Merkel secunda la propuesta francesa de crear un Ej¨¦rcito europeo

M¨¢s aplausos y m¨¢s abucheos que ning¨²n otro l¨ªder europeo. La canciller alemana, Angela Merkel, ha logrado este martes encandilar y soliviantar por igual a los diferentes grupos pol¨ªticos del Parlamento Europeo durante una solemne intervenci¨®n que esboza ya el testamento pol¨ªtico de la dirigente que ha marcado los tres ¨²ltimos lustros de la historia de la Uni¨®n Europea.

Merkel ha defendido sin ambages una pol¨ªtica exterior y de defensa com¨²n que corone la integraci¨®n pol¨ªtica alcanzada durante los ¨²ltimos 60 a?os en ¨¢reas como la pol¨ªtica monetaria o de supresi¨®n de fronteras. La moneda ¨²nica y la zona Schengen eran "proyectos visionarios" en su d¨ªa, ha recordado la canciller. "Ahora seguiremos trabajando en la visi¨®n de tener un d¨ªa un aut¨¦ntico ej¨¦rcito europeo".

La l¨ªder alemana se suma as¨ª a la propuesta lanzada por el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron. Una idea que ha provocado la ira del presidente de EE UU, Donald Trump, que este mismo martes recordaba en Twitter a Macron que el enemigo tradicional de Francia siempre ha sido Alemania. Merkel, como si se hiciera eco de ese tuit, ha subrayado ante el Parlamento que la creaci¨®n de un ej¨¦rcito europeo "demostrar¨¢ al mundo que una guerra entre pa¨ªses europeos nunca m¨¢s ser¨¢ posible".

La canciller incluso ha sugerido la creaci¨®n de un contrapeso pol¨ªtico e institucional a ese ej¨¦rcito europeo en forma de una suerte de "consejo de seguridad" de la UE, a imagen y semejanza del que opera en la ONU. Ese ¨®rgano contar¨ªa con la participaci¨®n rotatoria de los socios europeos, seg¨²n la propuesta alemana, y podr¨ªa emitir una posici¨®n europea sobre los conflictos internacionales que se produzcan.

Las palabras de la canciller han desatado los aplausos de los grupos m¨¢s europe¨ªstas y los silbidos y bramidos de los llamados grupos euroesc¨¦pticos y soberanistas. "No me asustan, yo tambi¨¦n soy parlamentaria", reaccion¨® calmada Merkel ante las se?ales de protesta. "Los abucheos me honran y demuestran que tengo raz¨®n", a?adi¨® poco despu¨¦s ante los continuos pataleos. Mucho menos diplom¨¢tica fue la reacci¨®n del presidente del Parlamento, Antonio Tajani. "?Necesitamos un veterinario en la sala?", espet¨® el italiano ante la actitud de los euroesc¨¦pticos.

Las muestras de apoyo y desaprobaci¨®n han demostrado que la comparecencia de Merkel, probablemente la ¨²ltima en la Euroc¨¢mara, no era una cita m¨¢s de la serie que el Parlamento Europeo est¨¢ realizando con los presidentes de Gobierno para analizar el futuro de Europa (en enero de 2019 se espera al presidente del Gobierno espa?ol, Pedro S¨¢nchez).

La canciller llegaba a Estrasburgo poco despu¨¦s de anunciar que en diciembre iniciar¨¢ su retirada de la vida pol¨ªtica (abandonando la secretar¨ªa general de la CDU, su partido). Su marcha, como ha se?alado ella misma ante el pleno europeo, coincide con una grave crisis de identidad de la UE, desconcertada ante el resquebrajamiento del orden internacional forjado en la segunda mitad del siglo XX y por el distanciamiento de un aliado esencial como EE UU.

En ese escenario de temor y cambio, la canciller ha aprovechado para asumir el papel de autoridad moral y pol¨ªtica frente a la deriva autoritaria y antieuropea de un creciente n¨²mero de gobiernos de la UE. Los reproches han golpeado a derecha e izquierda, a ejecutivos de su propia familia pol¨ªtica (Partido Popular Europeo) y tambi¨¦n de las formaciones de izquierda.?

"Quien pone en peligro la libertad y el Estado de derecho en su pa¨ªs lo est¨¢ poniendo en peligro en toda Europa", ha advertido Merkel en un mensaje claramente dirigido contra la Hungr¨ªa de Viktor Orb¨¢n o la Polonia de Jaroslaw Kaczynski.

La sacudida contra la Italia del Movimiento 5 Estrellas y la Liga ha llegado por la falta de respeto a las normas de la Uni¨®n Monetaria, imprescindibles, ha dicho Merkel, para preservar el euro. El rapapolvo llega el mismo d¨ªa que expira el plazo concedido por la Comisi¨®n Europea a Roma para que presente un nuevo proyecto de presupuestos, tras ser rechazado el anterior. El Gobierno de Giuseppe Conte no parece dispuesto a modificar su propuesta, lo que amenaza con quebrar el Pacto de Estabilidad.

El canciller austriaco, Sebastian Kurz (PPE), tambi¨¦n ha recibido un varapalo despu¨¦s de que su Gobierno haya anunciado la intenci¨®n de abandonar el Pacto de Migraci¨®n de la ONU, una decisi¨®n que podr¨ªa impedir a la UE ratificar ese texto. Merkel ha advertido que los pa¨ªses que se desmarcan de la pol¨ªtica exterior com¨²n debilitan la posici¨®n internacional de la Uni¨®n.

Y la canciller tambi¨¦n ha lanzado su advertencia a los pa¨ªses que, como Espa?a, se resisten a que una futura Guardia europea de fronteras asuma competencias atribuidas ahora a las fuerzas nacionales de seguridad. "Si cada uno se aferra a su competencia nacional, ese cuerpo europeo no funcionar¨¢", ha subrayado Merkel. "Por eso habr¨¢ que ceder competencias nacionales".

Pero la l¨ªder alemana tambi¨¦n ha tenido que encajar su raci¨®n de cr¨ªticas y acusaciones, procedentes, sobre todo, de los grupos progresistas de la c¨¢mara. Los intervinientes han acusado a la canciller y a su antiguo ministro de Finanzas, Wolfgang Sch?uble, de imponer una austeridad fiscal que habr¨ªa destruido Grecia y habr¨ªa alimentado la aparici¨®n de fuerzas populistas y xen¨®fobas en toda la zona euro.

Parte de la c¨¢mara tambi¨¦n ha acusado a Berl¨ªn de desencadenar la crisis de refugiados de 2015 con una pol¨ªtica de puertas abiertas que aceler¨® el ¨¦xodo de sirios e iraqu¨ªes hacia suelo europeo. Y en el terreno institucional se ha culpado a la canciller de apostar por un m¨¦todo intergubernamental (durante la crisis del euro en particular), que acrecienta el poder de pa¨ªses grandes como Alemania, en detrimento del m¨¦todo comunitario, que se apoya en las instituciones comunes (como Comisi¨®n y Parlamento europeo) para aumentar la confianza entre los socios y propiciar proyectos m¨¢s ambiciosos.