Juan Guaid¨®, el nuevo presidente de la Asamblea Nacional venezolana que reta a Maduro
El dirigente opositor dice estar listo para asumir la presidencia de forma interina
Juan Guaid¨®, el nuevo presidente de la Asamblea Nacional, que domina la oposici¨®n, afirm¨® tras el acto de investidura de Nicol¨¢s Maduro del pasado jueves estar listo para asumir la presidencia interina de Venezuela. Al calificar de nuevo la toma de posesi¨®n como un acto nulo, producto de un fraude, el dirigente pol¨ªtico opositor envi¨® un nuevo mensaje a las Fuerzas Armadas, para que interpreten la letra de la Constituci¨®n y cumplan con su deber, y pidi¨® ayuda a la poblaci¨®n y la comunidad internacional para concretar el regreso de la democracia al pa¨ªs.?
Guaid¨® hizo estas afirmaciones durante el desarrollo de un cabildo abierto organizado el viernes por las fuerzas pol¨ªticas y civiles opositoras y la Asamblea Nacional ¡ªun organismo que sigue funcionando despojado de sus poderes desde 2017¡ª en la sede del Plan para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) en Caracas. El evento concentr¨® unas 3.000 personas y marc¨® el regreso a las calles de los opositores a Nicol¨¢s Maduro despu¨¦s de mucho tiempo.
Sin llegar a juramentarse, ni a decirlo con todas sus letras, como se lo estaban pidiendo muchos presentes, Guaid¨® estuvo muy cerca de proclamarse presidente interino, apoy¨¢ndose en la interpretaci¨®n del art¨ªculo 233 de la Constituci¨®n venezolana, que prev¨¦ que si el presidente electo no llegara a asumir funciones la vacante la asumir¨¢ al presidente del Parlamento.
Todos los presentes saben que no cuentan con el apresto necesario para lograr lo que pretenden de forma inmediata, pero aspiran a que el desarrollo de la crisis pueda liberar fuerzas a favor del regreso de la legalidad. Los pol¨ªticos opositores est¨¢n al corriente de que hay malestar en las Fuerzas Armadas, si bien no ignoran el calado de la identidad chavista que las rige, y la tremenda eficacia del aparato de inteligencia de Maduro.
Y aunque no lo hizo, todo parece indicar que en alg¨²n momento Guaid¨® dar¨¢ el paso, y se producir¨¢, de nuevo, un choque de trenes en el pa¨ªs. La Asamblea Nacional discute con urgencia una Ley de Transici¨®n, en la cual quedar¨ªa reglamentada la asunci¨®n de funciones de Guaid¨® y se ofrecer¨ªan incentivos legales a los militares, con una amnist¨ªa general. Adem¨¢s, un Consejo Consultivo tomar¨ªa decisiones para atender la crisis humanitaria venezolana.
En el acto, los dirigentes opositores convocaron a la poblaci¨®n a salir a la calle para defender la democracia y el estado de derecho el pr¨®ximo 23 de enero, una fecha de car¨¢cter patrimonial para los venezolanos, en la cual se inaugur¨® el primer experimento democr¨¢tico del pa¨ªs en 1958.
Guaid¨® fustig¨® reiteradamente el proceder de Maduro y dijo que rescatar el hilo constitucional era una obligaci¨®n de su cargo. Afirm¨® que asumir¨ªa pronto ¡°las competencias para una encargadur¨ªa de la Presidencia de la Rep¨²blica¡±, en el marco de un discurso algo confuso, cargado de frases subordinadas y supuestos, que, al final de la jornada, algunos observadores interpretaron como deliberado, con el objeto de evitar alg¨²n procedimiento inmediato de las fuerzas de seguridad del chavismo que lo lleve a prisi¨®n.
El limbo interpretativo de las palabras de Guaid¨® ten¨ªa a muchos periodistas tratando de discernir qu¨¦ quiso decir. Sin embargo, poco despu¨¦s de concluido el acto, Guaid¨® estaba recibiendo el reconocimiento de Luis Almagro, secretario general de la OEA, como presidente interino, y el respaldo de algunos Gobiernos sudamericanos, como Brasil. Los miembros del Tribunal Supremo de Justicia en el exilio emitieron un comunicado en el cual respaldan a Guaid¨®, y le exhortan a que se juramente de una vez como presidente. Muchos abogados, analistas, pol¨ªticos y jueces disidentes, incluyendo a la fiscal general en el exilio, Luisa Ortega D¨ªaz, decidieron asumir que el nuevo presidente de Venezuela era Juan Guaid¨® y le ofrecieron su respaldo.
El atrevimiento de Guaid¨® dej¨®, de todas formas, insatisfecha a una buena parte de los asistentes, entre los que se desbordaba la indignaci¨®n y el hartazgo. Entretanto, el chavismo, y Maduro en particular, optaron por no sobrecargar de tensi¨®n un ambiente ya enrarecido, y, antes que proceder inmediatamente a detenerlo, prefirieron burlarse de lo declarado por Guaid¨®. Maduro coment¨® que Guaid¨® era ¡°un presidente de Twitter¡± y parte de los activistas del chavismo se dedicaron a comentarlo en las redes en tono de mofa.
La cautela chavista no impidi¨® a algunos funcionarios adelantar amenazas directas. Los mandos chavistas parecen sospechar que detr¨¢s de las declaraciones de Guiad¨® puede haber una maniobra de mayor calado, y esperan tener una oportunidad clara para proceder. Iris Varela, ministra de Asuntos Penitenciarios, y una de las dirigentes m¨¢s radicales del Gobierno, envi¨® por Twitter un mensaje directo a Guaid¨®, en el cual le dice ¡°te acomod¨¦ la celda, con su respectivo uniforme, espero a que nombres a tu gabinete para saber qui¨¦nes son los que te van a acompa?ar".
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