Debemos cambiar el modelo agr¨ªcola

La Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC) actual no satisface a los agricultores, y tampoco a las organizaciones medioambientales o a los ciudadanos que tambi¨¦n son contribuyentes. Todas las reformas de la PAC emprendidas desde la d¨¦cada de 1990 han favorecido los modelos de explotaci¨®n intensivos orientados hacia los mercados de exportaci¨®n, en detrimento de las estructuras familiares, que son m¨¢s eficientes en lo que se refiere al empleo y tambi¨¦n m¨¢s resilientes. Solo han dejado v¨ªa libre al mercado ¨²nico, devastador para los agricultores, el empleo y la econom¨ªa de los territorios, adem¨¢s de peligroso para nuestra seguridad alimentaria.

Sin ofender a los partidarios del ¡°cada vez m¨¢s Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC)¡±, nuestra seguridad alimentaria requiere una reubicaci¨®n de nuestras actividades agr¨ªcolas, lo que supone que la Uni¨®n Europea ceje en su desenfrenada carrera por los acuerdos de libre comercio con pa¨ªses que no tienen los mismos est¨¢ndares de calidad y trazabilidad que nosotros, como Brasil.

Por otra parte, ante la multiplicaci¨®n de los riesgos clim¨¢ticos, que afectan en primer lugar a los agricultores, no podemos limitarnos a una m¨ªnima modificaci¨®n de las reglas de ecologizaci¨®n y de las herramientas de gesti¨®n de riesgos. El papel de la pr¨®xima PAC ya no consistir¨¢ en gestionar las dram¨¢ticas consecuencias del cambio clim¨¢tico, sino m¨¢s bien en prevenir estos fen¨®menos dando a la agricultura un papel destacado en la lucha contra ¨¦l. La pr¨®xima PAC deber¨¢ privilegiar las pr¨¢cticas agr¨ªcolas que permiten almacenar m¨¢s carbono en los suelos, gestionar y proteger mejor los recursos h¨ªdricos y limitar las emisiones de prot¨®xido de nitr¨®geno (agricultura org¨¢nica, agricultura integrada, de conservaci¨®n, agroforestal etc¨¦tera), y tambi¨¦n hacer que evolucionen las pr¨¢cticas, con el fin de promover m¨¦todos alternativos de cultivo que den mayor importancia a los pastos y reduzcan las emisiones de metano. Tendr¨¢ que favorecer la diversificaci¨®n de la producci¨®n y fomentar pr¨¢cticas agron¨®micas alternativas a los pesticidas y aplicar estrictamente el principio de precauci¨®n, para proteger mejor la biodiversidad y garantizar a nuestros conciudadanos una alimentaci¨®n sana. De manera m¨¢s general, la nueva PAC deber¨¢ acompa?ar a los agricultores en esta transici¨®n hacia un modelo de desarrollo sostenible y econ¨®micamente viable.

Deber¨¢, sobre todo, combatir de forma m¨¢s efectiva la volatilidad de los precios y la concentraci¨®n del mercado agroalimentario y de la distribuci¨®n, para garantizar a los agricultores ingresos m¨¢s estables y equitativos, de manera que puedan invertir en la transici¨®n ecol¨®gica que desean los consumidores.

En sus propuestas, la Comisi¨®n Europea se ha limitado a plantear una simple reforma administrativa y ha guardado silencio en lo que respecta a la parte econ¨®mica de la PAC, y principalmente respecto al tema crucial de la regulaci¨®n del mercado. Al igual que el proyecto europeo, la PAC necesita recobrar el impulso y tambi¨¦n recuperar sus perspectivas de futuro. Ante los desaf¨ªos medioambientales, clim¨¢ticos y de seguridad alimentaria, debe ser redise?ada en profundidad.

Eric Andrieu es eurodiputado, co-ponente de la reforma de la PAC, y vicepresidente de los socialdem¨®cratas europeos.