Un soldado testigo de la tragedia en Hidalgo: ¡°Eran demasiados, ?qu¨¦ pod¨ªamos hacer?¡±
El estallido en una tuber¨ªa de combustible en el municipio Tlahuelilpan provoca al menos 79 muertos
El verde de la pradera de pronto se torna negro carbonizado. Todav¨ªa quedan bidones y garrafones desperdigados, testigos mudos de la tragedia. Algunos est¨¢n vac¨ªos y otros medio llenos de un l¨ªquido que este s¨¢bado fue un arma letal, que apunt¨® y dispar¨® al coraz¨®n del peque?o municipio mexicano de Tlahuelilpan, en el Estado de Hidalgo, a 100 kil¨®metros de la capital mexicana. El estallido en una fuga de una importante tuber¨ªa de gasolina, provocado por un pinchazo clandestino, seg¨® la vida de 79 personas, dej¨® decenas de heridos y culmin¨® con salvajes llamas una tarde que hab¨ªa empezado como una fiesta.?
Horas antes, Isidora P¨¦rez, de 63 a?os, estaba volviendo de su trabajo en una tienda de productos naturales. Por la ventanilla del autob¨²s vio a gente correr por las calles del pueblo de 8.000 habitantes. Llevaban bidones y garrafones. Un poco m¨¢s adelante, unas 300 personas sacaban combustible de una fuga en medio de un prado lleno de maleza. ¡°Vaya, era un desmadre¡±, pens¨®. Al llegar a casa, hall¨® a sus dos sobrinos, David y Ra¨²l. Tambi¨¦n ellos llevaban tres garrafones de 50 litros cada uno.?
¡ª¡°No vayan, no hay ni d¨®nde estacionarse de tantas camionetas que hay¡±, les dijo.?
¡ª¡°Llevamos a los ni?os para que vigilen la camioneta mientras cargamos¡±, le respondieron.?
¡ª¡°Al menos agarren un sweater y una l¨¢mpara para ver¡±, agreg¨® Isidora.?
Cuando regres¨® con la l¨¢mpara, ya se hab¨ªan ido. Todav¨ªa no han vuelto a casa. Ra¨²l se encuentra en el hospital militar de Ciudad de M¨¦xico, donde se atienden a 17 de los heridos, con el 95% de su cuerpo cubierto de quemaduras. Es uno de los heridos graves que fueron trasladados la madrugada del s¨¢bado para recibir tratamiento. David, el otro sobrino, no aparece. P¨¦rez est¨¢ en el lugar del accidente buscando noticias, pero sin resultado. Desde un peque?o mont¨ªculo observa un batiburrillo de forenses, polic¨ªas estatales y federales que cepillan el lugar en busca de restos. Hay, al menos, 20 cuerpos carbonizados sin identificar. ¡°Nom¨¢s vinieron a meterse en la boca del lobo¡±, piensa P¨¦rez.?
Esa boca se abri¨® hacia las dos de la tarde del viernes. Un soldado de 34 a?os, que no quiere revelar su nombre, asegura que a esa hora la patrulla del ej¨¦rcito a la que pertenece, de tres veh¨ªculos y 25 militares, descubri¨® a unas pocas personas orde?ando la gasolina de la tuber¨ªa. No es cualquier canalizaci¨®n; es la que lleva el combustible desde el puerto de Tuxpan, en la costa oeste del pa¨ªs, hasta la importante refiner¨ªa de la ciudad de Tula, a pocos kil¨®metros de Tlahuelilpan. El soldado asegura que, al poco de llegar, comunicaron la situaci¨®n a Petr¨®leos Mexicanos (Pemex). Esta versi¨®n difiere de la oficial, que sit¨²a la llegada del ej¨¦rcito despu¨¦s de las cinco de la tarde. Poco despu¨¦s de la patrulla comenz¨® a llegar la gente. Los soldados intentaron asegurar la zona, pero fueron superados en n¨²mero por la gente. ¡°Son demasiados; eran camiones llenos¡±, se dijo el soldado. ¡°?Qu¨¦ pod¨ªamos hacer? No les puedes impedir el paso¡±.?
El presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador defendi¨® nuevamente la actuaci¨®n del ej¨¦rcito y dijo que "no se hubiera logrado mucho" si m¨¢s militares hubieran reforzado la vigilancia en la zona de la fuga. "Hay el antecedente de que en estos casos no se respeta al ej¨¦rcito", agreg¨® el mandatario en una conferencia de prensa en Palacio Nacional, la tarde del s¨¢bado. "No se trata de que el ej¨¦rcito se confronte con la poblaci¨®n", a?adi¨®.?
