Corbyn apoyar¨ªa un segundo refer¨¦ndum sobre el Brexit si lo pide el partido

La reticencia y ambig¨¹edad con que el l¨ªder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, responde a las peticiones de un segundo refer¨¦ndum sobre el Brexit han creado en la formaci¨®n ©¤que este fin de semana comenz¨® su congreso anual en Liverpool©¤ una profunda divisi¨®n entre la direcci¨®n, los sindicatos, los afiliados los parlamentarios y los activistas. Corbyn ha apostado todas sus cartas a que la primera ministra, Theresa May, asediada por los euroesc¨¦pticos, acabe adelantando las elecciones generales. No obstante, este domingo ha declarado que apoyar¨ªa una nueva votaci¨®n si as¨ª lo decide el partido. ¡°Nuestra preferencia ser¨ªan unas elecciones generales para poder negociar nuestra futura relaci¨®n con Europa, pero veamos qu¨¦ sale de la conferencia [de la formaci¨®n]¡±, ha afirmado Corbyn en declaraciones a la BBC, antes de resaltar que respetar¨¢ lo que decidan las bases. ¡°Obviamente estoy atado a la democracia de nuestro partido¡±, ha a?adido.

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La frustraci¨®n y la rabia de gran parte de los brit¨¢nicos despu¨¦s de a?os de crisis y austeridad impuesta desde arriba son las mismas razones por las que gan¨® el Brexit en el refer¨¦ndum de 2016 y por las que el Partido Laborista de Corbyn obtuvo un a?o despu¨¦s un espectacular resultado en las elecciones generales y se hizo con el 40% de los votos. Corbyn, quien pens¨® que pod¨ªa dejar atr¨¢s el asunto, se ve forzado en este congreso a salir de su ambig¨¹edad y decir claramente si respalda una segunda consulta sobre la salida de la UE, como le exigen gran parte de sus diputados, los sindicatos y algunos de los movimientos pol¨ªticos que contribuyeron a su triunfo.

¡°La mayor¨ªa de los miembros del partido laborista y la mayor¨ªa de sus diputados eran partidarios de la permanencia en la UE. Pero un n¨²mero muy significativo de votantes del partido vot¨® a favor del Brexit¡±, explica John Denham. Parlamentario durante m¨¢s de 20 a?os, miembro de los Gobiernos laboristas de Tony Blair y Gordon Brown, y defensor de una izquierda que inaugure un ¡°patriotismo progresista¡± y recupere el orgullo de ser brit¨¢nica. ¡°Aqu¨ª se mezclan varios asuntos. En primer lugar, las elecciones t¨¢cticas y estrat¨¦gicas parlamentarias del partido en los pr¨®ximos meses van a ser muy complicadas. En segundo lugar, mucha gente dentro del partido laborista quiere respetar los resultados del refer¨¦ndum, y quiere retener su base electoral, pero a la vez tiene este fuerte temor de que vamos a abandonar de un modo dr¨¢stico la UE y va a ser un desastre¡±, explica Denham a EL PA?S.

El nuevo laborismo intenta ser rojo, blanco, verde y azul

La caricatura de Corbyn, consolidada en la prensa conservadora brit¨¢nica, lo presenta como un dinosaurio que sufri¨® muchos a?os el exilio interior en su partido y ahora quiere revivir un modelo trasnochado de izquierdas propio de los a?os setenta. Es bastante m¨¢s complicado que eso. La paradoja a la que se enfrenta la direcci¨®n del Partido Laborista es la de seguir cultivando un esp¨ªritu euroesc¨¦ptico e intervencionista que a¨²n resuena en sus viejos electores mientras se propone ensayar nuevas f¨®rmulas del socialismo del futuro, aportadas por todos los movimientos activistas que han contribuido al ¨¦xito de los ¨²ltimos a?os. La ventaja de Corbyn es que todos ellos, de un extremo a otro, se cobijan bajo el paraguas de un mismo partido.

