¡°Creo que Bukele puede garantizar derechos a las mujeres, pero hay que estar vigilantes¡±
Agrupaciones feministas de El Salvador presionar¨¢n para que el nuevo Gobierno despenalice el aborto en un pa¨ªs donde las mujeres son criminalizadas
Al menos 18 mujeres siguen apresadas en El Salvador tras ser condenadas por cr¨ªmenes relacionadas al aborto: por sufrir complicaciones obst¨¦tricas o abortos espont¨¢neos, en un pa¨ªs donde desde 1998 la interrupci¨®n del embarazo est¨¢ penalizada en todos los casos. Morena Herrera (San Salvador, 1960) ha trabajado de forma intensa para liberar a las mujeres que han sido criminalizadas y presionar a las autoridades para que haya un cambio en la legislaci¨®n. Tras una d¨¦cada de Gobierno del izquierdista FMLN con pocos avances en los derechos de las mujeres, Herrera espera que el nuevo presidente del pa¨ªs, el joven y carism¨¢tico Nayib Bukele, se comprometa con las demandas de las mujeres, aunque ¨¦l mismo se ha pronunciado p¨²blicamente contra el aborto.
¡°?l (Bukele) plante¨® en un foro que era ¡°provida¡±, pero que solo estaba de acuerdo con el aborto en los casos de riesgo de vida de mujeres, y que en su Gobierno no iban a asumir la presunci¨®n de culpabilidad de mujeres pobres que tuvieran abortos espont¨¢neos, que es la mayor¨ªa de los casos de mujeres por las que estamos abogando libertad¡±, explica Herrera en una entrevista telef¨®nica desde San Salvador. ¡°Creo que ning¨²n Gobierno va a hacer nada por las mujeres si las mujeres no lo exigimos. Nuestra expectativa con Bukele no es negativa, creo que ¨¦l puede hacer un Gobierno que garantice algunos derechos de las mujeres, pero hay que exigirlo y estar constantemente vigilante en ese cumplimiento¡±.
El beneficio de la duda para el nuevo Gobierno viene de una mujer que en su juventud se involucr¨® en la lucha guerrillera dirigida por el FMLN, partido del que se distanci¨® tras los acuerdos de paz. Ese ¨ªmpetu puesto en la lucha armada lo volc¨® con el paso de los a?os en la defensa de los derechos de las mujeres, sometidas en Centroam¨¦rica a condiciones de pobreza, azotadas por la violencia [el a?o pasado murieron de forma violenta 273 mujeres en El Salvador] y con la constante sentencia de muerte no solo por esa violencia, sino por el hecho de que no puedan tomar decisiones tan importantes como decidir si continuar con un embarazo, aunque sea producto de una violaci¨®n o su vida est¨¦ en peligro.
Aunque Nicaragua y Honduras tienen legislaciones similares a las de El Salvador en relaci¨®n con la penalizaci¨®n del aborto, es en este peque?o pa¨ªs de 21 000 kil¨®metros cuadrados donde se trata con m¨¢s sa?a a las mujeres que abortan: la Agrupaci¨®n Ciudadana para la Despenalizaci¨®n del Aborto registra que entre 2000 y 2014 al menos 49 mujeres han sido condenadas por delitos relacionados a la penalizaci¨®n del aborto y las autoridades han denunciado a 250 mujeres. Las denuncias contra las mujeres llegan desde los funcionarios de los hospitales p¨²blicos, temerosos de ser acusados por atenderlas cuando llegan con complicaciones obst¨¦tricas. Un sistema que Herrera cataloga de ¡°fundamentalista¡±.
