La protesta contra el r¨¦gimen de Maduro se reactiva en las calles con unas marchas masivas
Marchas multitudinarias desbordaron las calles de Caracas y conformaron una manifestaci¨®n considerada como una de las m¨¢s grandes organizadas en Venezuela
La oposici¨®n venezolana volvi¨® a reactivarse este mi¨¦rcoles en la calle con unas marchas en las que participaron cientos de miles de personas. El poder de convocatoria de las formaciones opositoras hab¨ªa sufrido una larga traves¨ªa del desierto desde 2017, cuando el Gobierno convoc¨® la elecci¨®n de una Asamblea Constituyente. A partir de ahora las movilizaciones opositoras tendr¨¢n un ojo puesto en las fuerzas militares, ya que Juan Guaid¨®, que se proclam¨® presidente interino, busca despertar su apoyo despertando el descontento en sus filas.
Despu¨¦s de tres meses de protestas que dejaron alrededor de 150 muertos, la llamada ¡°resistencia¡± se disolvi¨® en agosto de 2017. Ese fue el comienzo del fin de la plataforma opositora Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (MUD). Este mi¨¦rcoles, sin embargo, los venezolanos dieron la primera demostraci¨®n de fuerza en un a?o y medio y sus impulsores buscan ahora c¨®mo mantener el pulso al Gobierno.
Marchas multitudinarias desbordaron las calles de Caracas desde sus cuatro puntos cardinales, conformando una manifestaci¨®n que podr¨ªa ser considerada como una de las m¨¢s grandes organizadas jam¨¢s en el pa¨ªs.
Wolfang Ferrer, un economista de 58 a?os, no se intimid¨® ante los gases lacrim¨®genos lanzados por decenas de militares en la plaza Madariaga de El Para¨ªso, al oeste de Caracas, para evitar la concentraci¨®n de los opositores. Al contrario, el manifestante sac¨® una cacerola y comenz¨® a hacer que sonara fuertemente en se?al de descontento con el Gobierno de Nicol¨¢s Maduro. ¡°Yo le habl¨¦ temprano a la Guardia Nacional, los mir¨¦ a los ojos y les dije: no ven que ustedes tambi¨¦n pasan hambre como nosotros, p¨®nganse del lado del pueblo¡±, explic¨®.
La oposici¨®n no ha cedido ante la intimidaci¨®n de los cuerpos de seguridad y grupos parapoliciales, conocidos como colectivos en Venezuela. Tras dos noches de protestas espont¨¢neas en los barrios empobrecidos de Caracas, fuertemente reprimidas y que causaron al menos cuatro muertos, hab¨ªa crecido la indignaci¨®n en las calles. ¡°Yo dej¨¦ de dar clases a mis alumnos para venir a marchar porque creo en su futuro, es un sacrificio por ellos. Me vine sin nada en el est¨®mago porque no tenemos ni qu¨¦ comer, pero me vine con esperanza de que sea un paso a nuestra libertad¡±, asegur¨® Luisa Sulbaran, una maestra de Caracas. Su relato es un ejemplo de lo que es hoy Venezuela.
Contra las ayudas falsas
La Guardia Nacional impidi¨® el paso de un gran n¨²mero de manifestantes hacia el este de la ciudad. En El Para¨ªso, el mayor sitio de concentraci¨®n del oeste caraque?o, un grupo de soldados atac¨® a los habitantes sin aparente motivo. Muchos regresaron a sus casas, otros evitaron salir y un n¨²mero mayor consigui¨® tomar otros caminos para unirse a la mayor movilizaci¨®n de la oposici¨®n despu¨¦s de las protestas de 2017. ¡°Lo que sucede es que tienen miedo que los m¨¢s pobres sigan en las calles, ya nadie se deja chantajear por Maduro¡±, dijo Manuel D¨ªaz, un estudiante de 21 a?os.
De las consignas m¨¢s sobresalientes de la movilizaci¨®n se escuchaba ¡°?No quiero bono, no quiero CLAP [Comit¨¦ Local de Abastecimiento y Producci¨®n], lo que queremos es que se vaya Nicol¨¢s!¡±. La estrategia del Gobierno chavista ha estado centrada en los ¨²ltimos dos a?os en la entrega supuestamente mensual de una caja de comida (CLAP) y bonos equivalentes a seis d¨®lares a muchas familias pobres.
El programa es criticado por usarse para premiar a los afectos al r¨¦gimen y amedrentar a los que no comulguen con Nicol¨¢s Maduro. Es la palanca que ha utilizado el oficialismo para fidelizar los millones de votos que todav¨ªa recibe. En caso de manifestarse en contra del chavismo, la poblaci¨®n, que sobrevive en buena medida gracias a esas ayudas, pierde todos los beneficios. ¡°Si votas o marchas contra ¨¦l, olv¨ªdate de recibir la caja con los pocos alimentos. As¨ª funciona esto, pero esta vez no nos interesa¡±, agrega D¨ªaz, que vive en el precario barrio de Ant¨ªmano.
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