El hombre que defraud¨® a su esposa y su suegra fingiendo un c¨¢ncer

Una enorme mentira marc¨® la relaci¨®n de David Carroll y Lucy Witchard desde su primera cita en 2006. David le dijo a Lucy que padec¨ªa leucemia. A ella no le import¨® y aquella cita se convirti¨® en una relaci¨®n de nueve a?os. Eso s¨ª, en ese tiempo ¨¦l nunca le permiti¨® a su pareja acompa?arlo a las supuestas sesiones de quimioterapia, con la excusa de mantenerla al margen de su sufrimiento.

En su relato, la enfermedad imaginaria de ese hombre de 35 a?os de Leicester (Reino Unido) mejoraba y empeoraba con los a?os, pero en 2015, cuatro a?os despu¨¦s de casarse con Lucy, se convirti¨® en terminal. La madre de Lucy accedi¨® a pagarle el equivalente a unos 2.200 euros para que viajara a Estados Unidos a tratarse. Aquel exceso ha acarreado David Carroll a una condena por fraude de 26 semanas de prisi¨®n, que est¨¢ en suspenso; tambi¨¦n, el divorcio de Lucy.?

"Te quiero proteger de todo esto", se excusaba David ante Lucy, que as¨ª lo ha declarado en una entrevista en la BBC. Ten¨ªa sospechas de que su marido no estaba enfermo, pero cuando suscitaba la cuesti¨®n ¨¦l le replicaba: "Nuestra relaci¨®n no puede funcionar si no conf¨ªas en m¨ª".?

El viaje a Estados Unidos financiado por su suegra convirti¨® las sospechas de estafa de Lucy en casi una certeza. A su regreso a Reino Unido, abord¨® a su marido para dec¨ªrselo, pero ¨¦l enfureci¨®. David aliment¨® una vez la larga mentira recurriendo a un amigo del trabajo, que llam¨® a Lucy haci¨¦ndose pasar por el m¨¦dico de su marido. Esa treta acab¨® con el montaje y con la pareja. "Supe, tras esa llamada, que nuestro matrimonio estaba acabado", ha declarado Lucy.?

La enga?ifa de David no se limit¨® a su ¨¢mbito familiar. Un antiguo compa?ero de su equipo de rugby?tambi¨¦n declar¨® a BBC que le hab¨ªa estafado. "El club organiz¨® dos eventos para recaudar fondos que inclu¨ªan una carrera para apoyar a Carroll y a los enfermos de leucemia", asever¨® a la televisi¨®n brit¨¢nica.?

En el juicio a David Carroll su defensa arguy¨® que el enfermo imaginario s¨ª ten¨ªa un problema m¨¦dico, pero no c¨¢ncer: un trastorno de la personalidad que le afect¨® en la ¨¦poca en la que minti¨® por primera vez a su futura esposa. Eso no le ha librado de una condena, aunque ha quedado en suspenso, que le obliga a trabajar 180 horas en labores comunitarias y a?indemnizar a su exsuegra por el mismo importe que ella le dio para su viaje. Durante un a?o tampoco podr¨¢ acercarse a ella, en virtud de una orden de alejamiento, ni tampoco a su exmujer.