con nuevos aranceles sobre otros 200.000 millones
Washington publica una lista de m¨¢s de 6.000 productos chinos sujetos a un gravamen del 10% a partir de septiembre
La batalla comercial entre Estados Unidos y China ha entrado ya en una zona de cifras gruesas, que van m¨¢s all¨¢ de la gesticulaci¨®n ¡ªde por s¨ª peligrosa para la confianza inversora¡ª y empiezan a apuntar a una guerra comercial a gran escala. Donald Trump orden¨® este martes a la Oficina del Representante de Comercio Exterior que active el proceso para fijar nuevos aranceles del 10% sobre m¨¢s de 6.000 productos chinos cuyo valor de exportaci¨®n ronda los 200.000 millones de d¨®lares (unos 170.000 millones de euros) al a?o. Es la respuesta a la represalia de Pek¨ªn el pasado viernes, que puso en marcha grav¨¢menes a productos estadounidenses por 34.000 millones horas despu¨¦s de que Washington hubiera hecho lo propio.
La escalada arancelaria entre las dos mayores potencias econ¨®micas del mundo se ha producido en la misma secuencia de esta semana. La Administraci¨®n de Trump amenaza con aranceles y el r¨¦gimen chino hace lo mismo, con las id¨¦nticas tarifas y el mismo volumen econ¨®mico afectado. Tras negociaciones infructuosas, EE UU activa los aranceles y amenaza con m¨¢s si China responde. Y China responde, as¨ª que EE UU pone en marcha la nueva ronda de tarifas aduaneras. As¨ª ad infin¨ªtum o, m¨¢s bien, hasta superar los 500.000 millones de d¨®lares, que es la cantidad total de exportaciones que se ver¨¢n afectadas por las tasas si se cumpliesen todas las amenazas que ya hay sobre la mesa. La cifra resulta vertiginosa: el intercambio de productos entre ambos pa¨ªses roz¨® los 600.000 millones de d¨®lares en 2016 (con 115.600 exportados hacia China y 347.000 hacia EE UU).
Wall Street opta por la cautela pero el petr¨®leo se desploma
La tensi¨®n comercial entre Estados Unidos y China crece. Wall Street da por hecho que el conflicto ir¨¢ para largo, porque en este momento no se ve que una de las partes vaya a ceder. Pese a la confrontaci¨®n, opta por la cautela en lugar de dejarse llevar por los miedos. El ¨ªndice Dow Jones perd¨ªa as¨ª un 0,8% en la sesi¨®n. Los miedos se hicieron notar m¨¢s en el petr¨®leo, porque una guerra comercial puede lastrar el crecimiento global.
En el parqu¨¦ ven la nueva maniobra de Washington como una t¨¢ctica negociadora. La gran cuesti¨®n que est¨¢ en el aire es c¨®mo reaccionar¨¢ Pek¨ªn, porque la nueva lista de productos chinos a los que se aplicar¨¢ aranceles es mayor en volumen de los estadounidenses que exporta hacia su mercado. Las cosas se pondr¨¢n m¨¢s serias si procede a devaluar el yuan o deja de invertir en bonos para compensar.
Las amenazas de Trump est¨¢n sentando peor fuera de EE UU. El mercado de Shangh¨¢i perdi¨® un 1,8% este mi¨¦rcoles y arrastra una ca¨ªda del 20% desde el ¨²ltimo m¨¢ximo, mientras que Hong Kong se dejaba un 1,3% en la sesi¨®n. Un retroceso similar se not¨® en los principales ¨ªndices europeos. En cuanto a las compa?¨ªas peor paradas, Boeing y Caterpillar se dejaban m¨¢s de un 1,5%. Tambi¨¦n sufrieron los fabricantes de procesadores Intel, AMD y Nvidia.
La resistencia que muestra Wall Street se explica en parte porque la apreciaci¨®n del d¨®lar permite compensar el impacto derivados de la aplicaci¨®n de los aranceles. Los inversores est¨¢n, adem¨¢s, pendientes de los resultados trimestrales que empiezan a publicar a partir de este viernes las grandes corporaciones. Pero la ca¨ªda del 5% en el precio del petr¨®leo sirvi¨® para recordar hasta donde puede llegar el efecto da?ino de los aranceles.
Pek¨ªn considera que esta nueva lista es "totalmente inaceptable" y ha asegurado que responder¨¢ "con las contramedidas necesarias" si finalmente estos aranceles entran en vigor. "Con esta actitud, Estados Unidos da?a a China, al mundo y a s¨ª mismo", afirm¨® el Ministerio de Comercio en un comunicado, informa Xavier Fontdegl¨°ria. El pa¨ªs asi¨¢tico lo tendr¨¢ imposible para devolver un golpe de la misma intensidad simplemente porque sus importaciones desde EE UU no alcanzan los 200.000 millones de d¨®lares. Es probable, seg¨²n los expertos, que Pek¨ªn abra la veda de las medidas no arancelarias: al tener un control considerable sobre la econom¨ªa, las autoridades pueden f¨¢cilmente dificultar la actividad de las empresas estadounidenses en territorio chino o incluso impulsar un boicot encubierto al pa¨ªs, desde dejar de comprar sus productos hasta restringir el turismo chino a EE UU, entre otras medidas.
La lista adicional de bienes a los que la Oficina del Representante de Comercio Exterior propone aplicar el arancel, hecha p¨²blica durante la noche del martes, ocupa 205 p¨¢ginas, e incluye una gran variedad de productos (del carb¨®n al tabaco, pasando por productos qu¨ªmicos y neum¨¢ticos). El embajador Robert Lighthizer argumenta en un comunicado que la reacci¨®n de Pek¨ªn ¡°no tiene base legal ni justificaci¨®n¡± y que el arancel del 10% que plantea para los nuevos productos es una ¡°respuesta apropiada¡± a unas pol¨ªticas industriales por parte de China que son "da?inas¡±. Washington apunta esta vez a los productos identificados que se benefician de la nueva pol¨ªtica industrial para 2025, el gran plan econ¨®mico de China.
El listado se someter¨¢ a una fase de consultas entre los d¨ªas 20 y 23 de agosto con el fin de tomar una decisi¨®n el d¨ªa 25 del mismo mes. Con la ¨²ltima ronda de aranceles activas, la del pasado viernes, la fase de consultas redujo el impacto de 50.000 millones a 34.000, mientras que los 16.000 siguen en estudio. La aplicaci¨®n de los aranceles anunciados el martes va para largo y, mientras tanto, la Administraci¨®n de Trump y el r¨¦gimen de Xi Jinping pueden tratar de acercar posturas. Hasta ahora, no lo han logrado: EE UU critican el enorme d¨¦ficit comercial que registra respecto a China (de m¨¢s cerca de 400.000 millones), acusa al r¨¦gimen de competir de forma desleal y de crear un marco regulatorio de asociaci¨®n con inversores locales que favorece el robo de propiedad intelectual a los inversores estadounidenses.
¡°Durante muchos a?os, China recurri¨® a pr¨¢cticas abusivas que van en detrimento de nuestra econom¨ªa, nuestros trabajadores y nuestras empresas¡±, reitera Lighthizer en su comunicado, en el que califica la conducta china de ¡°amenaza existencial¡±. ¡°Durante m¨¢s de un a?o hemos urgido pacientemente a China a que ponga fin a estas pr¨¢cticas injustas, que abra sus mercados y que se comprometa con una competencia real¡±, se?ala. ¡°Hemos sido muy claros respecto a los cambios que deber¨ªan tomar. Pero en lugar de resolver una preocupaci¨®n leg¨ªtima reprimieron nuestros productos¡±.
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