En una de las naves industriales que rodean la vieja f¨¢brica de cerveza Higsons, la que fuera orgullo y bandera de Liverpool y ahora renacida con ¨¦xito como centro de la vida nocturna y sede de start-ups prometedoras, no paran de sucederse charlas, conferencias y eventos en torno al futuro de la izquierda. Un Mundo Transformado, as¨ª ha bautizado el movimiento Momentum, crucial en el resurgir de Corbyn, todos estos eventos paralelos al congreso laborista. Activistas, intelectuales, artistas y diputados del partido se mezclan en una tormenta de ideas y un juego verbal de tira y afloja sobre qui¨¦n tiene la mejor propuesta para combatir al racismo o a la extrema derecha, fundar una nueva ¨¦poca de voluntarismo o llevar la democracia interna a los servicios p¨²blicos o la copropiedad de empleadores y empleados al sector privado.

El nuevo laborismo intenta ser rojo, blanco, verde y azul. Maurice Glasman, el Bar¨®n de Glasman y miembro laborista de la C¨¢mara de los Lores, es el fundador del llamado Blue Labour. ¡°Blue Labour es socialmente conservador y econ¨®micamente radical. Su intenci¨®n es lograr la colaboraci¨®n de todo tipo de grupos y comunidades, religiosas, seculares, clase obrera o clase media, en nuevas pol¨ªticas m¨¢s democr¨¢ticas¡±, explica Glasman. Y Corbyn le convence solo a medias. Es intervencionista, cree, y tiene una visi¨®n poco conservadora en materia social, pero ¡°al menos ha puesto sobre la mesa ideas econ¨®micas radicales y se ha decidido a hacer frente al capitalismo dominante. Hace la mitad de trabajo de Dios y la otra mitad del diablo¡±, ironiza.

Manifiesto m¨¢s radical

La direcci¨®n del Partido Laborista promete que el manifiesto de 2018 ser¨¢ el m¨¢s radical de los ¨²ltimos a?os. Lleva casi toda la vida trabajando en ello John McDonnell, el alma gemela de Corbyn y cerebro econ¨®mico del partido. ¡°?l es sencillamente brillante y complementa a Jeremy, que tiene la cercan¨ªa y el tono de uno de los nuestros¡±, resume con entusiasmo uno de los delegados que ha acudido a Liverpool. Algunas ideas ya las ha dejado circular entre los medios brit¨¢nicos: un fondo de propiedad para los trabajadores, nutrido con un porcentaje de los beneficios, que les permita adquirir de un modo gradual un porcentaje relevante de las acciones ©¤y por tanto del control©¤ de las empresas privadas con m¨¢s de 250 empleados, por ejemplo. O impuestos m¨¢s elevados. O renacionalizaci¨®n de la electricidad, el agua o las redes ferroviarias. ¡°La austeridad ha sido la causa de su ¨¦xito, y es verdad que algunas propuestas parecen anticuadas. Pero quiz¨¢ lo que ocurre es que un viejo mensaje ha sido escuchado con o¨ªdos nuevos¡±, concluye Denham.

¡°Un segundo refer¨¦ndum podr¨ªa provocar un giro a¨²n m¨¢s dr¨¢stico hacia la derecha, porque les dar¨ªa la oportunidad de utilizar un discurso victimista," ha dicho el escritor Alan Gibbons

Antes de imaginar el socialismo del futuro, sin embargo, Corbyn tendr¨¢ que buscar la salida del laberinto del presente: el Brexit. La responsabilidad ¨²ltima ser¨¢ suya, pero la carga recae sobre todos los actores que giran en torno al partido. Los viejos y poderosos sindicatos, por ejemplo, deber¨¢n elegir entre el terror econ¨®mico y laboral que les supone una salida desordenada de la UE o traicionar a unos afiliados que, en gran parte, votaron en contra de Bruselas. Y los nuevos activistas tendr¨¢n que elegir entre solucionar el presente o poner sus cartas en el futuro.

El escritor Alan Gibbons, uno de los m¨¢s aplaudidos en Liverpool, ya lo ha hecho: ¡°Un segundo refer¨¦ndum podr¨ªa provocar un giro a¨²n m¨¢s dr¨¢stico hacia la derecha, porque les dar¨ªa la oportunidad de utilizar un discurso victimista. Debemos forzarles a adelantar las elecciones para que pueda llegar al poder un Gobierno laborista. Ese ser¨ªa el ¨²nico modo de avanzar¡±, asegura rotundo. Gibbons se atreve. Los diputados del partido prefieren callar y mirarse de reojo. El coloquio sobre el Brexit organizado por Momentum fue el ¨²nico evento en el que no particip¨® ni un solo pol¨ªtico laborista.