El Gobierno alem¨¢n obliga a jubilarse al pol¨¦mico exjefe del espionaje interior

Hans-Georg Maassen, el exjefe del espionaje interno alem¨¢n y causante de un da?o pol¨ªtico incalculable al Ejecutivo de Angela Merkel en los ¨²ltimos meses, ha sido finalmente retirado de cualquier cargo p¨²blico. Maassen, de 55 a?os, ha sido jubilado de forma anticipada, seg¨²n ha anunciado el ministro de Interior, Horst Seehofer. El motivo ha sido un discurso en el que calificaba de ultraizquierdistas a los socialdem¨®cratas, socios de coalici¨®n de Gobierno y de ¡°naif¡±, la pol¨ªtica exterior y de seguridad de Berl¨ªn. Estas ¨²ltimas declaraciones de Maassen han sido la gota que ha desbordado una crisis con ra¨ªces muy profundas.

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Maassen, un esp¨ªa muy poco discreto

La saga Maassen y el papel de su protector, el d¨ªscolo ministro Seehofer, ha sido un factor determinante en el declive del Gobierno de coalici¨®n que encabeza la canciller y que estuvo a punto de partir el Ejecutivo alem¨¢n hace dos meses. Merkel anunci¨® la semana pasada que renunciar¨¢ a la presidencia de su partido, consciente de la mala imagen que ha ofrecido su Gobierno en los ¨²ltimos meses.

En un texto de despedida como jefe de los servicios secretos internos dirigido a sus colegas europeos, que este lunes ha reproducido la prensa alemana, Maassen dijo haber sido represaliado por la ¡°izquierda radical¡±, en alusi¨®n a los socialdem¨®cratas en el Gobierno. ¡°Ha utilizado formulaciones inaceptables¡±, ha dicho ante la prensa este lunes Seehofer. El ministro, muy debilitado por sus enfrentamientos con la canciller y por los pobres resultados de su partido en las elecciones b¨¢varas, consider¨® que a partir de ahora resultaba imposible mantener una ¡°relaci¨®n de confianza¡± con Maassen.

La posici¨®n contraria de Maassen a la pol¨ªtica de refugiados con la que Berl¨ªn ha permitido la llegada de cerca de un mill¨®n y medio de refugiados desde 2015 era conocida. Pero fue en septiembre cuando el esp¨ªa indiscreto protagoniz¨® una sonada pol¨¦mica al relativizar las protestas de ultraderechistas en Chemnitz y poner en duda, sin aportar pruebas, la veracidad de las im¨¢genes en las que neonazis daban caza a extranjeros en la ciudad del este de Alemania. Su tesis contradec¨ªa adem¨¢s las palabras de Merkel, quien hab¨ªa condenado con rotundidad la violencia en Chemnitz.

Seehofer, el valedor

La clase pol¨ªtica casi en pleno pidi¨® un castigo para Maassen y su valedor, Seehofer, pele¨® por buscarle una salida digna. Los esfuerzos de Seehofer dieron ping¨¹es frutos y se decidi¨® que Maassen fuera recolocado en el ministerio con un salario superior al que ten¨ªa como jefe de los servicios secretos internos. El clamor fue de nuevo sonoro y finalmente a Maassen se le busc¨® un puesto m¨¢s discreto como asesor de Seehofer. La canciller alemana dilapid¨® en el proceso ingente capital pol¨ªtico, porque para muchos alemanes, Merkel ofreci¨® en este episodio una imagen de debilidad al ser incapaz de contener los desmanes de su ministro de Interior.

Seehofer, que antes del verano protagoniz¨® otra gran pol¨¦mica al amenazar con derribar al Gobierno si no cerraba de forma unilateral la frontera entre Baviera y Austria, est¨¢ crecientemente cuestionado dentro y fuera de su partido, donde su dimisi¨®n se considera una opci¨®n cada vez m¨¢s veros¨ªmil.