Imputado por ¡°traici¨®n¡± el funcionario franc¨¦s sospechoso de espiar para Corea del Norte
Beno?t Quennedey est¨¢ en libertad vigilada y no puede salir del pa¨ªs
Beno?t Quennedey ha pasado su primera noche en casa. Pero sus problemas con la justicia francesa no han hecho m¨¢s que empezar. El alto funcionario del Senado franc¨¦s, detenido el domingo por el servicio secreto interno (la DGSI) por presunto espionaje para Corea del Norte, fue imputado la noche del jueves por ¡°traici¨®n¡±, un cargo por el que podr¨ªa acabar purgando hasta 15 a?os de prisi¨®n.
Tras su inculpaci¨®n por ¡°traici¨®n por recopilaci¨®n y transmisi¨®n de informaciones a una potencia extranjera¡± y por ¡°inteligencia con una potencia extranjera¡±, el juez de instrucci¨®n parisino ante el que compareci¨® Quennedey tras permanecer cuatro d¨ªas en detenci¨®n provisional en manos de la inteligencia francesa, decret¨® su libertad provisional. Sin embargo, el hasta ahora administrador principal de la direcci¨®n de Arquitectura, Patrimonio y Jardines del Senado estar¨¢ sometido a vigilancia judicial, tiene prohibido salir del pa¨ªs y verse con ciertas personas. Tampoco podr¨¢ regresar a su trabajo, seg¨²n las condiciones dictadas por el magistrado y recogidas por la prensa francesa. La prohibici¨®n de recuperar su empleo estaba ya vigente, puesto que el Senado decidi¨® el martes, tras conocer su detenci¨®n, suspenderle provisionalmente de sus funciones.
Son precisamente estas ¡°funciones¡± y su eventual capacidad de infiltraci¨®n en la c¨¢mara alta francesa las que est¨¢n en el meollo de un caso que ha sorprendido a propios y ajenos. Quennedey nunca ha ocultado su admiraci¨®n por Corea del Norte, un pa¨ªs que ha visitado al menos siete veces desde 2005 y sobre el que ha escrito varios libros e impartido conferencias. El funcionario franc¨¦s es adem¨¢s presidente del Comit¨¦ de Amistad Francia-Corea del Norte. Seg¨²n Le Monde, ¡°no duda en transmitir a los senadores comunicados exigiendo el levantamiento de sanciones y lamentando la diplomacia de la agresividad contra Corea del Norte¡±. Varios legisladores declararon p¨²blicamente en los pasados d¨ªas que, efectivamente, Quennedey hablaba mucho a favor de Pyongyang en los pasillos del Senado. Tambi¨¦n ha acudido a diversos plat¨®s, como el de France 24 o la rusa RT, para defender posiciones procoreanas.
Pero de ah¨ª a que haya espiado para Pyongyang, que haya podido hacer un ¡°cabildeo¡± ilegal entre los senadores o que incluso pudiera haber entregado informaci¨®n sensible de alguna forma al r¨¦gimen de Kim Jong-Un hay una gran diferencia. Una fuente pr¨®xima al expediente de Quennedey dijo a Le Figaro que durante las 96 horas que permaneci¨® detenido e interrogado por los servicios secretos, estos trataron de establecer ¡°si cruz¨® la l¨ªnea o si se trata solamente de una admiraci¨®n por el r¨¦gimen (norcoreano) no susceptible de ser sancionada¡±.
Para sus familiares y amigos, se trata de una sospecha absurda y carente de pruebas. ¡°El hecho de no aullar junto con los lobos contra Corea (del Norte) te convierte en un mal franc¨¦s, como dec¨ªa el mariscal P¨¦tain que tanto parece apreciar Emmanuel Macron. Este caso es a la par demencial y repulsivo¡±, declar¨® su editor, Aymeric Monville, portavoz de Comit¨¦ Quennedey organizado por la Asociaci¨®n de Amigos y por la Librer¨ªa Tropiques de Par¨ªs. Es en este local del distrito 14 de la capital francesa, curiosamente a menos de 400 metros de la ¡°oficina de representaci¨®n¡± norcoreana ¡ªno hay embajada porque ambos pa¨ªses no mantienen relaciones diplom¨¢ticas¡ª donde se est¨¢ organizando todo el apoyo a Quennedey. Tambi¨¦n su due?o, Dominique Mazuet, considera ¡°grotesca¡± y ¡°rid¨ªcula¡± la situaci¨®n.
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