Turqu¨ªa utiliza el caso Khashoggi para ganar influencia frente a Arabia Saud¨ª
Erdogan ha abierto los brazos a la disidencia de Oriente Pr¨®ximo mientras, bajo su Gobierno, se incrementa la represi¨®n contra los opositores locales
Una de las cuestiones que se debaten, entre bambalinas, tras el asunto Khashoggi son las relaciones de poder en un Oriente Pr¨®ximo del que Turqu¨ªa reclama el liderazgo en competici¨®n con otros poderes que tradicionalmente lo han ejercido, como Ir¨¢n, Egipto y, especialmente, Arabia Saud¨ª. El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha abierto los brazos a los disidentes de estos pa¨ªses mientras, en casa, la represi¨®n ha llevado a prisi¨®n en los ¨²ltimos dos a?os a unas 60.000 personas acusadas de estar relacionadas con organizaciones terroristas, de las que en torno a 150 son periodistas.
El pasado d¨ªa 8 de octubre, cuando se cumpl¨ªan seis d¨ªas sin noticias del periodista saud¨ª Jamal Khashoggi y ya se hab¨ªa filtrado la hip¨®tesis de que pod¨ªa haber sido asesinado, representantes de varias asociaciones se concentraron ante el consulado de Arabia Saud¨ª en Estambul reclamando justicia. Hab¨ªa abogados egipcios, periodistas sirios, activistas iraqu¨ªes y libios, incluso la premio Nobel yemen¨ª Tawakul Kerman. Porque, para ellos, la desaparici¨®n de Khashoggi no supone s¨®lo la p¨¦rdida de un amigo y de un referente, sino que tambi¨¦n personifica el miedo a que los tent¨¢culos de los autoritarios reg¨ªmenes de los que han escapado puedan perseguirles en sus exilios.
¡°Pese a que el Gobierno turco mantiene unos niveles de represi¨®n contra su propia oposici¨®n no vistos en d¨¦cadas, al mismo tiempo, ha dado la bienvenida a los disidentes de Oriente Pr¨®ximo con un cierto perfil religioso o pol¨ªtico¡±, explica a EL PA?S Aaron Stein, experto en pol¨ªtica internacional turca del think-tank Atlantic Council.
¡°Hasta la d¨¦cada de 1990, sol¨ªan ir a Londres, Par¨ªs o Estados Unidos, porque estos pa¨ªses ten¨ªan una pol¨ªtica de puertas abiertas con los disidentes. Pero los debates sobre la inmigraci¨®n en los ¨²ltimos 20 a?os han hecho muy dif¨ªcil vivir all¨¢. Incluso llevar a alg¨²n opositor a conferencias en Londres o Washington es cada vez m¨¢s dif¨ªcil por los problemas que ponen con los visados¡±, asegura el consultor pol¨ªtico de origen egipcio Mohamed Okda, amigo personal de Khashoggi: ¡°En cambio, Turqu¨ªa da muchas facilidades para residir, y como tiene una creciente poblaci¨®n ¨¢rabe y es un pa¨ªs musulm¨¢n es m¨¢s f¨¢cil integrarse¡±.
No es algo nuevo, Turqu¨ªa ha acogido desde hace d¨¦cadas a la di¨¢spora uigur ¡ªcon quien comparte ciertos v¨ªnculos idiom¨¢ticos¡ª pese a las buenas relaciones entre Ankara y Pek¨ªn, y tambi¨¦n a opositores procedentes de diversos pa¨ªses de Asia Central y del C¨¢ucaso ruso. Y en la ciudad oriental de Van no es dif¨ªcil encontrar a quienes escapan del vecino Ir¨¢n por motivos pol¨ªticos o religiosos. Pero las relaciones con la oposici¨®n en los pa¨ªses ¨¢rabes se han incrementado desde la llegada al poder de Recep Tayyip Erdogan y su partido islamista, y especialmente tras la malograda primavera ¨¢rabe, que Turqu¨ªa trat¨® de utilizar para extender su influencia ofreci¨¦ndose como modelo de transici¨®n.
