La izquierda italiana vuelve a implosionar
Matteo Renzi estudia crear un nuevo partido con caras de la sociedad civil y provoca el ¨²ltimo terremoto en un PD al borde de la descomposici¨®n
Lo peor siempre hab¨ªa sonado mejor en la cabeza del electorado de izquierdas italiano. El Partido Democr¨¢tico (PD), el ¨²nico gran partido en las bancadas de la exigua oposici¨®n al Gobierno populista de la Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), la ¨²ltima frontera de la socialdemocracia en Italia, sigue sumido en una implosi¨®n por cap¨ªtulos. A pocos meses del congreso donde iba a elegirse a su nuevo l¨ªder, el partido ha vuelto a sonrojar a sus votantes. Marco Minniti, exministro del Interior y favorito para liderar la reedici¨®n del proyecto, renunci¨® el mi¨¦rcoles a las primarias. El motivo, asegura, es que una posible situaci¨®n de empate t¨¦cnico como la que se presum¨ªa habr¨ªa sido fatal para la formaci¨®n. En realidad, Minniti hab¨ªa constatado en los ¨²ltimos d¨ªas que el ex primer ministro Matteo Renzi, en lugar de apoyarle como hab¨ªa prometido, preparaba el lanzamiento de un nuevo partido.
El rumor ha cobrado fuerza esta semana. Renzi, tocado por una incurable maldici¨®n electoral tras el refer¨¦ndum constitucional celebrado hace dos a?os, medita seriamente dar un portazo al PD y crear una nueva formaci¨®n compuesta por movimientos ciudadanos y caras de la sociedad civil con un indisimulable aroma a Macron. La idea, confirmada por este peri¨®dico, consistir¨ªa en poner en circulaci¨®n el nuevo artefacto a principios de a?o para probarlo en las elecciones europeas de mayo. Si finalmente lo hace ¡ªlleva flirteando con esa idea meses y en p¨²blico sigue desminti¨¦ndolo¡ª, le ha dicho a los suyos que no ser¨ªa en ning¨²n caso una ¡°escisi¨®n¡± y no arrastrar¨ªa con ¨¦l a ninguna corriente del viejo PD. Solo caras nuevas para combatir el frente nacional-populista que se est¨¢ armando alrededor de la Liga y Marine Le Pen. Un proyecto que pretender¨ªa recuperar la centralidad pol¨ªtica en Italia y devolver la ilusi¨®n a un electorado que ha dejado de acudir a las urnas. Pero ?a qui¨¦n le interesa hoy la centralidad pol¨ªtica?
Una idea arrebatadora para algunos sectores del centroizquierda italiano (ha habido conversaciones tambi¨¦n con algunos sectores de Forza Italia), pero letal para la refundaci¨®n que preparaba el PD el pr¨®ximo marzo. El congreso deb¨ªa confiar a uno de los tres candidatos el futuro de una formaci¨®n en plena descomposici¨®n. Minniti, un posible ant¨ªdoto al ascenso fulgurante del l¨ªder de la Liga, Matteo Salvini, gracias a su perfil de hombre duro forjado en el Ministerio del Interior, se dio cuenta en las ¨²ltimas semanas que las encuestas no eran tan favorables como pensaba. Sumado a la perspectiva de que una parte de los renzianos que deb¨ªan apoyarle podr¨ªan tener la cabeza ya en otro proyecto, el cabreo culmin¨® el mi¨¦rcoles. Seg¨²n fuentes del partido, ha esperado toda la semana un desmentido del florentino, pero ha terminado cans¨¢ndose.
Renzi, sin embargo, tendr¨¢ complicado liderar otro proyecto a corto plazo. Desde el 4 de diciembre de 2016, los n¨²meros le han castigado cruelmente en cada elecci¨®n. Antonio Noto, director de la empresa de sondeos IPR analiza la ca¨ªda del ex primer ministro. ¡°Ah¨ª comenz¨® la debacle de Renzi, claro. Pero en el ¨²ltimo sondeo que hemos publicado, [Silvio] Berlusconi y ¨¦l son los ¨²ltimos en valoraci¨®n y confianza. Renzi tiene un apoyo del 16%, frente al 47% de Salvini 47% o el 37% de [Luigi] Di Maio [l¨ªder del M5S]. Cuando un pol¨ªtico es derrotado tan claramente en Italia los ciudadanos le ponen la piedra encima y es dif¨ªcil que luego pueda recuperarse. ?l no ha metabolizado la derrota y ha seguido en primer plano pese a ser percibido como alguien amortizado¡±.
El PD, en cualquier caso, queda ahora sumido en una nueva decepci¨®n. ¡°Es un desastre¡±, se?ala arqueando las cejas una diputada del comit¨¦ de direcci¨®n. El congreso de marzo pierde el poco inter¨¦s que ten¨ªa y el candidato con m¨¢s posibilidades de hacerse con el control de la formaci¨®n es el gobernador de Lazio, Nicola Zingaretti. Un pol¨ªtico s¨®lido y con una gesti¨®n acreditada al frente de una de las regiones m¨¢s complicadas, pero sin el brillo necesario para devolver la ilusi¨®n a un electorado triturado tras los espectaculares resultados de la Liga y el M5S en las ¨²ltimas elecciones (suman casi el 60% de los votos). Y, menos todav¨ªa para convencer a la tropa.
En las filas del PD, de hecho, crece la desilusi¨®n. El diputado y experto constitucionalista, Stefano Ceccanti, cree que ¡°la iniciativa de Renzi es m¨¢s bien improvisada¡±. ¡°Minniti ha reaccionado mal porque pod¨ªa hacer de muro de contenci¨®n y tener un papel relevante aunque no ganase las elecciones, pero ha pensado que eso lo debilitaba demasiado. A este punto, muchos corremos el riesgo de encontrarnos en medio de un trozo de partido centrista improvisado y otro pedazo de partido de la vieja izquierda que har¨ªa de sat¨¦lite al M5S. Habr¨ªa que encontrar un candidato que sustituya a Minniti¡±, sugiere Ceccanti.
Una soluci¨®n poco probable a corto plazo. Especialmente viendo el panorama y las cifras de los sondeos. Hoy el PD ronda el 17% de estimaci¨®n de voto frente al 36,2% de la Liga o el 27,7% del M5S. De hecho, una parte de la formaci¨®n confiaba en una ca¨ªda del actual Gobierno para abrir una alianza con el M5S y entrar en un nuevo Ejecutivo. Una plataforma que diera visibilidad al PD, como le ha sucedido al PSOE en Espa?a, y le permitiese recuperar presencia. Pero los planes de Renzi lo cambiar¨ªan todo.
El refer¨¦ndum que inici¨® la tormenta
El 4 de diciembre de 2016, justo hace dos a?os, Matteo Renzi puso su cabeza en la guillotina de un refer¨¦ndum constitucional y los italianos se la cortaron. Las reformas, a todas luces necesarias, quedaron ensombrecidas por un plebiscito personal que marc¨® la decadencia del partido y el inicio de una tormenta populista sin precedentes en Italia. Pippo Civati, entonces compa?ero de filas de Renzi y luego miembro de la escisi¨®n del PD que cre¨® el partido Libres e Iguales, cree que aquella fecha fue clave. ¡°Si se hubiera dramatizado menos, seperado las cosas... si no hubiera habido uan elecci¨®n pol¨ªtica de medio t¨¦rmino, todo hubiera sido distinto. Pero el PD parece que no se da cuenta ni ahora mismo¡±. La herida abierta no ha dejado de sangrar desde aquel d¨ªa.
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