El reconocimiento de Guaid¨®: pol¨ªtico pero a¨²n no jur¨ªdico
Exteriores espera que el l¨ªder de la Asamblea venezolana designe a un representante pero no a un embajador para no tener que echar al de Maduro
¡°Si preguntara a mis alumnos cu¨¢les son los pasos a dar tras haber reconocido a Guaid¨® como presidente, sus respuestas me gustar¨ªan m¨¢s o menos, pero no podr¨ªa suspender a ninguno, porque no existe la respuesta correcta¡±, reconoc¨ªa ayer un profesor de la Escuela Diplom¨¢tica.
Espa?a, y casi medio centenar de pa¨ªses, incluidos la mayor¨ªa de los socios de la UE, se han adentrado en un territorio inexplorado con el reconocimiento del l¨ªder de la Asamblea venezolana como ¡°presidente encargado¡± del pa¨ªs. Para un catedr¨¢tico de Derecho Internacional P¨²blico que prefiere no revelar su nombre, el camino que se ha emprendido ¡°puede que no vulnere el Derecho Internacional, pero desde luego est¨¢ al margen del mismo y se aparta de la pr¨¢ctica diplom¨¢tica tradicional: no se reconocen gobiernos sino Estados, el principio de eficacia prima sobre el de legitimidad¡±.
Ni siquiera este catedr¨¢tico est¨¢ seguro de si el reconocimiento ¡°oficial¡± que el presidente Pedro S¨¢nchez hizo el pasado lunes con una declaraci¨®n solemne en La Moncloa fue un acto pol¨ªtico o jur¨ªdico. De momento, subraya, el Gobierno no ha sacado las consecuencias jur¨ªdicas del reconocimiento. Y no tiene ninguna prisa en hacerlo.
Cuando ayer se pregunt¨® al ministro de Exteriores, Josep Borrell, por el anuncio de que el diputado Antonio Ecarri ser¨¢ el embajador de Guaid¨® en Espa?a, se anticip¨® a replicar: ¡°?Se lo ha anunciado a qui¨¦n? No tenemos ninguna noticia. No puedo comentar lo que no conozco¡±.
Si Guaid¨® designara un embajador en Espa?a, el Gobierno no tendr¨ªa m¨¢s remedio que reconocerlo, en coherencia con la declaraci¨®n de S¨¢nchez, admiten las fuentes consultadas, pero solo despu¨¦s de recibir la solicitud formal y concederle el preceptivo pl¨¢cet, un proceso que podr¨ªa demorarse varias semanas. Ning¨²n pa¨ªs puede tener dos embajadores, as¨ª que el reconocimiento del designado por Guaid¨® traer¨ªa consigo la retirada de los privilegios e inmunidades diplom¨¢ticas al representante de Maduro, el diplom¨¢tico Mario Isea. Previamente, se le conceder¨ªa un plazo de cortes¨ªa para que se marchara de Espa?a o se quedara pidiendo un permiso de residencia como ciudadano de a pie.
Todas las cuentas y bienes de la Embajada venezolana deber¨ªan bloquearse y pasar bajo control del nuevo embajador designado por Guaid¨®. El problema es que, en virtud del principio de reciprocidad, es muy probable que estas mismas medidas fueran adoptadas por Maduro contra el embajador espa?ol en Venezuela, Jes¨²s Silva, y los bienes de la Embajada espa?ola en Caracas. La protecci¨®n de los alrededor de 170.000 espa?oles que viven en Venezuela y de las m¨¢s de 70 compa?¨ªas espa?olas que operan en el pa¨ªs podr¨ªa quedar seriamente mermada.
Lo que espera el Ministerio de Asuntos Exteriores es que Guaid¨® no designe a un embajador en sentido estricto sino solo un representante pol¨ªtico, al menos hasta que se celebren las elecciones que el ¡°presidente encargado¡± ha prometido convocar. En ese caso, no habr¨ªa que concederle el pl¨¢cet ni expulsar al representante de Maduro.
Borrell buscar¨¢ concertarse sobre este punto con los pa¨ªses europeos que han reconocido a Guaid¨® durante la cumbre sobre Venezuela que el grupo de contacto internacional celebra el jueves en Montevideo (Uruguay).
Fuentes gubernamentales francesas admiten que ¡°no todo est¨¢ perfectamente cuadrado¡± en materia diplom¨¢tica. ¡°Tenemos una Embajada en Venezuela¡±, puesto que ¡°no hemos roto las relaciones diplom¨¢ticas, no hemos tomado esa decisi¨®n¡±, insisten las mismas fuentes.
Par¨ªs elude concretar si el representante de Guaid¨® tendr¨¢ rango de embajador. ¡°Queremos tener una relaci¨®n pol¨ªtica que sea eficaz. No se trata tanto de estatus sino de relaci¨®n pol¨ªtica, de agenda a desarrollar en com¨²n, que nos parece puede pasar por la nominaci¨®n de un representante o enviado especial¡±.
Afortunadamente para la Casa del Rey, ya se ha celebrado la tradicional recepci¨®n que Felipe VI ofrece a principios de cada a?o al cuerpo diplom¨¢tico acreditado en Espa?a. Si no, tendr¨ªa que elegir si invita al representante de Maduro o al de Guaid¨®.
Lo que es seguro es que lo que suceda en los pr¨®ximos d¨ªas se estudiar¨¢ en la Escuela Diplom¨¢tica. A¨²n no se sabe si como modelo a seguir o a evitar.
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