La religi¨®n fractura Israel
Una creciente brecha se abre entre los liberales habitantes de la costa y el conservadurismo del interior
El a?o nuevo jud¨ªo 5779 que acaba de comenzar no solo sirve para recordar la fecha exacta de la creaci¨®n del mundo, tambi¨¦n constata que nueve de cada diez israel¨ªes se declaran satisfechos con la vida que llevan. El cambio en el calendario hebreo se conmemora con el sonido del shofar (cuerno ceremonial) y comiendo manzanas y granadas con miel, y adem¨¢s con la publicaci¨®n de encuestas oficiales y sondeos privados.
A pesar de la satisfacci¨®n generalizada por una renta per c¨¢pita de 41.500 d¨®lares anuales (25.000 d¨®lares en Espa?a) y una elevada esperanza de vida, semejante a la espa?ola (84,6 a?os para las mujeres, 80,7 para los hombres), una tercera parte de los consultados por la Oficina Central de Estad¨ªsticas reconocen que su situaci¨®n financiera deja que desear, y algunos menos (31%), que pasan dificultades para llegar a fin de mes.
El Estado de Israel est¨¢ a punto de alcanzar los nueve millones de habitantes, diez veces m¨¢s de los que ten¨ªa cuando se fund¨® 70 a?os atr¨¢s, gracias a la inmigraci¨®n masiva de jud¨ªos hasta hace dos d¨¦cadas. Con una media de 3,1 hijos por mujer, si sit¨²a a la cabeza de los pa¨ªses de la OCDE por natalidad. Claro que una quinta parte de la poblaci¨®n es ¨¢rabe (musulmana en su gran mayor¨ªa y una minor¨ªa cristiana), con una tasa de fertilidad similar a la jud¨ªa.
El profesor de demograf¨ªa de la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n Sergio Della Pergola estima que en el resto del mundo se localizan otros ocho millones de jud¨ªos (el 70% en Estados Unidos). Si se ampl¨ªan este cupo con las condiciones para poder emigrar a Israel previstas en la llamada Ley del Retorno (abuelo jud¨ªo, matrimonio con un jud¨ªo o conversi¨®n al juda¨ªsmo), m¨¢s de 23 millones de personas tendr¨ªan derecho a recibir el pasaporte hebreo, seg¨²n ha informado The Jerusalem Post. Hay que tener en cuenta que 5,4 millones palestinos est¨¢n contabilizados como refugiados por la ONU, que les reconoce el derecho a retornar a las tierras que tuvieron que abandonar en 1948 tras el nacimiento del Estado de Israel.
Parece improbable que en los 20.770 kil¨®metros cuadrados de su territorio (equivalentes a Eslovenia, de dos millones de habitantes) pueda caber tanta gente. La Oficina Central de Estad¨ªsticas prev¨¦ que se supere la barrera de los 10 millones de censados en 2024, pese a que ya hay economistas que han alertado del riesgo de superpoblaci¨®n en el centro del pa¨ªs. Los atascos de tr¨¢fico en ¨¦l ¨¢rea metropolitana de Tel Aviv, que concentra a cerca de la mitad de los habitantes del pa¨ªs, son cotidianos.
Pero si la declarada satisfacci¨®n por la existencia en Israel, a pesar de la carest¨ªa de la vida y el creciente hacinamiento, es compartida por casi todos los ciudadanos, la religi¨®n abre una fractura que distancia cada vez m¨¢s a los sectores laicos y liberales de las ciudades costeras y a las comunidades religiosas y conservadoras del interior, cuya quintaesencia se plasma en Jerusal¨¦n.
Lo corrobora una macroencuesta del Instituto Dialog publicada por el diario Haaretz, en la que se destaca que el 54% de los 6,6 millones de jud¨ªos del pa¨ªs creen en el Dios de la Biblia, mientras otro 21% expresa su fe en un ser o fuerza superior. En el mundo occidental solo EE UU arroja un mayor ¨ªndice de creyentes: del 56% y el 23% respectivamente, de acuerdo con el Centro de Investigaciones Pew. En Suecia, mientras tanto, solo un 14% admite creer en Dios.
La Oficina Central de Estad¨ªsticas agrupa a los jud¨ªos de Israel en cinco categor¨ªas: laicos (44.3%), tradicionalistas no practicantes (21,4%), tradicionalistas practicantes (12,3%), religiosos ortodoxos (11,5%) y ultraortodoxos (10,2%). Esta clasificaci¨®n parece arrojar un mayor peso hacia los sectores m¨¢s secularizados. Esta deriva, sin embargo, no se refleja en la pol¨ªtica restrictiva del Gobierno de coalici¨®n de Benjam¨ªn Netanyahu, con presencia de nacionalistas religiosos y de ultraortodoxos. Un abismo separa las dos naciones que se ocultan dentro del Estado jud¨ªo: la de la hedonista Tel Aviv (donde solo el 17% observa el Sabbat) y el centro-norte; frente al p¨ªo Jerusal¨¦n (66% de cumplimiento) y el este-sur.
M¨¢s de la mitad de los jud¨ªos israel¨ªes creen que su derecho a asentarse en la Tierra de Israel b¨ªblica ¡ªincluidos los territorios palestinos ocupados¡ª procede de la alianza de un pueblo elegido con Dios, seg¨²n el estudio publicado por Haaretz. Los analistas del diario se han visto sorprendidos por la fuerte implantaci¨®n de las ideas religiosas y conservadoras entre los m¨¢s j¨®venes, al contrario de lo que ocurre en las comunidades jud¨ªas de EE UU y Europa. ¡°Los j¨®venes son m¨¢s observantes y se muestran m¨¢s dispuestos a imponer sus creencias a los dem¨¢s", destacan. La causa de este fen¨®meno se halla en el elevado n¨²mero de hijos de las familias ultraortodoxas (siete por matrimonio). Si se mantiene su alta tasa de natalidad, est¨¢ previsto que en 2065 constituyan un tercio de la poblaci¨®n de Israel.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.