Qui¨¦nes son los frustrados del ISIS y por qu¨¦ son ahora los m¨¢s peligrosos
Solo 3 de cada 10 yihadistas que salieron de Europa regresaron del califato, muchos de ellos mujeres sin adiestramiento militar y menores
El periplo de este marroqu¨ª refleja, con alg¨²n matiz, la historia del yihadismo europeo del ¨²ltimo lustro. Fue captado a sus 35 a?os en Granadilla de Abona (Santa Cruz de Tenerife). Antes de entrar en contacto con tres individuos, tambi¨¦n marroqu¨ªes, detenidos por la Polic¨ªa Nacional el pasado 8 de mayo, el yihadista objeto de la investigaci¨®n ten¨ªa una apariencia occidental y antecedentes por alg¨²n delito relacionado con las drogas. Conoci¨® a estos tres sujetos, regentes de un locutorio y vinculados a una mezquita de la zona; se sumergi¨® en la ideolog¨ªa y est¨¦tica salafistas e hizo las maletas hacia Siria. Fue tal la metamorfosis, que los agentes destacaron en el escrito de detenci¨®n de sus supuestos captadores que el yihadista presentaba en la frente la zabiba, la marca que identifica a los que apoyan la frente con mucha frecuencia en la alfombra del rezo.Se uni¨® al Frente al Nusra ¡ªgrupo yihadista vinculado a Al Qaeda¡ª en 2013. Dos a?os despu¨¦s, en 2015, y tras perder la mano izquierda en combate regres¨® a Tenerife; desde all¨ª y con documentaci¨®n falsa aprovech¨® los flujos de refugiados y viaj¨® a Hungr¨ªa. Fue detenido en Budapest y expulsado a Marruecos, donde se le perdi¨® la pista.
El primer matiz de esta historia es la segunda parte, el retorno a casa: los c¨¢lculos m¨¢s holgados hablan de que solo 3 de cada 10 yihadistas que salieron de Europa regresaron del califato. Los analistas de terrorismo coinciden en que son los radicales que no pudieron hacer el viaje los que plantean el mayor reto a la seguridad para Europa.
La polic¨ªa detuvo a los tres marroqu¨ªes de Granadilla en cooperaci¨®n con Europol. Este organismo present¨® el 20 de junio su informe anual sobre terrorismo. Y aqu¨ª viene el segundo matiz de la historia. Pese a que este pudiera usar las rutas de refugiados, Europol concluye tras investigaciones en Grecia e Italia que no hay pruebas para afirmar que los terroristas del califato hayan aprovechado de forma ¡°sistem¨¢tica¡± este cauce. La oficina policial da cifras del contingente europeo que parti¨® hacia Siria o Irak en los ¨²ltimos a?os. Unos 5.000 viajaron hacia Levante; de estos, 2.500 podr¨ªan a¨²n estar plantando batalla y un millar habr¨ªa muerto en combate o aniquilado por los bombardeos contra el ISIS.
Finalmente est¨¢n los 1.500 que habr¨ªan regresado a casa. Son los combatientes extranjeros que los servicios de inteligencia occidentales han temido desde hace a?os por si la ca¨ªda del califato los llevaba a trasladar su violencia a Europa. Pero ni son tantos, en torno al 30% del total, ni tan aguerridos. Muchos son mujeres sin adiestramiento militar y ni?os nacidos en la retaguardia yihadista. El acad¨¦mico belga Rik Coolsaet, profesor en la Universidad de Gante, ha escrito junto a Thomas Renard el informe La vuelta a casa de los combatientes extranjeros a Holanda, B¨¦lgica y Alemania. ¡°Los extranjeros han decidido en su mayor¨ªa luchar hasta la muerte en las filas del ISIS¡±, se?ala Coolsaet en un intercambio de correos, ¡°algunos han muerto, otros han sido capturados por fuerzas iraqu¨ªes y las YPG [milicias kurdas]; otros siguen combatiendo en los reductos de Siria y solo unos pocos se han ido a otros escenarios europeos yihadistas¡±. Seg¨²n los datos del brit¨¢nico Richard Barrett, exjefe de contraterrorismo del MI6, las cuentas de retornados en Europa sit¨²an a la cabeza a Reino Unido, con m¨¢s de 400; Francia y Alemania, con alrededor de 300; Suecia, con algo m¨¢s de un centenar¡ Se estima que unos 30 podr¨ªan haber vuelto a Espa?a, de algo m¨¢s de 200 que partieron. Muchos, marroqu¨ªes residentes como el de Granadilla.