¡°Hay sectores con razones fundamentalistas que tienen mucho poder econ¨®mico y mucho poder con los medios de comunicaci¨®n y han influido para institucionalizar un estigma contra las mujeres, para fomentar el odio tambi¨¦n. No comprenden que las mujeres muchas veces sufrimos emergencias obst¨¦tricas, pero su ¨²nica respuesta es la criminalizaci¨®n de las mujeres¡±, afirma. Herrera dice que ese estigma y la criminalizaci¨®n se ensa?an principalmente con las mujeres m¨¢s vulnerables. ¡°Es una medida hip¨®crita. Este castigo tan fuerte y estos niveles de ensa?amiento judicial van contra las mujeres pobres, j¨®venes, que tienen vulnerabilidades familiares y sociales¡±.
Una situaci¨®n que no cambi¨® durante las dos administraciones del FMLN, el partido que lleg¨® al poder cargando las esperanzas de cambio de los salvadore?os. Aunque Herrera asegura que la agrupaci¨®n izquierdista apoy¨® ¡°algunos cambios en materia de legislaci¨®n¡±, no fue suficiente para mejorar las condiciones de las mujeres. ¡°No aprovech¨® las posibilidades de estar frente al Gobierno para impulsar cambios sustantivos que disminuyeran las desigualdades entre hombres y mujeres y otro tipo de desigualdades socioecon¨®micas. Los gobiernos del FMLN no pudieron poner alertas que significaran la movilizaci¨®n de recursos, de instancias p¨²blicas, para detener, por ejemplo, la epidemia de embarazos en ni?as y adolescentes¡±, ejemplifica.
Aunque el partido lleg¨® al poder con una bandera progresista, no puso atenci¨®n real a los problemas que sufren las mujeres y mucho menos se decidi¨® a discutir un cambio en la legislaci¨®n sobre el aborto, aunque era una de las demandas de sectores que apoyaron electoralmente al FMLN. ¡°Uno de los factores por lo que no lo hicieron es posiblemente el miedo a perder votantes frente a la posible respuesta de sectores eclesiales, tanto cat¨®licos como evang¨¦licos, que se oponen a este tipo de medidas. Tambi¨¦n se debe a la falta de voluntad pol¨ªtica y a compromisos con los derechos de las mujeres. No fueron consecuentes con los cambios que la sociedad salvadore?a necesitaba. Hicieron una lectura que no conectaba con las aspiraciones sociales, lo que luego se reflej¨® en las urnas¡±, explica Herrera en relaci¨®n con los resultados de las elecciones presidenciales que rompieron con el bipartidismo entre el FMLN y Arena y llevaron al poder al joven Bukele.
¡°Nosotras le hemos planteado al Gobierno del FMLN que deje libres a todas las mujeres. Sabemos que no es f¨¢cil todo el proceso que se tiene que hacer, pero tambi¨¦n depende de la voluntad pol¨ªtica. Estamos esperando que el Gobierno agilice las presiones hacia la Corte Suprema de Justicia y que antes del cambio del Gobierno puedan salir la mayor cantidad de mujeres¡±, afirma Herrera. El problema principal es la voluntad pol¨ªtica. Los ojos est¨¢n puestos en la Asamblea Legislativa, donde duermen dos iniciativas de reforma al C¨®digo Penal. Ninguna de las dos reclama la despenalizaci¨®n total del aborto: una fue presentada por una diputada del FMLN ¡ªcon poco poyo de su partido¡ª y establece circunstancias relacionadas a violaci¨®n, riesgo de la vida de la madre o malformaciones del feto. La otra la present¨® un diputado disidente de Arena y hace referencia a la despenalizaci¨®n en caso de riesgo de muerte de madre o por violaci¨®n. ¡°Lo que estamos planteando es que en este periodo de transici¨®n se abra una discusi¨®n legislativa en materia de aborto. Pero para eso el FMLN tiene que movilizarse, el presidente electo le tendr¨ªa que pedir a GANA ¡ªla plataforma que lo llev¨® al poder¡ª que apoye una moci¨®n del FMLN. Creo que es posible, no es f¨¢cil, pero se puede construir ese escenario con voluntad pol¨ªtica. Si todos los grupos parlamentarios reconocen que es un problema en el pa¨ªs, pueden lograr justicia para las mujeres¡±.
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