El martillo de Trump sobre Caracas
La pol¨ªtica del republicano en Venezuela ha consistido en una presi¨®n 'in crescendo' tras la deriva autoritaria de Maduro, deslizando incluso la idea de una intervenci¨®n militar
Err¨¢tica en buena parte de las relaciones internacionales, la pol¨ªtica de Donald Trump con Venezuela ha resultado constante desde que el republicano lleg¨® a la Casa Blanca hace justo dos a?os. La Administraci¨®n estadounidense reconoci¨® oficialmente al l¨ªder opositor Juan Guaid¨® como presidente interino del pa¨ªs de forma casi inmediata, despu¨¦s de un periodo en el que las sanciones al r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro no han dejado de endurecerse, incluyendo al propio presidente y su c¨ªrculo m¨¢s cercano, y entrando ya en medidas econ¨®micas que han tratado de estrangular financieramente al Gobierno chavista.
Comparar la pol¨ªtica de sanciones del dem¨®crata Barack Obama con su sucesor resulta complicado por el cambio de escenario, con la deriva autoritaria de Maduro, el letal empobrecimiento del pa¨ªs y el cada vez mayor ¨¦xodo de venezolanos. En mayo de 2017 la reci¨¦n estrenada Administraci¨®n de Trump sancion¨® al mandatario y a siete miembros del Tribunal Supremo venezolano. Meses despu¨¦s, abri¨® el mel¨®n de las sanciones econ¨®micas, un paso con riesgos, por el da?o que acaba infligiendo en la poblaci¨®n, sin garant¨ªas de derribar el r¨¦gimen. Washington dificult¨® la emisi¨®n de deuda de Pdvsa, la petrolera estatal, un golpe muy duro para una de las grandes fuentes de financiaci¨®n del pa¨ªs, pero no ha aplicado embargos al crudo, del que EE UU es el principal cliente.
Washington, en cualquier caso, sac¨® el martillo contra Caracas. La voz del republicano anticastrista Marco Rubio en este terreno influy¨®. En mayor o menor medida, sin embargo, es f¨¢cil imaginar que la Administraci¨®n de Obama tambi¨¦n hubiera endurecido el tono ¡ªy el fondo¡ª contra Maduro con el deterioro del pa¨ªs y de su democracia. En las semanas previas a aquel mayo de 2017, uno de los puntos de inflexi¨®n de la escalada de sanciones, se hab¨ªan producido al menos 44 muertos en las protestas callejeras por la nueva Constituci¨®n anunciada por Maduro, con la que buscaba aislar a la oposici¨®n.
La impronta trumpista entra en juego cuando el presidente empieza a hablar a la ligera de intervenciones militares en Venezuela. Washington ya ha dejado convenientemente claro esta semana que mantiene abierta cualquier opci¨®n. Ya hace a?o y medio, Trump se encarg¨® de ser m¨¢s expl¨ªcito, en un tono ligero: "Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluida la militar si fuera necesario", dijo en agosto de 2017, desde su club de golf de Bedminster, en Nueva Jersey. "No voy a descartar la opci¨®n militar, es nuestro vecino y tenemos tropas por todo el mundo. Venezuela no est¨¢ muy lejos, y la gente all¨ª est¨¢ sufriendo y est¨¢ muriendo", insisti¨®.
Estados Unidos no amenaza con usar la fuerza militar en Latinoam¨¦rica desde la invasi¨®n en Panam¨¢ en 1989. El tono del presidente recuerda a la era de la Guerra Fr¨ªa y contrasta con el giro aislacionista en otros conflictos, como el sirio. El consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, tambi¨¦n apel¨® este jueves al asunto de la vecindad. ¡°El hecho es que Venezuela est¨¢ en nuestro hemisferio, tenemos una responsabilidad especial all¨ª¡±.
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