Las leyendas de El Chapo, a juicio
El proceso contra el antiguo jefe del cartel de Sinaloa saca a la luz los detalles de la vida del narcotraficante m¨¢s all¨¢ de las series y documentales sobre ¨¦l

Desde el octavo piso del edificio en el que se encuentra el tribunal federal de Brooklyn (Nueva York) pueden verse parejas de francotiradores con el imponente perfil de Manhattan al fondo. Hay otros repartidos por los tejados de bloques de pisos aleda?os. En esta octava planta est¨¢ la sala donde se juzga desde el martes al narcotraficante mexicano Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n Loera, de 61 a?os y considerado el jefe del poderoso cartel de Sinaloa. Est¨¢ acusado de haber liderado una organizaci¨®n criminal que introdujo cientos de toneladas de droga en EE UU en un cuarto de siglo. Se enfrenta a la cadena perpetua.
La entrada la custodia Knight, un labrador retriever negro entrenado para la detecci¨®n explosivos. Lo trajeron expresamente para la ocasi¨®n desde Carolina del Norte. El Chapo entra en la sala vestido de paisano. Ni esposado ni con mono carcelario ¡ªfue extraditado a EE UU en enero de 2017¡ª, porque como se?al¨® el juez Brian Cogar al jurado popular, ¡°es inocente hasta que se demuestre lo contrario¡±. Eduardo Balarezo, uno de los abogados que le representa, aprovecha para preguntarle si se encuentra bien ¨Csufre una infecci¨®n de o¨ªdo que le impide llevar los auriculares de la traducci¨®n simult¨¢nea- y le ajusta la corbata.
El Chapo parece vulnerable sin conocer su historia. Y aunque sea una celebridad, los ciudadanos que integran el jurado conocen en realidad poco del gran se?or de la droga. A algunos les suena de la televisi¨®n o porque han visto la noticia sobre la lujosa fiesta de cumplea?os que organiz¨® en septiembre su esposa, Emma Coronel, para sus gemelas de siete a?os. Hay miembros del jurado que ni si quiera saben lo que es un c¨¢rtel de la droga o de donde viene la hero¨ªna.
Las series, pel¨ªculas o documentales sobre El Chapo han creado varias leyendas y ficciones en torno a su persona y trayectoria, desde el narcotraficante todopoderoso que logra huir de las c¨¢rceles m¨¢s vigiladas, al Robin Hood que paga hospitales e iglesias con el dinero de la droga, pasando por el capo que ordena asesinatos y torturas, y el hombre de familia que sac¨® a los suyos de la pobreza. Ahora, por primera vez, su figura va a ser examinada en un juicio, con testimonios bajo juramento y pruebas.
A sangre fr¨ªa
El fiscal Adam Fels ha tratado de marcar enseguida el rumbo del proceso, despejar dudas sobre qui¨¦n es en realidad Joaqu¨ªn Guzm¨¢n. Lo present¨® en su intervenci¨®n inicial como el l¨ªder de la mayor organizaci¨®n criminal del mundo, la que controla el mercado de la droga, y le acus¨® de ordenar el secuestro, tortura y asesinato de rivales, ¡°incluidos familiares¡±. ¡°Alguna vez apret¨® ¨¦l mismo el gatillo y mat¨® a sangre fr¨ªa¡±, afirm¨® mostrando la foto de una pistola con diamantes incrustados, ¡°su preferida¡±. Fels dijo que los colombianos le apodaron El R¨¢pido por la velocidad con la que mov¨ªa los cargamentos de droga, ¡°la cadena de suministro lleg¨® a tal escala que ya no sab¨ªa cu¨¢nta droga vend¨ªa¡±.
