La oposici¨®n venezolana trata de reactivar la presi¨®n contra Maduro en la calle
La Asamblea Nacional convoca una movilizaci¨®n para este mi¨¦rcoles tras m¨¢s de una semana de asambleas vecinales bautizadas como "cabildos abiertos"
Un a?o atr¨¢s no se vislumbraba el escenario al que se enfrenta hoy Venezuela. Las elecciones anticipadas y sin garant¨ªas que propici¨® Nicol¨¢s Maduro el 20 de mayo de 2018, con la m¨¢s alta abstenci¨®n de la historia y el rechazo de gran parte de la comunidad internacional, precipitaron la situaci¨®n. La oposici¨®n venezolana se juega en los pr¨®ximos meses sus ¨²ltimas cartas para forzar la salida del poder del sucesor de Hugo Ch¨¢vez tras la juramentaci¨®n del pasado 10 de enero que la Asamblea Nacional considera ileg¨ªtima. El primer paso es la convocatoria, este 23 de enero, de una gran movilizaci¨®n que busca reactivar la presi¨®n en la calle.
Bajo la direcci¨®n del diputado Juan Guaid¨® y de los liderazgos juveniles de Voluntad Popular -el partido de Leopoldo L¨®pez-, el Parlamento, despojado de sus funciones por el chavismo, ha emprendido la llamada "ruta hacia la transici¨®n democr¨¢tica" invocando algunos art¨ªculos de la Constituci¨®n. Pero las facultades de gobierno que Guaid¨® se ha atribuido solo ser¨¢n efectivas si Maduro deja Miraflores. El objetivo de la oposici¨®n es formar un Gobierno de transici¨®n que cree las condiciones para unas nuevas elecciones libres y tomar las primeras decisiones para comenzar a resolver la emergencia humanitaria, que suma muertes por desnutrici¨®n y falta de medicamentos y ha empujado un ¨¦xodo masivo de venezolanos.
Para el polit¨®logo y abogado, profesor de la Universidad Central de Venezuela Luis Salamanca la respuesta a este primer escollo que es la resistencia de Maduro a doblegarse a la Constituci¨®n, puede ser de tres tipos: ¡°Primero, de golpe, que incluye la acci¨®n militar que liquide el problema de manera r¨¢pida; segundo, minando la resistencia desde adentro, provocando una erosi¨®n interna a la que pa¨ªses como Estados Unidos han contribuido por la v¨ªa de las sanciones e incentivos; y finalmente, negociando, algo que solo podr¨ªa venir cuando el Gobierno tenga realmente el agua en el cuello. Todos estos caminos lucen lentos y precarios¡±.
Los art¨ªculos de la Constituci¨®n que invoca Guaid¨®
Art¨ªculo 233, que atribuye al presidente de la Asamblea Nacional las potestades del Ejecutivo cuando este se ausenta. Se trata de una circunstancia que no ocurre exactamente, porque los diputados han declarado una usurpaci¨®n y no un vac¨ªo de poder.
Los 333 y el 350, que defienden la vigencia de la Constituci¨®n y dan la posibilidad a cada ciudadano de restituirla en caso de que haya sido derogada por medios no previstos en ella y de desconocer a las autoridades que la violen.
Los cabildos abiertos
Guaid¨® ha comenzado a construir apoyos clave para lograr estos objetivos: el m¨¢s evidente es el de los pa¨ªses que han reconocido al Parlamento como el ¨²nico poder leg¨ªtimo en el pa¨ªs. Le sigue el respaldo de los ciudadanos. Al d¨ªa siguiente de su juramentaci¨®n como presidente del Parlamento para el nuevo per¨ªodo, inici¨® una serie de cabildos abiertos -sesiones parlamentarias en la calle cuyas decisiones son vinculantes- en los que en tiempo r¨¦cord ha recuperado el respaldo popular. A?o y medio de apaciguamiento y apat¨ªa opositora, despu¨¦s del fin abrupto de las protestas de 2017 y de los pasos err¨¢ticos de algunos de los liderazgos que hacen frente a Maduro se han revertido en estos multitudinarios encuentros replicados la ¨²ltima semana en todo el pa¨ªs y que han servido para renovar el optimismo en un pa¨ªs en que el rechazo a Maduro roza el 80%, seg¨²n encuestas del a?o pasado.