No hay pruebas para afirmar que los terroristas del califato hayan aprovechado las rutas de refugiados, seg¨²n Europol
No ha habido mucho movimiento de yihadistas for¨¢neos desde el pasado a?o. ¡°La cifra [de retornados]¡±, dice Barrett, autor del informe M¨¢s all¨¢ del califato: combatientes extranjeros y la amenaza de retorno, ¡°es m¨¢s peque?a de lo esperado y la raz¨®n no est¨¢ muy clara. Quiz¨¢ el n¨²mero original de combatientes extranjeros era err¨®neo, quiz¨¢ muchos murieron, pero lo m¨¢s probable es que hayan vuelto m¨¢s de los que las autoridades saben¡±. La clave del volumen de yihadistas extranjeros que pudieron haber emprendido el viaje al califato la da el propio Barrett. Turqu¨ªa pidi¨® ayuda a otros pa¨ªses para controlar a posibles aspirantes a engrosar los rangos del ISIS. En junio de 2017, su listado contaba ya con 53.781 personas, de 146 pa¨ªses. Y de estos, algunos ni siquiera alcanzaron la frontera turco-siria.
Unos se quedaron por el camino, otros no han vuelto. El caso es que el retorno de los adiestrados del califato no ha supuesto todav¨ªa el riesgo de seguridad esperado. Por eso quiz¨¢ las respuestas ante su posible vuelta son tan diversas como los pa¨ªses de origen. En el norte de Europa apuestan por la desradicalizaci¨®n y reintegraci¨®n, mientras el sur tiende al procesamiento judicial. Si los combatientes extranjeros no vuelven, ?d¨®nde est¨¢ el peligro? ¡°El desaf¨ªo de los viajeros frustrados es potencialmente mayor que el de los retornados¡±, se?ala en un correo electr¨®nico Barrett, ¡°porque a¨²n tienen el sue?o del Estado Isl¨¢mico, que dif¨ªcilmente se puede hacer realidad; pueden sentir que han fracasado por no llegar a tiempo, sentir ira y resentimiento frente a las autoridades que les impidieron viajar o causaron la ca¨ªda del ISIS¡±. Son los combatientes homegrown, terroristas locales, radicalizados e incluso entrenados en casa. El ¨²ltimo ataque perpetrado en Europa con retornados involucrados fue el de Bruselas, en marzo de 2016. Y los atentados de Bruselas y Par¨ªs, ejecutados por c¨¦lulas dirigidas por la Emni, la unidad del ISIS para atacar en el extranjero, son la excepci¨®n.
El periodista alem¨¢n experto en el fen¨®meno yihadista Peter R. Neumann re¨²ne algunas cifras del terror en Europa desde 2014: de alrededor de un centenar de tramas, 41 tuvieron ¨¦xito. Una de cada cinco la llev¨® a cabo un individuo con experiencia en la trinchera yihadista. Las dem¨¢s, la inmensa mayor¨ªa de atentados, son cosa de terroristas sin lazos operacionales con grupo alguno. ¡°Esta ola representa un ¨¢rea gris del terrorismo¡±, se?ala Coolsaet, ¡°[perpetrada] por buscadores desesperados de venganza, de 15 minutos de fama; delincuentes que necesitan una justificaci¨®n, inestables mentalmente que envuelven sus problemas psicol¨®gicos con la narrativa del Daesh [acr¨®nimo despectivo para referirse al ISIS]¡±. Son el peligro, aunque tampoco sea f¨¢cil dar con ellos. ¡°La amplia variedad de motivos y posibles conspiradores y el m¨ªnimo tiempo de preparaci¨®n para un ataque al estilo Daesh hace muy dif¨ªcil su prevenci¨®n¡±, prosigue el acad¨¦mico.
En una entrevista reciente en Bulgaria, el director de Europol, Rob Wainwright, se?alaba que unas 30.000 personas en Europa pueden formar parte potencialmente de las redes terroristas. Son radicalizados expr¨¦s. Dif¨ªciles de cazar. V¨¦ase el caso espa?ol: Carola Garc¨ªa-Calvo, investigadora del Real Instituto Elcano, perfila algunas caracter¨ªsticas que se repiten en Espa?a: ¡°Es un fen¨®meno de hombres j¨®venes. Hay diversidad en la ocupaci¨®n y la falta de integraci¨®n no es necesariamente compatible con el terrorismo. Otra cosa es la asimilaci¨®n cultural, como en el caso de Ripoll [localidad donde viv¨ªa parte del comando que atent¨® en Barcelona], donde se les conoc¨ªa como los ¡°chicos marroqu¨ªes¡±. El conocimiento del islam y la shar¨ªa, adem¨¢s, es limitado¡±. Son musulmanes de segunda generaci¨®n, con cierta crisis de identidad, con una pr¨¢ctica del islam diferente a la de sus padres, que sufren, seg¨²n Garc¨ªa-Calvo, ¡°una sensaci¨®n de agravio real o percibido¡±.
Son, en fin, los que, est¨¦ o no muerto el califato en el terreno, hayan retornado o mudado sus yihadistas, siguen siendo la carne de ca?¨®n m¨¢s vulnerable a la huella propagand¨ªstica del ISIS, a¨²n grande, y a la ejecuci¨®n, por tanto, de un atentado terrorista.
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