Nicaragua se paraliza para exigir la libertad de los presos de Daniel Ortega
La huelga general convocada por la opositora Alianza C¨ªvica y apoyada por la patronal logra un seguimiento masivo
La convocatoria de un cacerolazo doce de la noche del jueves al viernes marc¨® el inicio del tercer paro nacional en Nicaragua convocado para presionar al Gobierno de?Daniel Ortega.?Esta vez con la intenci¨®n de exigir la liberaci¨®n de centenares de personas apresadas por participar en las manifestaciones que desde abril exigen que el exguerrillero sandinista deje el poder. La huelga fue respaldada por la patronal, que inst¨® a todas las empresas a echar el cierre durante 24 horas. Aunque hubo peque?os negocios que decidieron abrir sus puertas, el gran comercio, las franquicias internacionales, la banca y grandes compa?¨ªas se unieron al paro. A media tarde de este viernes, la capital,?Managua?era una ciudad desolada.
El paro fue convocado por la opositora Alianza C¨ªvica, la organizaci¨®n creada bajo la mediaci¨®n de la Iglesia y que re¨²ne a empresarios, estudiantes universitarios, sindicalistas, l¨ªderes campesinos, y acad¨¦micos con el fin de negociar con el Gobierno una salida a la crisis pol¨ªtica que ha dejado ya centenares de muertos, miles de heridos y un importante ¨¦xodo de nicarag¨¹enses. Inicialmente, el trabajo de esta Alianza parec¨ªa limitarse a las negociaciones en el marco del llamado Di¨¢logo Nacional. Pero con el recrudecimiento de la represi¨®n contra las manifestaciones pac¨ªficas por parte del Ejecutivo de Ortega, la organizaci¨®n ¡ªque ha tratado de ejercer de freno a la deriva autoritaria del mandatario¡ª ha recibido la cr¨ªtica de algunos sectores de la sociedad que la acusan de falta de beligerancia.
La convocatoria de una huelga general era una de las principales demandas sociales a los miembros de la Alianza, como forma de presi¨®n extrema al r¨¦gimen de Ortega, que enfrenta el deterioro de la econom¨ªa tras casi cinco meses de crisis. Economistas consultados por este diario calculan que un d¨ªa de par¨¢lisis de la actividad econ¨®mica genera p¨¦rdidas cercanas a los 38 millones de d¨®lares, adem¨¢s de una merma en la recaudaci¨®n fiscal, uno de las principales fuentes de ingresos del Estado, que ha tenido que recortar su presupuesto por el orden de los 200 millones de d¨®lares.
¡°Estamos frente a un r¨¦gimen que no entiende de razones¡±, dice Azahalea Sol¨ªs, abogada constitucionalista y uno de los rostros m¨¢s visibles de la Alianza C¨ªvica. ¡°Aqu¨ª a las personas los raptan paramilitares, los capturan sin orden judicial, hay un enorme rosario de abusos en los que se violentan las garant¨ªas legales de los detenidos¡±.
Nuevas detenciones
Los nicarag¨¹enses despiertan cada d¨ªa con noticias de nuevas detenciones. Las personas apresadas son l¨ªderes del movimiento estudiantil que le planta cara a Ortega, m¨¦dicos, profesores, activistas o cualquiera que haya participado activamente en las manifestaciones contra el r¨¦gimen. Son detenidos por oficiales de Polic¨ªa con apoyo de grupos irregulares fuertemente armados, que en Nicaragua son identificados como paramilitares por organizaciones de derechos humanos, pero que Ortega ha llamado ¡°polic¨ªa voluntaria¡±. Estas personas son trasladas a las celdas de la Direcci¨®n de Auxilio Judicial (DAJ), conocidas popularmente como El Chipote y denunciadas como centro de torturas y se les imputan cargos relacionados a terrorismo. El Centro Nicarag¨¹ense de Derechos Humanos (CENIDH)?calcula m¨¢s de 400 personas han sido encarceladas en el marco de las protestas.
El joven Edwin Carcache fue apresado el martes. Forma parte del movimiento estudiantil y de la Alianza C¨ªvica y era una de las caras m¨¢s visibles de las protestas. Alentaba a los manifestantes en las marchas, meg¨¢fono en mano, gritando consignas contra el Gobierno de Ortega. Larguirucho, risue?o y decidido, se le conoc¨ªa por llevar siempre un sombrero con los colores de las bandera de Nicaragua. Fue uno de los estudiantes atrincherados en la Universidad Polit¨¦cnica (UPOLI), una de las primeras en revelarse contra el Gobierno. Su detenci¨®n conmocion¨® al pa¨ªs.
A Carcache ¡ªque fue detenido junto a otras cinco personas que m¨¢s tarde fueron liberadas¡ª las autoridades lo se?alan de ser el l¨ªder de una banda ¡°terrorista¡± y lo acusan por al menos ocho delitos: tenencia ilegal de armas de fuego, tentativa de homicidio e incendio en perjuicio del Estado. ¡°Mi hijo es inocente, su ¨²nico delito ha sido alzar la voz en las marchas, tomar un micr¨®fono y denunciar a este r¨¦gimen¡±, se reafirmaba el jueves Mercedes D¨¢vila, madre del estudiante, en conversaci¨®n con este diario.
Carcache es otro de los miembros de la Alianza C¨ªvica apresados por el Gobierno. A inicios de julio fueron detenidos los l¨ªderes campesinos Medardo Mairena y Pedro Mena, que son acusados por el asesinato de cuatro polic¨ªas en una lejana localidad del sur de Nicaragua. La Alianza tambi¨¦n ha informado de amenazas de captura contra otros de sus miembros.
Por estas detenciones, consideradas ilegales, la Alianza C¨ªvica convoc¨® a la huelga general del viernes, que fue respaldada por el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), la principal c¨¢mara empresarial del pa¨ªs. Managua y las principales ciudades del pa¨ªs luc¨ªan casi vac¨ªas y sus comercios cerrados, aunque el Gobierno intent¨® demostrar normalidad convocando a sus simpatizantes y trabajadores del Estado a ferias de alimentos y artesan¨ªas y obligando a todas las instituciones a mantener abiertas sus puertas y la circulaci¨®n del transporte p¨²blico. Millones de nicarag¨¹enses, sin embargo, se mantuvieron encerrados en sus casas a la espera de que llegara la media noche y unirse a un ¡°cacerolazo¡± que diera por concluida la huelga general, la en¨¦sima medida de presi¨®n para exigir el fin del Gobierno de Ortega. El mandatario, pese a todo, se mantiene atornillado en el poder.
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