¡°Los antiguos poderes coloniales est¨¢n m¨¢s interesados en la estabilidad, y esto ha supuesto en muchos casos apoyar a los aut¨®cratas de Oriente Pr¨®ximo. En cambio, Erdogan se ha presentado como el protector de los d¨¦biles en la regi¨®n, lo que le ha granjeado mucha admiraci¨®n en las calles ¨¢rabes¡±, afirma Okda. Desde el inicio de la primavera ¨¢rabe, representantes de los Hermanos Musulmanes de diferentes pa¨ªses ¨¢rabes pasaron por Estambul, con agendas que inclu¨ªan entrevistas con representantes del Gobierno, y cuando ¨¦sta fracas¨®, Turqu¨ªa sirvi¨® para acoger a quienes hu¨ªan de la represi¨®n. Adem¨¢s, la Coalici¨®n Nacional Siria, que agrupa a la oposici¨®n al r¨¦gimen de Bachar el Asad, tiene sede en Estambul, y otras ciudades turcas cercanas a la frontera con el pa¨ªs en guerra han acogido a l¨ªderes de diversas facciones rebeldes.
El islamismo turco no tiene la misma ra¨ªz que el de los Hermanos Musulmanes y siempre ha mantenido un tono m¨¢s nacionalista que el de otras formaciones de esta tendencia. Como explicaba el experto Rusen ?akir a este periodista en una entrevista hace dos a?os, los islamistas turcos siempre han buscado cierta unidad de la umma musulmana pero bajo su propia ¨¦gida, reminiscencia del pasado imperial otomano. Una idea que sigue presente en los discursos de Erdogan. ¡°Turqu¨ªa es el ¨²nico pa¨ªs que puede liderar al mundo musulm¨¢n¡±, dijo el pasado 15 de octubre.
En los cambiantes juegos de alianzas ¡ª¡°alianzas l¨ªquidas¡±, las define el investigador del CIDOB Eduard Soler Lecha ¡ª Turqu¨ªa ha tomado partido en los ¨²ltimos tiempos contra el Egipto del mariscal Al Sisi ¡ªacoge a simpatizantes del depuesto presidente Morsi y permite a sus medios emitir desde Estambul¡ª y ha defendido a Qatar del bloqueo liderado por Riad. Las relaciones con Arabia Saud¨ª se han deteriorado desde el ascenso del pr¨ªncipe heredero Mohamed Bin Salm¨¢n y su agresiva pol¨ªtica exterior, que le ha llevado a estrechar los lazos con Egipto y Emiratos ?rabes Unidos, dos pa¨ªses con los que Turqu¨ªa se lleva francamente mal y que, casualmente, sirvieron de escala antes de regresar a Riad para los dos aviones privados en los que viajaba el equipo de 15 agentes que presuntamente asesin¨® a Khashoggi.
¡°Oriente Pr¨®ximo se ha convertido en una jungla en la que cada pa¨ªs busca instrumentos para extender influencia. Y Turqu¨ªa ha utilizado el caso Khashoggi para mostrar que tiene poder e impacto¡±, sostiene Ilke Toygur, analista turca del Real Instituto Elcano. Otro de los objetivos del Gobierno turco, que ha filtrado a los medios detalles de su asesinato sin admitirlos p¨²blicamente, ha sido ¡°aumentar la presi¨®n a Estados Unidos para que a su vez Washington presione a Arabia Saud¨ª¡±, seg¨²n Stein, a fin de debilitar a Bin Salm¨¢n y que Riad modifique su pol¨ªtica exterior.
Durante la reciente crisis, Erdogan ha conversado por tel¨¦fono en dos ocasiones con el rey Salm¨¢n Bin Abdulaziz, padre del pr¨ªncipe Mohamed, y ha logrado que el anciano monarca se ponga al frente de la gesti¨®n del caso, reduciendo el tono agresivo que en principio hab¨ªa utilizado Riad y llev¨¢ndole a reconocer la muerte del periodista. Si, finalmente, Turqu¨ªa se da por satisfecha con la versi¨®n de Arabia Saud¨ª, opinan varios analistas, significar¨¢ que Erdogan ha obtenido algo por ello, sea en el ¨¢mbito econ¨®mico o pol¨ªtico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.