El exnegociador brit¨¢nico del Brexit llama a los ministros a rebelarse contra Theresa May

Theresa May reuni¨® el pasado jueves por la tarde a los miembros de su Gobierno para explicarles los t¨¦rminos de la oferta hecha a Bruselas para evitar que las negociaciones sobre el Brexit descarrilen. Pese a que nada se ha presentado ni confirmado oficialmente, numerosos medios brit¨¢nicos dan por descontado que Reino Unido se comprometer¨¢ a seguir dentro de la Uni¨®n Aduanera por un tiempo indefinido una vez finalice el periodo de transici¨®n en marzo de 2022. Es el modo, explican, de salvar el escollo de Irlanda del Norte: con esta soluci¨®n, ni se levantar¨ªa una nueva frontera entre la Rep¨²blica de Irlanda y el Ulster ni ser¨ªa necesario establecer nuevos controles entre las dos islas. Al menos, hasta que se alcanzara un acuerdo definitivo entre Londres y Bruselas que incluyera el modo de desenredar un obst¨¢culo hasta la fecha irresoluble.

Las caras de los ministros al abandonar el n¨²mero 10 de Downing Street, residencia de la primera ministra y sede del Ejecutivo, lo dec¨ªan todo. Serios e incluso irritados, todos esquivaron a los medios de comunicaci¨®n concentrados en la puerta. La soluci¨®n de May ha puesto en pie de guerra a los euroesc¨¦pticos, a los conservadores que hasta ahora la apoyaban y a los pocos que hasta el final han defendido la permanencia de Reino Unido en la UE.

Los primeros, por las mismas razones que llevan meses esgrimiendo y que se reducen a denunciar el supuesto "vasallaje" al que Londres se estar¨ªa sometiendo. Los segundos, porque se resisten a respaldar una prolongaci¨®n en la Uni¨®n Aduanera que no tenga una fecha final precisa. Los terceros, porque comienzan a temer que May acabe aceptando una soluci¨®n excepcional para el territorio de Irlanda del Norte que traicione su promesa de defender la integridad territorial de Reino Unido.

Y todos, adem¨¢s, por una raz¨®n de peso: han visto las cartas de la primera ministra y no se creen su ¨®rdago. En los ¨²ltimos d¨ªas, miembros del equipo de May han sugerido a parlamentarios clave que se hab¨ªa puesto ya en marcha un plan para adelantar las elecciones si el Ejecutivo no logra el respaldo a su plan de Brexit. Nadie les ha cre¨ªdo. Por la sencilla raz¨®n de que eso ser¨ªa poner en bandeja la victoria a la oposici¨®n laborista, y a ning¨²n conservador le seduce esa posibilidad.

Desde el anonimato, algunos pol¨ªticos conservadores relevantes est¨¢n apuntando a la posibilidad de que May sea derribada esta pr¨®xima semana. Un total de 44 diputados tories han registrado ya a t¨ªtulo personal "cartas de confianza" -as¨ª se denominan en jerga parlamentaria- en la C¨¢mara de los Comunes. Solo ser¨ªan necesarias cuatro m¨¢s para forzar una moci¨®n de confianza contra May.

La primera ministra se juega su futuro pol¨ªtico en las pr¨®ximas 72 horas. El martes reunir¨¢ a su Gobierno para exponer definitivamente las condiciones que llevar¨¢ a Bruselas al d¨ªa siguiente. En este duelo a garrotazos en que se ha transformado la pol¨ªtica brit¨¢nica, algunos sospechan que May desat¨® voluntariamente las iras de sus ministros el pasado jueves para lanzar a sus colegas comunitarios un claro mensaje: esta es la tropa con la que me toca lidiar.