Luis Sandoval, el ¡°l¨ªder¡± del Ej¨¦rcito para el M¨¦xico de L¨®pez Obrador
El inadvertido nombramiento de un general lejano a los grupos de poder abre un interrogante sobre el papel de la milicia en la estrategia de seguridad
El 4 de abril de 2016, el general Luis Cresencio Sandoval tom¨® el mando de la Octava Zona Militar, con sede en Reynosa, en el norte de M¨¦xico. Ven¨ªa de un puesto administrativo, el segundo escalaf¨®n del Estado Mayor de la Defensa. Antes hab¨ªa comandado la secci¨®n de planeaci¨®n estrat¨¦gica del Estado Mayor, que se encarga de dise?ar, entre otras cosas, los planes de acci¨®n del Ej¨¦rcito ante cat¨¢strofes naturales. A lo largo de los a?os, Sandoval hab¨ªa alternado cargos administrativos con misiones en el terreno. La nueva aventura en Reynosa entra?aba sin embargo una dificultad especial. Por entonces, la ciudad fronteriza viv¨ªa una de sus temporadas m¨¢s violentas, con enfrentamientos en las calles, muchos de ellos protagonizados por integrantes del Ej¨¦rcito y presuntos grupos de criminales. Ante tal situaci¨®n, el general no tardar¨ªa en marcar su nombre a fuego en la historia de la octava zona.
Luis Sandoval se convertir¨¢ en secretario de la Defensa el pr¨®ximo 1 de diciembre, cuando Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador inaugure su mandato. El presidente electo inform¨® de su nombramiento hace un par de semanas, sorprendiendo a algunos, agradando a otros, despejando en todo caso la ¨²ltima gran inc¨®gnita de su futuro gabinete. Este mi¨¦rcoles, durante la presentaci¨®n del nuevo plan de seguridad de su Gobierno, L¨®pez Obrador dijo que Sandoval le daba ¡°mucha tranquilidad¡±. El pol¨ªtico explic¨® que cuando entrevistaba a militares en buscaba de un general secretario escuch¨® dos ¡°virtudes¡± de Sandoval: liderazgo y honestidad.
¡°Vamos a dar un giro gradual, poco a poco, al Ej¨¦rcito. Que no solo siga atendiendo lo relacionado con la defensa nacional. Que nos ayude tambi¨¦n en lo legal, a la seguridad interior y seguridad p¨²blica. Se necesita a un dirigente, a un l¨ªder¡±, dijo L¨®pez Obrador al explicar su decisi¨®n.
Otro factor en el nombramiento lo proporcion¨® la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos, la CNDH. "Cuid¨¦ que no hubiese recomendaciones sobre su actuaci¨®n", reconoci¨® el presidente electo hace algunos d¨ªas.
Con recomendaciones, L¨®pez Obrador se refer¨ªa a informes, investigaciones del ombudsman que comprometieran de alguna forma al elegido. Preguntado al respecto, un vocero de la CNDH dijo que no pod¨ªan dar ninguna informaci¨®n. En todo caso, parece que no encontr¨® nada alarmante. Ante el visto bueno de la comisi¨®n, L¨®pez Obrador, pendiente de las denuncias contra el Ej¨¦rcito por violaciones a derechos humanos cometidas en el contexto de la guerra a la delincuencia estos a?os, ungi¨® al general Sandoval.
A los pocos d¨ªas de llegar a Reynosa, Sandoval puso patas arriba el grueso de las fuerzas militares en la ciudad. Como comandante de la Octava Zona, ten¨ªa bajo su mando todo el Estado de Tamaulipas, regi¨®n donde m¨¢s enfrentamientos entre militares y civiles se hab¨ªan registrado desde que el Ej¨¦rcito asumiera el actuar policial en el pa¨ªs casi una d¨¦cada atr¨¢s. Lo primero que hizo fue ordenar el desarme y traslado de 500 elementos de una punta a otra del estado, para investigar su posible colusi¨®n con una organizaci¨®n criminal.
