La justicia ecuatoriana desestima la demanda de Assange contra las nuevas normas de asilo

Julian Assange tiene dos opciones: o se acomoda a las nuevas normas de convivencia o sale de la Embajada de Ecuador en Londres. La justicia ecuatoriana ha desestimado la ¨²ltima alternativa a la que recurri¨® el fundador de Wikileaks para no someterse a un estricto r¨¦gimen de visitas, comunicaciones y aseo, al rechazar la acci¨®n de protecci¨®n que present¨® el exjuez espa?ol Baltasar Garz¨®n hace dos semanas durante una visita a Quito. El defensor del hacker australiano quer¨ªa deslegitimar el nuevo protocolo, alegando que supon¨ªa una vulneraci¨®n de sus derechos fundamentales y un ¡°amordazamiento¡± de Assange. Pero los tribunales del pa¨ªs han declarado improcedente su demanda.

Seg¨²n la jueza, Ecuador no ha vulnerado los derechos del australiano al condicionar su condici¨®n de asilado a que cumpla nuevas normas de comportamiento, puesto que conceder o retirar el asilo es potestad del Estado ecuatoriano. La decisi¨®n judicial es de primera instancia y puede ser apelada. La semana pasada se celebr¨® una primera audiencia pero tuvo que suspenderse por problemas de conexi¨®n y de traductor que imped¨ªan al activista inform¨¢tico intervenir por videoconferencia.

Assange pretend¨ªa con la acci¨®n de protecci¨®n presentada, y ahora desestimada, recuperar la comunicaci¨®n a Internet y el r¨¦gimen de visitas sin tener que someterse al control de la delegaci¨®n diplom¨¢tica de Ecuador en Londres, donde permanece desde 2012. El Gobierno de Len¨ªn Moreno decidi¨® hace siete meses cortar todas sus comunicaciones, despu¨¦s de que el fundador de Wikileaks reincidiera en sus pronunciamientos sobre pol¨ªtica interna de otros pa¨ªses. Moreno ya le hab¨ªa advertido que no deb¨ªa interferir en asuntos que pudieran afectar a la relaci¨®n de Ecuador con otros pa¨ªses. Assange incluso firm¨® un compromiso en diciembre que incumpli¨® en marzo al apoyar la crisis secesionista de Catalu?a, en Espa?a. Desde entonces, se le cort¨® el acceso a internet y dej¨® de recibir visitas.

El nuevo protocolo establece, entre otras cuestiones, que Assange podr¨¢ conectarse solo a la red wifi de la Embajada a trav¨¦s de su propia computadora y de su tel¨¦fono m¨®vil. Sus visitantes tendr¨¢n que anunciarse con una antelaci¨®n de tres d¨ªas y la autoridad diplom¨¢tica podr¨¢ permitir o no la visita sin tener que dar argumentos. Adem¨¢s, tendr¨¢n que informar sobre los m¨®viles y aparatos electr¨®nicos con los que ingresar¨¢n a la legaci¨®n diplom¨¢tica durante la visita. En cuanto a los gastos de manutenci¨®n, el Estado ecuatoriano dejar¨¢ de cubrirlos y obligar¨¢ a Assange a someterse a revisiones m¨¦dicas trimestrales, que pagar¨¢ ¨¦l mismo, para asegurarse de que est¨¢ en buen estado de salud. El australiano deber¨¢ tambi¨¦n hacerse cargo de su aseo personal, del de su mascota y del espacio que utilice. Cualquier incumplimiento supondr¨¢ perder la protecci¨®n de asilado.

Assange, que ha intervenido a trav¨¦s de videoconferencia en la audiencia judicial, ha cuestionado las verdaderas intenciones del Gobierno ecuatoriano al imponerle un nuevo pliego de condiciones. Seg¨²n su denuncia, Ecuador quiere poner fin a su asilo y entregarle a Estados Unidos, debido a las nuevas relaciones entre ambos pa¨ªses y a la presi¨®n del Reino Unido y del vicepresidente estadounidense Mike Pence, que visit¨® Quito en junio. "Rechazamos esas maliciosas y perversas declaraciones, Ecuador no act¨²a por presiones de otras naciones", asegur¨® el procurador del Estado, ??igo Salvador, recoge la agencia Efe. El canciller ecuatoriano, Jos¨¦ Valencia, defendi¨® a su vez que el protocolo es ¡°perfectamente legal¡±, que cumple con la normativa internacional sobre asilo y que as¨ª lo ratifica la decisi¨®n de la jueza de rechazar la petici¨®n del australiano.