En sectores populares y en ¨¢reas que son bastiones del voto opositor, que durante el ¨²ltimo a?o se abstuvo en comicios regionales y municipales, parece haber una efervescencia en el ¨¢nimo. Cecilia Rodr¨ªguez, de 81 a?os de edad, ojos delineados y trajeada como para una cita importante asisti¨® a una de las asambleas realizadas en Baruta, en el este de Caracas. ¡°Tengo esperanzas en que recuperemos la normalidad. Vivimos una vida at¨ªpica, con los hijos, nietos y bisnietos en otros pa¨ªses, con el sustico de que siempre pueda faltarte algo, la comida o una medicina¡±, coment¨® la mujer que acudi¨® con sus vecinos al acto. ¡°Hemos llorado tanto por este momento, el de de poder mostrarle a las nuevas generaciones la democracia en la que nosotros crecimos. El compromiso es de todos, no solo del presidente de la Asamblea Nacional y los valientes diputados. Es una obligaci¨®n moral de todos¡±, dijo Maeca L¨®pez, una dirigente vecinal.
En opini¨®n del analista pol¨ªtico, Guaid¨®, un ingeniero industrial de 35 a?os de edad, posee un liderazgo inesperado, de los que suele despuntar cuando hay viento a favor. ¡°No pertenece al top cinco de los l¨ªderes de la oposici¨®n y ha puesto al Parlamento como actor y no a ¨¦l. La claridad de Guaid¨® no la tuvieron otros presidentes de la Asamblea Nacional, pero ellos tampoco tuvieron este escenario. Guaid¨® ha planteado el tema de forma sencilla, sin ¨ªnfulas y sin ilusiones, lo que despierta un entusiasmo. Est¨¢ en un momento favorable, la detenci¨®n breve de la que fue v¨ªctima incluso le favoreci¨®, pero est¨¢ en un entorno adverso con un gobierno dictatorial que ha llevado a la proscripci¨®n de la oposici¨®n, que sigue desunida, aunque ahora la realidad le impone un solo tema ante el cual expresarse¡±.
Los cabildos han sido preparatorios de la gran movilizaci¨®n que Guaid¨® convoc¨® para este mi¨¦rcoles 23 de enero, la fecha en que Venezuela recuerda que en 1958 civiles y militares lograron la ca¨ªda de la dictadura de Marcos P¨¦rez Jim¨¦nez. La cita, han aclarado los diputados, no implicar¨¢ el fin del Gobierno. Esperan que sea una demostraci¨®n de fuerza que marque el inicio de una nueva etapa de lucha, que todav¨ªa tiene que pasar la prueba de fuego de las acciones que emprenda el r¨¦gimen desde el Supremo contra el Parlamento y su l¨ªder.
El apoyo incierto
El tercer respaldo que le falta construir a Guaid¨® es el m¨¢s dif¨ªcil: el de las Fuerzas Armadas. ¡°La libertad de m¨¢s de 160 presos pol¨ªticos militares est¨¢ en manos de sus propios compa?eros de armas¡±, ha repetido Guaid¨® en los cabildos abiertos en los que ha sido recibido con furor y aplausos. La oposici¨®n est¨¢ centrada en propiciar un quiebre en la instituci¨®n castrense, la que mayores prebendas ha recibido del Gobierno, pero que en los mandos medios y la tropa padece las mismas dificultades que cualquier venezolano. El alzamiento frustrado de este lunes en un destacamento militar del oeste de Caracas, respaldado por vecinos, ser¨ªa parte de ese efecto que la oposici¨®n busca.
Para ello, otro de los acuerdos firmados la ¨²ltima semana por el Parlamento opositor ha sido para decretar una ley de amnist¨ªa y garant¨ªas de reinserci¨®n democr¨¢tica para todos los funcionarios civiles y militares que hayan colaborado con la restituci¨®n del orden constituci¨®n y democr¨¢tico. Aqu¨ª tambi¨¦n est¨¢ la mayor incertidumbre del escenario pol¨ªtico actual: ¡°?Hasta qu¨¦ punto con esas detenciones de jefes de batallones que se hicieron en 2018 Maduro no conjur¨® las amenazas militares? ?Qu¨¦ militares activos pueden o¨ªr el mensaje y la oferta de la agenda Guaid¨® y tener capacidad para una reacci¨®n? Seguramente muchos est¨¢n pensando hasta donde llegan en el apoyo a Maduro hasta el 2025, que implicar¨¢ mucha represi¨®n y desgaste¡±, se pregunta Salamanca, para quien el r¨¦gimen de Maduro, por la v¨ªa del Supremo y represiva, har¨¢ todo lo posible para parar en seco el desaf¨ªo Guaid¨®
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