Fue una decisi¨®n extrema. En los primeros d¨ªas de mayo, familiares de los militares concentrados protestaron por lo ocurrido. El Ej¨¦rcito no les informaba, dec¨ªan. P¨²blicamente, la secretar¨ªa de la Defensa reconoc¨ªa que los hab¨ªa trasladado, pero solo para tomar un curso. Nada de arrestos, nada de sospechas. Con los d¨ªas, las familias, que llegaron a marchar con cartulinas exigiendo la liberaci¨®n de los suyos, callaron. El asunto concluy¨® envuelto en la misma bruma en que hab¨ªa empezado. No se pudieron probar las acusaciones y los militares volvieron al cuartel.
La decisi¨®n de Sandoval de atacar frontalmente posibles corruptelas en uno de sus regimientos, a costa incluso de sacar a casi todos los militares del cuartel, fue cuando menos arriesgada. Juan Veled¨ªaz, experto en el Ej¨¦rcito mexicano, escribi¨® varios art¨ªculos sobre aquel episodio. A dos a?os y medio de aquello, dice: "Fue una purga para encontrar a la gente infiltrada. Fue una sacudida a los que daban protecci¨®n al crimen. Entonces no supe, pero despu¨¦s me contaron que hab¨ªan dado de baja a varios militares. En el Ej¨¦rcito, cuando est¨¢s mal -corrompido- te obligan a darte de baja y as¨ª se ahorran broncas".
Corrupci¨®n cero. El lema de Sandoval, el lema, tambi¨¦n, de L¨®pez Obrador. A doce a?os de que el Ej¨¦rcito empezara a sustituir a la polic¨ªa en las calles del pa¨ªs, el futuro presidente plantea la vuelta a medio plazo de los militares a los cuarteles, asumiendo que la opci¨®n castrense, visto el aumento de la criminalidad, no parece la mejor soluci¨®n.
Este mi¨¦rcoles, el futuro presidente anunci¨® los detalles de su plan de seguridad y dio pistas sobre el uso del Ej¨¦rcito.
El hombre fuerte en el Ej¨¦rcito ser¨¢ Sandoval, un militar receptivo, abierto a colaboraciones m¨¢s all¨¢ de las fronteras del Ej¨¦rcito. Hace unos d¨ªas, un mando de un cuerpo de seguridad federal que coincidi¨® con ¨¦l en su etapa en Tamaulipas, recuerda varios operativos conjuntos de Ej¨¦rcito, Armada y polic¨ªa, para perseguir a las mafias de la frontera. En la lucha contra el crimen, la desconfianza entre las fuerzas del estado es la norma. Y m¨¢s en la frontera. Esta fuente recuerda un operativo en concreto en que casi agarran al contable de una de esas organizaciones. El d¨ªa del operativo, recuerda, el contable iba a pagar a los suyos en un balneario en Reynosa. "Parece que al final se filtr¨® la informaci¨®n y el contable se escap¨®, pero al menos evitamos el pago. Todos colaboramos", dice.
Veled¨ªaz a?ade: "Sandoval es un hombre viajado, con roce civil, ha hecho muchos cursos en el extranjero y eso es una ventaja. Creo que es un mensaje impl¨ªcito de L¨®pez Obrador de que se rompe con el grupo que ha controlado la secretar¨ªa desde hace 25 a?os".
Coincide con el experto el general Jos¨¦ Gallardo, cercano a Morena, asesor de la comisi¨®n de Defensa en el Senado. "?l rompe con el grupo de Enrique Cervantes, secretario de la Defensa de 1994 a 2000, y eso es bueno. Es una decisi¨®n correcta dentro del contexto, aunque yo me hubiera inclinado por nombrar a un civil", dice.
Ante s¨ª, el nuevo secretario tiene la tarea de devolverle el prestigio al Ej¨¦rcito, acusado en decenas de ocasiones estos a?os de asesinato, tortura y desaparici¨®n forzada. Eso, al mismo tiempo que sustituyen a las polic¨ªas, mientras as¨ª lo estime L¨®pez Obrador.
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