La causa penal contra El Chapo se apoya en 25 a?os de investigaci¨®n que culminaron con su extradici¨®n de una c¨¢rcel mexicana a EE UU la noche antes de que Donald Trump tomara posesi¨®n. El primer testigo estrella de la fiscal¨ªa ha sido Jes¨²s El Rey Zambada, exmiembro de la organizaci¨®n de narcos que ahora coopera con la justicia. A trav¨¦s de su declaraci¨®n, el ministerio p¨²blico trata de empezar a reescribir la leyenda que rodea a El Chapo.
Zambada es el hermano peque?o de Ismael El Mayo Zambada, el l¨ªder actual del cartel de Sinaloa. ¡°Es mi compa¡±, afirm¨® ante el jurado al referirse a su amistad con El Chapo. El Rey fue jefe de la organizaci¨®n en Ciudad de M¨¦xico hasta su detenci¨®n hace diez a?os y dio detalles de c¨®mo funcionaba. Explic¨® c¨®mo el precio de la droga crec¨ªa conforme el cargamento se adentraba en territorio estadounidense desde M¨¦xico. El kilogramo de coca¨ªna ten¨ªa en origen un valor de 10.000 d¨®lares (unos 8.750 euros). En Los ?ngeles ascend¨ªa a 20.000 d¨®lares por kilo, a los que hab¨ªa que descontar 7.000 por el transporte y la seguridad. En Chicago el precio se elevaba a 25.000 d¨®lares y tocaba los 35.000 d¨®lares en Nueva York. Para mantener engrasada la maquinaria, solo en Ciudad de M¨¦xico, Zambada soltaba cada mes 300.000 d¨®lares en sobornos.
Venganza
El testigo tambi¨¦n cont¨® otras historias que perfilan la figura de El Chapo y su imperio de la droga. As¨ª, habl¨® de la batalla que libr¨® el procesado por la hegemon¨ªa en el negocio con los l¨ªderes del cartel de Tijuana, dirigido por los hermanos Benjam¨ªn y Ram¨®n Arellano-F¨¦lix. Cont¨® que esa disputa uni¨® a su hermano El Mayo con El Chapo, y que este ¨²ltimo plane¨® asesinar a Ram¨®n Arellano-F¨¦lix. ¡°Era un enemigo muy peligroso¡±, asegur¨® en el juicio. Escap¨® con vida de un primer intento de asesinato. Pero los dos l¨ªderes de Sinaloa tuvieron su revancha diez a?os despu¨¦s, despu¨¦s de que El Chapo protagonizara la primera fuga de prisi¨®n en 2001. ¡°Me dijo que si algo le daba gusto era haberlo matado¡±, cont¨® sobre una conversaci¨®n con El Chapo.
En otro momento del relato, Zambada habl¨® del asesinato del cardenal Juan Posadas Ocampo en el aeropuerto de Guadalajara en 1993. El Rey testific¨® que los Arellano-F¨¦lix mandaron a sicarios a matar a Guzm¨¢n Loera en ese lugar. ¡°El cardenal lleg¨® en el mismo coche y le mataron pensado que era ¨¦l¡±, cont¨®, ¡°en ese momento empez¨® a ser muy buscado porque las autoridades pensaban que Posada era objetivo de Guzm¨¢n¡±.
Mientras El Rey hablaba, El Chapo mantuvo la vista fija sobre ¨¦l y tom¨® nota en una libreta. Evit¨® mirar en todo momento al jurado o hacer alg¨²n gesto. A veces gira la mirada r¨¢pido hacia su izquierda buscando a Emma Coronel, que se sienta sola en el banquillo de la defensa. La exmodelo le compr¨® varias corbatas para que se las pusiera durante el juicio. Dice sentirse ¡°muy bien¡± pese a la presi¨®n del proceso.
Tapadera
La fiscal Gina Parlovecchio no se sali¨® ni un mil¨ªmetro del guion durante el interrogatorio al primer cooperante estrella. El objetivo es educar al jurado mientras se reescribe esta trama tan compleja. Jes¨²s Zambada les sirve para marcar el punto de partida cronol¨®gico y a partir de ah¨ª avanzar en el tiempo hasta la noche de la extradici¨®n a EE UU. La estrategia de la defensa es la de confundir al jurado, cuestionando la veracidad del recuento de los testigos.
