Un programa de la Universidad de Oxford facilita a los sin techo un c¨®digo de barras para captar donaciones online
El proyecto ha sido creado ante la decreciente circulaci¨®n de dinero f¨ªsico y los fondos recaudados se destinan a planes de asistencia, como el alquiler de una vivienda
En un mundo desarrollado donde el dinero f¨ªsico se est¨¢ convirtiendo en irrelevante, la tecnolog¨ªa se ha puesto al servicio de aquellas personas vulnerables que piden por la calle para sobrevivir. Un programa piloto auspiciado por la Universidad de Oxford ha empezado a procurar a los sin techo una tarjeta con un c¨®digo de barras que los transe¨²ntes generosos, a falta de llevar cambio encima, pueden escanear con sus tel¨¦fonos inteligentes para hacer una donaci¨®n.
El aspecto m¨¢s relevante del proyecto ¡ªdesarrollado desde de las escuelas universitarias de Innovaci¨®n y Empresa¡ª est¨¢ en que los fondos recaudados se destinan ¨ªntegramente a planes de asistencia previamente acordados con estas personas, como por ejemplo, facilitarles el dep¨®sito para alquilar una vivienda. Por eso el programa, bautizado como Greater Change, se dirige s¨®lo a quienes precisan ayuda para cambiar de vida, eludiendo a los ¡°profesionales de la limosna¡± o a aquellos que s¨®lo utlizar¨ªan el dinero para pagarse las adicciones.
El sencillo mecanismo provee a los sin techo de una tarjeta con un c¨®digo QR (el formato cuadrado que almacena datos codificados) para colg¨¢rsela al cuello. El escaneo del c¨®digo con un smartphone permite no s¨®lo realizar una donaci¨®n online, sino tambi¨¦n leer de antemano la descarga de un perfil sobre la persona y las circunstancias que le abocaron a vivir en la calle. Algunos utilizan un alias, en lugar de su nombre real. Las cantidades percibidas va a parar a una cuenta gestionada sin ¨¢nimo de lucro por Greater Change para que el dinero s¨®lo se gaste en los objetivos acordados.
La iniciativa busca impulsar las donaciones del p¨²blico en unos tiempos de decreciente circulaci¨®n del dinero contante y sonante. Y entronca en sus fines altruistas con otra impulsada por la fundaci¨®n The Big Issue, que apoya a los vendedores callejeros de la revista del mismo nombre, gestionada por personas sin hogar. La publicaci¨®n cuenta con numerosos clientes en las ciudades brit¨¢nicas donde se distribuye, pero de nuevo ante la falta de cambio de tantos transe¨²ntes que amenza con mermar las ventas, se ha creado una aplicaci¨®n destinada a los tel¨¦fonos m¨®viles.
Si bien la idea de Greater Change ha sido en general bien recibida, los cr¨ªticos con los recortes sociales de los ¨²ltimos a?os alertan que un app quiz¨¢ logre generar m¨¢s donaciones, pero no ayudar¨¢ a encarar los grandes problemas de fondo, como la necesidad de crear m¨¢s programas de rehabilitaci¨®n de los adictos al alcohol o las drogas, de tratamiento de las enfermedades mentales o de impulsar las viviendas sociales y asequibles.
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