Salvini y Le Pen preparan el asalto a Europa
Los l¨ªderes ultra italiano y francesa se re¨²nen en Roma y explican su visi¨®n de las reformas que necesita la Uni¨®n Europea, a la que acusan de haber traicionado a los trabajadores en favor de las ¨¦lites
El lugar elegido no pod¨ªa ser m¨¢s simb¨®lico. A pocos metros del callej¨®n donde apareci¨® el cad¨¢ver de Aldo Moro en 1978; entre la antigua sede del Partido Comunista y lo que fue el cuartel general de la Democracia Cristiana en Roma, las dos fuerzas que se repartieron el poder en Italia durante d¨¦cadas. Justo ah¨ª dos de los l¨ªderes que encabezan la corriente nacional populista que pretende liquidar las viejas reglas comunitarias se han dado cita este lunes para preparar el asalto a Europa. Marine Le Pen y Matteo Salvini se han encontrado en una nada casual sede del sindicato obrero UGL. ¡°Los enemigos de Europa est¨¢n en el b¨²nker de Bruselas. Son [Jean-Claude] Juncker y [Pierre] Moscovici. Han tra¨ªdo precariedad y pobreza y se aferran a su poltrona. Estamos tratando de devolver prosperidad a 500 millones de europeos¡±, lanz¨® el l¨ªder de la Liga nada m¨¢s empezar un encuentro abarrotado.
La campa?a est¨¢ en marcha. Y todo lo que sucede en Italia desde hace semanas, incluido el borrador de presupuestos que acaba de presentarse y desaf¨ªa las reglas europeas con un d¨¦ficit del 2,4%, debe interpretarse ya tambi¨¦n desde la ¨®ptica de las pr¨®ximas elecciones al Parlamento de la UE. Da igual si la prima de riesgo ha vuelto a superar los 300 puntos o la Bolsa sigue cayendo. El discurso es a prueba de bombas y las corrientes nacional populistas de Europa, como las que lideran Salvini en Italia, Le Pen desde Francia o Viktor Orb¨¢n desde Hungr¨ªa, empiezan a organizarse para lograr un peso espec¨ªfico suficiente en el Parlamento que les permita gobernar con el Partido Popular Europeo. Las listas, sostienen, no ser¨¢n conjuntas y cada partido y pa¨ªs har¨¢ las suyas. ¡°Defendemos la soberan¨ªa, solo faltar¨ªa¡±, ha se?alado Le Pen.
Salvini, erigido en l¨ªder incuestionable de este nuevo movimiento europeo, no ocult¨® en ning¨²n momento cu¨¢l es el objetivo. ¡°En mayo quitaremos a los socialistas del poder y volver¨¢ al centro el debate sobre el trabajo, el control de las fronteras, la tutela de la familia, los tratados comerciales que ayudan a las finanzas a aumentar sus beneficios pero perjudican a nuestros comerciantes, productores, pescadores. Pienso en una Europa que ayuda a invertir en el trabajo, no una Europa sin reglas. Y eso no puede ser esclavo de d¨¦ficits, reglas antiguas, primas, cero y comas¡ Hay que poner en el centro el trabajo y ahorrando donde se puede ahorrar, pero no en derechos sociales¡±.
El ataque, sin embargo, es el de siempre. El enemigo es la globalizaci¨®n, el b¨²nker de Bruselas, las ¨¦lites. Tambi¨¦n tienen nombres y apellidos: el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker; y el comisario europeo de Asuntos Econ¨®micos y Financieros, Pierre Moscovici. Todos ellos, han defendido ambos, han traicionado al pueblo en pos de unos intereses ocultos entre los que siempre acaba citado el magnate multimillonario George Soros. Le Pen lo resumi¨® as¨ª. ¡°La UE no se construy¨® para los pueblos, para su prosperidad, sino para reforzar el poder de una peque?a clase mundial que genera much¨ªsimo dinero. La UE se opone al poder de los pueblos y lo hace a trav¨¦s de amenazas, extorsiones y unos resultados que no lo justifican: inmigraci¨®n masiva, disminuci¨®n de los salarios. Todo esto se llama globalizaci¨®n. Y la globalizaci¨®n salvaje es como los restaurantes, el ¨²ltimo que sale paga la cuenta. Yo no quiero que sea Europa quien la pague¡±.
La idea, han dado a entender ambos l¨ªderes, es ocupar desde la derecha el espacio que, supuestamente, ha abandonado la izquierda. Un experimento que ya llev¨® a cabo con ¨¦xito el Front National (Frente Nacional) en Francia. Salvini lo ha recordado. ¡°Estamos recogiendo unos valores de una izquierda que ha traicionado a los trabajadores. Ayudamos a tantos precarios y parados que la izquierda ha abandonado. Creo que en las sedes del PD [Partido Dem¨®crata] y socialistas entran m¨¢s banqueros que obreros¡±. Una idea que tambi¨¦n se extiende a una modulaci¨®n ideol¨®gica del acercamiento a la cuesti¨®n migratoria. ¡°La izquierda tiene un gran inter¨¦s en una inmigraci¨®n ilimitada porque necesita nuevos esclavos para las industrias europeas¡±. Le Pen, cautivada por la seguridad y coincidencia program¨¢tica de su interlocutor, asent¨ªa todo el tiempo.
Y, todo esto, ?qui¨¦n lo patrocina? El jarro de agua fr¨ªa fue para Steve Bannon, con quien Le Pen marc¨® un distanciamiento estrat¨¦gico. El exasesor del presidente de EEUU, Donald Trump, lleva meses visitando Europa y ha constituido una suerte de fundaci¨®n en Bruselas que busca agrupar a todos las corrientes soberanistas para participar en las elecciones europeas. Se llama The Movement y deb¨ªa ser paraguas que aglutinase partidos tan dispares. Pero, seg¨²n Le Pen, no tendr¨¢ ninguna capacidad decisi¨®n pol¨ªtica: ¡°Bannon no es europeo, es estadounidense. ?l ha sugerido a los nacionalistas crear una fundaci¨®n de estudios, sondeos y an¨¢lisis?aqu¨ª. Pero la fuerza pol¨ªtica somos nosotros y nosotros solos la estructuraremos. Nos debemos a nuestra soberan¨ªa y a nuestra libertad. Quiero que este tema este extremadamente claro¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.