May renuncia a imponer la disciplina de voto para evitar otra humillaci¨®n

El Parlamento brit¨¢nico se dispone a votar a ¨²ltima hora de la tarde de este mi¨¦rcoles si acepta un Brexit sin acuerdo el pr¨®ximo 29 de marzo, la fecha oficial fijada para la salida del Reino Unido de la UE, o si rechaza esa opci¨®n.?Theresa May ya anunci¨® este martes que, dada la trascendencia de esta decisi¨®n, permitir¨ªa que los diputados conservadores ¡ªespecialmente, los miembros de su Gobierno¡ª votaran libremente y en conciencia. El Gobierno rechazaba imponer la disciplina de voto, aunque la propia May ya ha anunciado que ella votar¨¢ en contra de un Brexit sin acuerdo.

Era el modo de sofocar nuevas rebeliones internas, pero la sorpresa le ha llegado a trav¨¦s de las enmiendas que van a incorporarse al texto del Ejecutivo. Una de ellas, el llamado "compromiso Malthouse", un texto fraguado entre euroesc¨¦pticos relevantes y diputados conservadores partidarios de permanecer en la UE, ha provocado este mi¨¦rcoles un duro enfrentamiento en el seno del Gabinete de May. La voluntad inicial de la primera ministra era ordenar a sus filas que se votara en contra de todas las enmiendas, pero varios ministros le han advertido de la popularidad del texto euroesc¨¦ptico. Si ordenaba su rechazo, se enfrentaba a un embarazoso y humillante varapalo parlamentario.

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El texto es un ejercicio de voluntarismo ¡ªcomo gran parte de las ideas surgidas en torno al Brexit¡ª que propone una ampliaci¨®n del periodo de transici¨®n, una negociaci¨®n bilateral con los diferentes socios europeos de nuevas relaciones comerciales y, finalmente, un Brexit sin acuerdo. Es decir, lo mejor de los dos mundos. A pesar de su falta de realismo, la propuesta calma muchas conciencias conservadoras en los dos bandos del debate y re¨²ne consenso en el partido. Theresa May ha optado por dejarla volar, con la esperanza de que la suma total de votos parlamentarios acabe derrot¨¢ndola.

Porque ahora mismo, con el apoyo casi un¨¢nime de los diputados laboristas y de gran parte de los conservadores, la opci¨®n que m¨¢s posibilidades tiene de salir adelante es la de rechazar un Brexit sin acuerdo. Eso abrir¨ªa las puertas a una segunda votaci¨®n, este jueves, en la que se preguntar¨ªa a la C¨¢mara de los Comunes si el Gobierno debe solicitar a la UE una pr¨®rroga en la fecha de salida.

El Gobierno ha puesto a trabajar toda su maquinaria para favorecer el rechazo al "no acuerdo". El ministro de Econom¨ªa, Philip Hammond, quien presentaba este martes en el Parlamento su "informe de primavera", las previsiones trimestrales de su departamento, ha pintado un panorama optimista, un fin definitivo del periodo de austeridad, a condici¨®n de que el Reino Unido sea capaz de cerrar el cap¨ªtulo del Brexit de un modo ordenado y con acuerdo. "Abandonar la UE sin un acuerdo significar¨¢ una perturbaci¨®n relevante en el corto y medio plazo, y una econom¨ªa menos pr¨®spera en el largo plazo. Mayor desempleo, sueldos m¨¢s bajos, precios m¨¢s elevados en los comercios. Eso no es lo que vot¨® el pueblo brit¨¢nico en 2016", ha advertido Hammond.

Junto a las predicciones sombr¨ªas de Hammond ante la amenaza de un Brexit sin acuerdo, el Gobierno brit¨¢nico ha publicado sus previsiones en materia de aranceles en el caso de que el 29 de marzo el Reino Unido abandone la UE a las bravas. Aunque se establece un mecanismo transitorio de un a?o que levantar¨¢ un 87% de esos aranceles, se recarga el volumen de este tipo de impuestos en la importaci¨®n de veh¨ªculos o de productos alimentarios, lo que ha puesto en pie de guerra a las patronales del pa¨ªs. "Estas previsiones nos dicen todo lo malo que nos va a traer un escenario de sin acuerdo. Estamos hablando del mayor cambio en t¨¦rminos comerciales al que se ha enfrentado este pa¨ªs desde mediados del siglo XIX, y se ha impuesto sin consultar a las empresas y sin tiempo para prepararse. Esto no es el modo de gobernar un pa¨ªs", ha dicho Carolyn Fairbairn, la directora general de la organizaci¨®n CBI.