Conflictos en la cuarta transformaci¨®n

El presidente L¨®pez Obrador est¨¢ estableciendo con prisa los cimientos pol¨ªticos, fiscales y administrativos de su gobierno. Se observan ya en el primer mes de gesti¨®n, tanto las limitaciones internas de su proyecto como el conjunto de conflictos pol¨ªticos que genera su implantaci¨®n. Se han abierto m¨²ltiples frentes: con los gobiernos subnacionales, con los principales grupos corporativos y clientelares, con el poder judicial, con el capital nacional, y con sectores de la alta burocracia federal. De c¨®mo se resuelvan estos conflictos depender¨¢ el futuro del nuevo gobierno.?

El objetivo de AMLO en cuanto al aparato del gobierno federal es desempoderar a la tecnocracia financiera y administrativa creada en los gobiernos anteriores por medio del despido, la disminuci¨®n de salarios y privilegios y la concentraci¨®n de decisiones en el propio presidente. Se ha colocado la ejecuci¨®n de los nuevos programas de pol¨ªtica social asistencialista en las Secretar¨ªas de Trabajo y de Bienestar, que carecen de capacidades administrativas para ello, y se ha centralizado el gasto p¨²blico en la de Hacienda, convertida en la oficial¨ªa mayor de todo el gobierno, sin tener los medios para lidiar con tama?a responsabilidad. Este redise?o no construye capacidades estatales, es decir instituciones operativas y apegadas a la ley ¨Cque ya eran muy escasas- sino aparatos informales, carentes de suficiente burocracia profesional, cuya misi¨®n es cumplir ¨®rdenes aunque no se cubran los requisitos legales de su quehacer. Este concepto informal del Estado est¨¢ en la base de los llamados ¡°Servidores de la Patria¡±, agentes invisibles que est¨¢n desarrollando sin supervisi¨®n ni transparencia alguna la estrat¨¦gica tarea de levantar los censos de beneficiarios de los programas sociales del gobierno.

Las decisiones en materia de grandes obras p¨²blicas son claramente improvisadas y tributarias de viejas ideas desarrollistas. Los proyectos de los trenes Maya y Trans¨ªtsmico, el aeropuerto en Santa Luc¨ªa, la refiner¨ªa en Tabasco y la masiva siembra de bosques carecen de estudios t¨¦cnicos, de factibilidad y de impacto ambiental. A pesar de ello, se quieren iniciar ya, salt¨¢ndose todo tipo de regulaciones.

Para tener libertad de acci¨®n, el nuevo gobierno tiene la necesidad de controlar a los otros poderes del Estado. Por esta raz¨®n AMLO no acept¨® la creaci¨®n de una Fiscal¨ªa General de Justicia aut¨®noma y apur¨® el nombramiento de un nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia al precio de omitir los procedimientos parlamentarios m¨¢s elementales, violando as¨ª sus promesas de aplicar pr¨¢cticas de parlamento abierto. No ha importado que con estos actos se haya roto la confianza de un amplio sector de la sociedad civil.

Otra forma de eliminaci¨®n de contrapesos es la severa restricci¨®n presupuestaria impuesta a los gobiernos estatales y municipales y la creaci¨®n de la nueva figura de los superdelegados del gobierno federal, quienes han sido investidos con el poder de decidir sobre el uso de los fondos federales en los estados y supervisar su ejecuci¨®n. Ciertamente, la fragmentaci¨®n del poder creada del ciclo de transici¨®n a la democracia facilit¨® la captura de los gobiernos locales por poderes f¨¢cticos regionales y el crimen organizado. Sin embargo, las recentralizaci¨®n no construye instituciones estatales fuertes, s¨®lo crea un nueva figura de comando central, por cierto muy d¨¦bil al carecer de capacidades administrativas propias.

Otra forma de avasallamiento de los poderes locales es la creaci¨®n de la Guardia Nacional, a esta hora aun en suspenso legislativo por implicar importantes cambios constitucionales y la plena militarizaci¨®n de la seguridad p¨²blica.

La eliminaci¨®n de viejas formas de subsidio fiscal a empresas, de programas que intermediaban organizaciones corporativas y clientelares (ante todo ¡°campesinas¡±) y del Ramo 23 del presupuesto federal, del que se nutr¨ªa el clientelismo de los gobiernos locales, marca el posible principio del fin del particularismo generalizado como forma de relaci¨®n entre el Estado y la sociedad. Este es el mayor aporte democr¨¢tico del nuevo gobierno.

Las resistencias al cambio emergen por doquier, pues AMLO no ha dosificado el ataque al viejo orden. Veremos m¨¢s protestas y negociaciones este a?o, y de la correlaci¨®n de fuerzas que surja y de las pr¨¢cticas estatales que se propicien depender¨¢ si el nuevo gobierno se convierte en un nuevo r¨¦gimen o s¨®lo en una nueva versi¨®n del viejo.