Le ha presentado a El Chapo como un don nadie. En el juicio intenta cuestionar la fiabilidad de los testigos y ha lanzado acusaciones de connivencia con el narco contra el Gobierno mexicano. El abogado Jeffrey Lichtman, el mismo que consigui¨® que se declarara nulo el juicio contra el hijo del mafioso John Gotti, comenz¨® dando la vuelta a la historia del cardenal asesinado para afirmar que fue una encerrona y que detr¨¢s del crimen estaba ¡°muy probablemente el Gobierno mexicano¡±.
Ah¨ª, dijo el abogado, empez¨® a forjarse el mito. ¡°La verdad es que El Chapo no era l¨ªder de nada¡±, afirm¨®. El verdadero capo, a?adi¨®, era y es El Mayo Zambada. Seg¨²n la defensa, al lograr huir del penal Puente Grande, en 2001, El Chapo vio crecer su leyenda y ¡°le gustaba y la aliment¨®¡±. ¡°Pero el que es el verdadero jefe del narco no sale en la televisi¨®n¡±. ¡°Mantengan la mente abierta¡±, pidi¨® el abogado al jurado, ¡°traten de no escuchar esa voz que dice que es culpable¡±. El juicio puede durar hasta cuatro meses. Despu¨¦s, el jurado deber¨¢ decidir cu¨¢l es la historia de El Chapo.
La primera fuga de la c¨¢rcel, contada bajo juramento
Joaqu¨ªn Guzm¨¢n se fug¨® dos veces de una c¨¢rcel en M¨¦xico. La primera fue en 2001. El colaborador con la fiscal¨ªa Jes¨²s Zambada cont¨® en el juicio que aquella huida fue planificada por su hermano Ismael, el cartel de los Beltr¨¢n-Leyva y Arturo Guzm¨¢n, hermano de El Chapo. El testigo confirm¨® la versi¨®n oficial de que el capo escap¨® de la prisi¨®n escondido en un carrito de la lavander¨ªa y que le ayud¨® un funcionario del penal. Ya fuera, tuvo apoyo log¨ªstico de sus amigos.
Zambada facilit¨® a su hermano El Mayo las coordenadas para que un helic¨®ptero con El Chapo a bordo pudiera aterrizar en un lugar seguro. Las fuerzas especiales les pisaban los talones. El aparato acab¨® aterrizando en una zona semides¨¦rtica cerca de la ciudad de Quer¨¦taro. En ese momento se encontr¨® por primera vez con El Chapo, al que llev¨® despu¨¦s en coche a la residencia de El Mayo en Ciudad de M¨¦xico.
¡°Al llegar al peaje le dije que leyera un peri¨®dico para que las c¨¢maras no capturaran su cara¡±, explic¨®, ¡°su foto estaba por todos lados¡±. Ya en la ciudad, el veh¨ªculo fue escoltado por polic¨ªas a sueldo del cartel de Sinaloa. ¡°Se preocup¨®¡±, coment¨®, ¡°fue una reacci¨®n natural. Pero le dije que estuviera tranquilo, que era nuestra gente, que estaban ah¨ª para protegernos y que nadie le iba a tocar¡±. Dos d¨ªas despu¨¦s, El Chapo se traslad¨® al rancho de su pistolero m¨¢s temido.
El Mayo ofreci¨® al capo todo lo que necesitara para retomar el negocio. ¡°Vamos a hacer cosas muy buenas¡±, dice el testigo que se coment¨® en una reuni¨®n que tuvieron con otros l¨ªderes de carteles con ocasi¨®n de un bautizo. Zambada fue el que llev¨® al cura que ofici¨® la ceremonia. ¡°El cura estaba un poco nervioso al ver a El Chapo¡±, dijo provocando la risa del p¨²blico en el juicio.
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