La llama de la protesta estudiantil en M¨¦xico prende en la UNAM
Miles de personas se manifiestan contra el ataque de un grupo de choque contra estudiantes en el campus de la universidad
Miles de estudiantes se han manifestado este mi¨¦rcoles contra la violencia en el campus de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM), el mayor de Am¨¦rica Latina. La sede central del centro educativo,?en la capital mexicana, ha acogido el gran y un¨¢nime grito de protesta: "?Fuera porros de la UNAM!", en referencia a los grupos de choque que atacaron, este lunes, a un grupo de j¨®venes de bachillerato. El altercado ha levantado a la comunidad universitaria, golpeada en el ¨²ltimo a?o y medio por la inseguridad.
Las continuas denuncias por venta de drogas en la ic¨®nica Ciudad Universitaria, asaltos, acoso sexual,?el asesinato de la joven Lesvy Berl¨ªn junto a la Facultad de Ingenier¨ªa hace poco m¨¢s de un a?o y el eterno dilema sobre c¨®mo mejorar la seguridad en las instalaciones han puesto a la universidad, de nuevo, en el punto de mira. Tanto as¨ª que el rector,?Enrique Graue, grab¨® un v¨ªdeo este martes condenando lo ocurrido: "Son grupos de provocadores que obedecen intereses ajenos a la universidad (...) No basta con reprobar los hechos, es necesaria una acci¨®n definitiva que erradique para siempre estas agresiones".
Todo esto ocurre a pocos d¨ªas de que se cumplan 50 a?os de la masacre de estudiantes en la plaza de Tlatelolco. Inmersos en los preparativos del aniversario del peor ataque que ha sufrido jam¨¢s la comunidad universitaria en M¨¦xico, miles de estudiantes han dicho basta. Y lo han demostrado con una de las manifestaciones m¨¢s numerosas de los ¨²ltimos a?os. En la protesta, adem¨¢s de rechazar el ataque del lunes, los estudiantes han condenado el feminicidio de Miranda Mendoza, estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades, CCH, Oriente, dependiente de la UNAM. La joven de 18 a?os fue secuestrada y calcinada despu¨¦s de que sali¨® de clases el mes pasado.
A la una de la tarde de este mi¨¦rcoles, las salidas del metro Universidad, el principal medio de transporte para llegar, estaban colapsadas. Contingentes de estudiantes salieron del transporte p¨²blico para reunirse en la facultad de Ciencias Pol¨ªticas y Sociales. All¨ª se encontraron las distintas generaciones: desde los adolescentes que reci¨¦n ingresaron a la preparatoria hace un mes hasta los de posgrado no solo de la UNAM, sino de las otras universidades p¨²blicas como el Instituto Polit¨¦cnico Nacional y la UAM. Por la ma?ana el campus parec¨ªa abandonado con las puertas principales atrancadas con sillas y pupitres. Pasado el mediod¨ªa era toda una legi¨®n de estudiantes con pancartas, batas de laboratorio y m¨®viles que filmaban el recorrido.
Los j¨®venes, como medida de seguridad, ten¨ªan escritos su nombre, su direcci¨®n y n¨²mero de estudiante en uno de los brazos. ¡°Tenemos que estar preparados por cualquier escenario¡±, cuenta Adri¨¢n, del Colegio de Ciencias y Humanidades Oriente, de 18 a?os. ¡°?En d¨®nde est¨¢, en d¨®nde est¨¢ la rector¨ªa que nos iba a cuidar?¡±, vociferaban los alumnos. Las paredes que, habitualmente est¨¢n destinadas a los anuncios escolares, estaban plagadas con los rostros de los atacantes del pasado lunes que detectaron a trav¨¦s de Facebook y de los mensajes "Te quiero UNAM sin violencia ni impunidad", "Me siento agredido, tengo miedo a la violencia, quiero justicia".?
La manifestaci¨®n de este mi¨¦rcoles se deriv¨® de los hechos ocurridos el lunes. Ese d¨ªa un grupo de estudiantes de uno de los centros sat¨¦lites de la UNAM fueron a la sede central a protestar. Denunciaron la falta de maestros y la presencia de grupos de choque en su plantel, los famosos "porros", distorsionando as¨ª la vida universitaria. La queja ven¨ªa de lejos. D¨ªas antes hab¨ªan protestado en su propia sede, el CCH, de Azcapotzalco, en el norte de la ciudad.
Pasado el mediod¨ªa del lunes, cuando los manifestantes estaban frente al edificio de rector¨ªa, este grupo de choque, movilizado desde horas antes, les alcanz¨® y atac¨®, dejando m¨¢s de una decena de heridos, dos de gravedad. Uno de ellos, Joel Sebasti¨¢n Meza, recibi¨® una pu?alada en el abdomen. Los m¨¦dicos dicen que incluso podr¨ªa perder un ri?¨®n.
Renata, de 15 a?os, estuvo en la manifestaci¨®n del pasado lunes. Ella era parte de la marcha de su escuela, el Colegio de Ciencias y Humanidades de Azcapotzalco. ¡°Todo era pac¨ªfico hasta que escuch¨¦ los petardos. Todos mis compa?eros se dispersaron. No llevamos nada para defendernos¡±, cuenta. Estuvo oculta detr¨¢s de unas letras gigantes que dicen ¡°Hecho en CU¡± durante media hora que dur¨® la embestida.
Ese mismo d¨ªa, Miriam Hern¨¢ndez hab¨ªa terminado su turno laboral en la biblioteca central, uno de los edificios emblem¨¢ticos de la UNAM y enfrente de la rector¨ªa. "El mit¨ªn de los chicos se realizaba tranquilamente. Me preocup¨¦ cuando los vi corriendo y not¨¦ que eran menores de edad. Algunos lograron resguardarse en la biblioteca y otros en la facultad de Filosof¨ªa y Letras", relata.?
Este martes, la UNAM inform¨® de la identificaci¨®n de 18 de los agresores y su expulsi¨®n. En su v¨ªdeo, Graue dijo que pertenecen a "grupos porriles", en concreto tres, el "Treinta y dos", del CCH Azcapotzalco, el "3 de marzo", del CCH Vallejo y la "Federaci¨®n de Estudiantes de Naucalpan". En un comunicado posterior revel¨® el nombre de cada uno.?
Decenas de escuelas de la UNAM y otros centros universitarios de la capital han anunciado huelgas por 48 y 72 horas. Algunos centros parar¨¢n indefinidamente.?La UNAM es la principal universidad de M¨¦xico al acoger 349.515 alumnos de distintos grados. Es uno de los n¨²cleos de las investigaciones cient¨ªficas. Los tres mexicanos que han ganado un premio Nobel han salido de sus aulas: el escritor Octavio Paz, el diplom¨¢tico Alfonso Garc¨ªa Robles y el ingeniero qu¨ªmico Mario Molina. Tambi¨¦n ha sido una de las principales voces cr¨ªticas en la pol¨ªtica. De ah¨ª el recuerdo de las manifestaciones en 1968 en contra del autoritarismo.?
¡°El rector actu¨® de manera tard¨ªa en defensa de sus estudiantes. Soy profesora y por mis alumnos dar¨ªa la vida. Del rector, los padres esperamos lo mismo. ?Queremos la protecci¨®n y amparo cuando est¨¦n en las escuelas!¡±, reprocha la se?ora Josefina Garc¨ªa Alonso, quien a lo lejos mira a su hijo de preparatoria que vuelve a gritar: "?En d¨®nde est¨¢, en d¨®nde est¨¢ la rector¨ªa que nos iba a cuidar?".?
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