¡°Toda Tlahuelilpan estaba all¨ª¡±, recuerda Miguel L¨®pez, de 46 a?os. ¡°Era como una procesi¨®n; una fiesta¡±. Un v¨ªdeo que circula por las redes sociales muestra c¨®mo, al cabo de unas horas, un chorro de unos siete metros ba?a a las personas congregadas: una fuente de gasolina. ?l asegura haber observado la escena desde el camino. Su sobrino Guzm¨¢n, de 20 a?os, otro de los desaparecidos, est¨¢ entre los que fueron a sacar combustible. Hidalgo es uno de los Estados afectados por el desabasto de gasolina provocado, en parte, por el plan del Gobierno para combatir el robo de hidrocarburos. Las estaciones de servicio de Tlahuelilpan llevan m¨¢s de 15 d¨ªas con suministro intermitente y largas colas de coches. ¡°La gasolina est¨¢ escasa y la poblaci¨®n estaba desesperada¡±, justifica L¨®pez.?
La voz se corri¨® y, con ayuda de las redes sociales, llegaron personas de varios municipios vecinos. Todas cargaban el garraf¨®n, lo dejaban en las camionetas y volv¨ªan a la tuber¨ªa con otro vac¨ªo bajo el brazo. Y as¨ª sucesivamente. Esa din¨¢mica se prolong¨® durante horas, mientras el Ej¨¦rcito se manten¨ªa como testigo a cierta distancia. Algunos se desmayaron por el olor, cada vez m¨¢s penetrante. A las 18:50 horas, seg¨²n el Gobierno, la tuber¨ªa estall¨® y la columna de fuego quem¨® cuerpos, ropa, bidones y maleza. Varios heridos corrieron entre llamas, eran antorchas vivientes. Trataron de apagarse en una zanja con agua que bordea la pradera. Antes del estallido, al menos tres personas presentes en el lugar recuerdan haber escuchado el sonido de seis o siete balazos, una versi¨®n que el Gobierno rechaza. La causa de la explosi¨®n no ha sido determinada a¨²n.?
Gases letales y ropa sint¨¦tica
La tarde del s¨¢bado, el fiscal general, Alejandro Gertz, adelant¨® una teor¨ªa de lo que podr¨ªa haber provocado el estallido. La gasolina en los ductos era de alto octanaje, lo que cre¨® gases letales que podr¨ªan haber causado una reacci¨®n con alguna fricci¨®n de la ropa sint¨¦tica de la gente que estaba all¨ª. Ra¨²l Arroyo, el procurador del Estado de Hidalgo, asegur¨® que los primeros peritos entraron al predio siniestrado a las 04.15 de la madrugada del s¨¢bado. Hallaron seis cuerpos completos y 57 restos carbonizados. El funcionario pidi¨® paciencia a los familiares que buscan a sus desaparecidos, pues no ser¨¢ r¨¢pido el proceso de identificaci¨®n. "Nos enfrentamos a procesos que pueden tomar un tiempo considerable", confes¨®.?
La tragedia azot¨® el viernes, pero pudo haber sucedido antes. El Estado de Hidalgo es el segundo con m¨¢s tomas clandestinas del pa¨ªs, solo por detr¨¢s de Puebla. Tlahuelilpan ocupa un lugar estrat¨¦gico para el tr¨¢fico de combustible robado porque est¨¢ sobre una tuber¨ªa que transporta 30.000 barriles diarios de hidrocarburos. El director de Pemex, Octavio Romero, asegur¨® este s¨¢bado que en los ¨²ltimos tres meses se hab¨ªan detectado 10 tomas clandestinas en el municipio. La ¨²ltima, el pasado 18 de diciembre, provoc¨® un incendio sin v¨ªctimas.
Esta vez es diferente. ¡°Caf¨¦ y bollos para el susto¡±, dice una voluntaria que reparte v¨ªveres. En la pradera, peque?os grupos de familiares esperaban noticias. Buscaban el nombre de su pariente en las listas de muertos o heridos. La que sea, con tal de saber. Patricia V¨¢zquez busc¨® toda la noche a su hermano, de 29 a?os, de hospital en hospital. Hablaba por tel¨¦fono con otros familiares mientras caminaba por el lugar del incidente. ¡°No, no hay noticias¡±. Debe ir a la ciudad de Tula para dejar una muestra de saliva que sea cotejada con los cuerpos a¨²n sin identificar. ¡°La gente quer¨ªa aprovechar sin saber que arriesgaba su vida¡±, dice V¨¢zquez. ¡°A lo mejor todos somos culpables¡±.
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