El FBI trata de comprobar la confesi¨®n de un asesino que asegura haber matado a 90 mujeres
Samuel Little, de 78 a?os, fue condenado por tres asesinatos en 2014. Para pedir un traslado de prisi¨®n revel¨® ser uno de los mayores asesinos en serie de Estados Unidos
Las cr¨®nicas de entonces, enero de 2013, ya eran bastante espeluznantes. Un hombre detenido en Kentucky hab¨ªa sido entregado a las autoridades de Los ?ngeles acusado de los asesinatos de tres mujeres. Fueron golpeadas y estranguladas a finales de los a?os ochenta. Sus cuerpos fueron abandonados en un callej¨®n, un contenedor de basuras y un garaje. Los cr¨ªmenes parec¨ªan tener una motivaci¨®n sexual. Samuel Little ten¨ªa entonces 72 a?os y fue condenado a tres cadenas perpetuas, con el ADN como prueba. Sin embargo, era solo el principio. Esta semana, el FBI revel¨® que Little ha confesado a los investigadores 90 asesinatos.
El FBI lleva desde la pasada primavera tratando de comprobar caso por caso el espeluznante relato de Little, que podr¨ªa ser uno de los mayores asesinos en serie de la historia de Estados Unidos. Hasta ahora, el asesino en serie con m¨¢s v¨ªctimas oficiales es Gary Ridgway, condenado por 49 muertes (¨¦l confes¨® m¨¢s de 80) en el Estado de Washington en los a?os ochenta y noventa.
Los cr¨ªmenes de Little, de los que ha dado todo tipo de detalles, fueron cometidos en varios Estados, desde Florida hasta California, entre 1970 y 2005. Hay docenas de fuerzas de seguridad locales en todo el pa¨ªs tratando de ayudar a desenterrar los datos de aquellos cr¨ªmenes sin resolver para comprobar la asombrosa confesi¨®n de Little.
Little fue detenido en septiembre de 2012 en un albergue para indigentes de Kentucky. Fue enviado a California, donde se le buscaba por un asunto de drogas. Seg¨²n explica el FBI, all¨ª la polic¨ªa de Los ?ngeles comprob¨® su ADN y se dio cuenta de que era la persona que buscaban desde hac¨ªa 15 a?os por los brutales asesinatos de Carol Alford, de 41 a?os, Audrey Nelson, de 35, y Guadalupe Apodaca, de 46. Sus cuerpos golpeados hab¨ªan sido hallados en distintos puntos de la ciudad entre 1987 y 1989.
La investigaci¨®n de la fiscal¨ªa de Los ?ngeles sobre la vida de Little descubri¨® un incre¨ªble curr¨ªculum criminal. Hab¨ªa cometido delitos en 24 estados, entre ellos dos estrangulamientos, uno en Florida y otro en Mississippi, por los que no lleg¨® a ser juzgado. Se hab¨ªa movido por todo el pa¨ªs y hab¨ªa pasado muy poco tiempo en la c¨¢rcel para la vida que hab¨ªa llevado. ¡°Creemos que ha cometido muchos m¨¢s cr¨ªmenes, incluidos asesinatos, por todo Estados Unidos¡±, dec¨ªa hace cinco a?os a Los Angeles Times la detective Mitzi Roberts. ¡°Si alg¨²n cuerpo de polic¨ªa tiene asesinatos parecidos cometidos entre 1960 y la actualidad, deber¨ªan contactar con los detectives de casos sin resolver de la Polic¨ªa de Los ?ngeles¡±.
No hizo falta. Cuando la polic¨ªa de Los ?ngeles encontr¨® la coincidencia del ADN de Little, pas¨® sus resultados al FBI, que encontr¨® en su propia base de datos su relaci¨®n con varios casos m¨¢s sin resolver. En concreto, hab¨ªa uno muy claro en Odessa (Texas). ¡°Ten¨ªa toda la pinta de que pod¨ªa ser ¨¦l y pod¨ªamos demostrar que hab¨ªa estado en esa zona durante esa ¨¦poca¡±, dice en la nota del FBI Christina Palazzolo, investigadora de la agencia en el programa de detenci¨®n de criminales violentos.
Palazzolo, la asesora del Departamento de Justicia Angela Williamson y un agente de los Rangers de Texas, James Holland, se desplazaron a California la pasada primavera a entrevistar a Little. All¨ª se encontraron con que el reo quer¨ªa un traslado de prisi¨®n. Y, a cambio, estaba dispuesto a hablar. ¡°Durante aquella entrevista en mayo¡±, dice Palazzolo, ¡°repas¨® cada Estado y cada ciudad, y le dio al agente Holland el n¨²mero de personas que hab¨ªa matado en cada sitio. En Jackson (Mississippi), una. En Cincinnati (Ohio), una. En Phoenix (Arizona), tres. En Las Vegas (Nevada), una¡±.
En total, 90 asesinatos a lo largo de su vida. Desde entonces, Palazzolo y Williamson tratan de comprobar uno por uno todos los cap¨ªtulos del espeluznante relato. Hasta esta semana, cuando el FBI hizo p¨²blica la historia, hab¨ªan logrado comprobar 34. Little recuerda cada uno de sus cr¨ªmenes con mucho detalle, seg¨²n las investigadoras. Recuerda d¨®nde estaba y el coche que conduc¨ªa. Es capaz de dibujar retratos de muchas de las mujeres que asegura haber asesinado.
Samuel Little naci¨® el 7 de junio de 1940 en Reynolds, en Georgia, y creci¨® con su abuela en Lorain (Ohio). Su primer choque con la ley, seg¨²n documentos p¨²blicos recopilados por Associated Press, fue en 1956. Fue detenido por robo en Omaha. Hasta 1975 fue detenido 26 veces en 11 Estados, a veces bajo el nombre de Samuel McDowell. Los delitos incluyen hurto, robo, agresi¨®n, violaci¨®n, agresi¨®n a un agente de polic¨ªa, conducci¨®n bajo los efectos del alcohol, fraude, allanamiento y contrataci¨®n de una prostituta.
En 1976 fue detenido por agredir e intentar violar a una mujer en Misuri. En 1982 fueron hallados los dos primeros cad¨¢veres con los que se le relaciona. ¡°Little escog¨ªa para matar a mujeres marginales y vulnerables, a menudo metidas en drogas y prostituci¨®n. Sus cuerpos a veces quedaban sin identificar y las muertes no se investigaban¡±, dice la nota del FBI. La mayor¨ªa de los cr¨ªmenes ocurri¨® adem¨¢s antes de que se generalizara el uso de bases de datos de ADN. Vivi¨® una vida n¨®mada, fue un borracho vagabundo y sus m¨²ltiples encontronazos con la ley normalmente se debieron a delitos menores y los agentes se conformaban con echarlo del pueblo. El FBI no tiene mucha m¨¢s explicaci¨®n que esta para el hecho de que pudiera matar durante d¨¦cadas.
Tras la confesi¨®n del crimen en Odessa el pasado mayo, Little fue extraditado de California a Texas. Se encuentra recluido en la prisi¨®n de Wise County, al noroeste de Dallas, donde seguramente permanecer¨¢ el resto de su vida. El agente Holland sigue entrevist¨¢ndose con ¨¦l casi a diario, buscando nuevos detalles sobre asesinatos sin resolver que abarcan una vida entera. El reguero de muerte de Samuel Little.
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