El peronismo celebra el D¨ªa de la Lealtad con cinco m¨ªtines simult¨¢neos
Las divisiones internas muestras la complejidad pol¨ªtica del movimiento creado por Juan Domingo Per¨®n en 1945
"?Qu¨¦ carajo nos pasa que entre los peronistas no nos podemos sentar en una mesa y ponernos de acuerdo?". El gobernador de Tucum¨¢n, Juan Manzur, lanz¨® la pregunta al aire ante un grupo de sindicalistas reunidos en la v¨ªspera de las celebraciones del 17 de octubre, el D¨ªa de la Lealtad peronista. T¨¦rmino vago el de la lealtad, sirve a los peronistas para enderezar a los torcidos y expulsar a los d¨ªscolos. Y cada 17 de octubre, d¨ªa que se considera fundacional del movimiento, es la medida de la unidad. Este a?o, el resultado no ha sido bueno: cinco actos simult¨¢neos en distintas ciudades del pa¨ªs mostraron a los herederos de Juan Domingo Per¨®n enfrascados en peleas internas, sin acuerdo a¨²n sobre el hombre que los representar¨¢ en las elecciones generales del a?o que viene.
Un trazo grueso puede dividir al peronismo en kirchneristas y no kirchneristas. De un lado est¨¢n los seguidores de los expresidentes N¨¦stor y Cristina Kirchner. Ella ha llegado a crear incluso su propio partido, Unidad Ciudadana, para no depender del apoyo de sus ¡°compa?eros¡±, como se llaman entre s¨ª los peronistas. Del otro lado, todo el resto. El problema empieza cuando el trazo se afina, y la dispersi¨®n por las celebraciones por el 17 de octubre es una muestra de ello. Cinco actos desperdigados por todo el pa¨ªs con gobernadores, alcaldes, diputados y sindicalistas repartidos seg¨²n su visi¨®n del futuro electoral del movimiento. En dos de ellos hubo kirchneristas, el m¨¢s c¨¦lebre el hijo de la expresidenta, M¨¢ximo, hoy diputado. Cristina, en cambio, prefiri¨® quedarse en la Patagonia, desde donde pudo medir en perspectiva el impacto de cada celebraci¨®n.
El desaf¨ªo del peronismo es encontrar un nombre que haga frente a Mauricio Macri en octubre de 2019, cuando se celebrar¨¢n las presidenciales. Es esperable que Kirchner rompa definitivamente con la estructura partidaria y se presente por fuera. El resto deber¨¢ medir fuerzas, sobre todo los gobernadores, integrantes de un equipo que naturalmente se considera ¡°presidenciable¡±. En ¨¦l est¨¢n Manzur, pero tambi¨¦n Juan Manuel Urtubey, gobernador de Salta, o Sergio U?ac, de San Juan. Tambi¨¦n participa Sergio Massa, un exministro de Kirchner que nunca se fue del todo del peronismo y hoy amaga con regresar. ¡°Tenemos el desaf¨ªo de construir candidaturas que sean de alternativa en la sociedad, una propuesta que comprenda el mundo en el que vivimos, que no es el mundo de Obama, abierto, que pens¨® Macri en el 2014, sino que es un mundo m¨¢s complejo¡±, dijo semanas atr¨¢s el jefe de los senadores peronistas, Miguel ?ngel Pichetto, durante una entrevista con EL PA?S.
El 17 de octubre ha sido, hist¨®ricamente, el catalizador de todas las diferencias. La fecha recuerda aquella de 1945, cuando cientos de miles de personas avanzaron desde los suburbios fabriles de Buenos Aires para pedir por la libertad del secretario de Trabajo, Juan Domingo Per¨®n, preso por el gobierno militar que lo hab¨ªa puesto en el cargo. La marcha puso luz sobre una masa de trabajadores hasta ese momento invisible al poder, y s¨®lo un a?o despu¨¦s Per¨®n se convirti¨® en presidente. Y luego naci¨® ¡°el movimiento¡±, una formaci¨®n social inaprensible que a¨²n hoy gravita sobre Argentina como ninguna otra fuerza.
¡°?Hoy es un d¨ªa peronista!¡±, gritaba el locutor Luis El¨ªas Sojit al micr¨®fono para recibir al p¨²blico de las carreras de autos, all¨¢ por la d¨¦cada del cuarenta. La frase se inmortaliz¨® para referir a los d¨ªas soleados de primavera, festivos, con la gente en la calle. La resonancia climatol¨®gica de Sojit no se ha perdido con los a?os y hoy fue realmente ¡°un d¨ªa peronista¡±, con un sol espl¨¦ndido sobre Buenos Aires. Pero la lealtad es otra cosa, y el peronismo apenas ha iniciado el camino que disipe sus tormentas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.